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Condenan a violador de niña

Mauro Schechtel fue penado con 40 años de cárcel por abusar sexualmente, rociar con nafta y prender fuego a una nena, a quien dejó tirada por muerta cerca de Coronel Dorrego, provincia de Buenos Aires.

Un plomero fue condenado a 40 años de reclusión por violar y luego rociar con combustible y quemar a una niña de 10 años que sobrevivió al ataque cometido en junio de 2008 en la localidad de Coronel Dorrego, ubicada en el sur de la provincia de Buenos Aires.

La sentencia fue dictada por el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Bahía Blanca, integrada por los jueces Mario Burgos, Hugo De Rosa y Enrique Montironi, que hallaron a Mauro Emiliano Schechtel, de 30 años, culpable de los delitos de “abuso sexual con acceso carnal agravado en concurso real con homicidio criminis causa en grado de tentativa” y lo condenaron a 40 años de reclusión y lo declararon reincidente.

El condenado no estuvo presente en la sala de audiencias al momento de dictarse la sentencia, ya que al iniciarse el juicio oral solicitó permanecer en su lugar de detención.

Schechtel recibió una pena cinco años mayor a la requerida por el fiscal Sebastián Foglia, quien había solicitado 35 años de prisión por considerar que se trató de un “delito sexual doblemente agravado con acceso carnal en concurso real con tentativa de homicidio”.

Para Foglia “el imputado eligió a su víctima y luego de abusar de ella intentó incinerarla para asegurarse la impunidad del hecho”.

Al hablar sobre las pericias psicológicas realizadas a Schechtel, el funcionario judicial explicó que “son claras y contundentes” porque “confirman su perfil sádico, pedófilo y perverso”.

Por su parte, la abogada Adriana Domizi, representante legal de la niña, compartió la solicitud de la Fiscalía, aunque requirió una condena de 40 años, al considerar que “por las lesiones que sufrió la menor no se sabe si en un futuro podrá ser madre”.

En tanto, el defensor oficial, Germán Kiefl, del plomero pidió una condena por tentativa de homicidio simple y que “se descarte el agravante y abuso sexual agravado teniendo como tope una pena de veinticinco años de prisión”.

El episodio ocurrió la tarde del 18 de junio de 2008, cuando la niña se dirigía en bicicleta al club Independiente de esa localidad, para practicar básquet.

Según la investigación, la chica fue atropellada por un Renault 12 en el que viajaba el plomero, quien la subió al rodado, la amordazó y la ató con cinta de embalar.

Luego, el imputado se dirigió a la ruta 72, a unos 12 kilómetros de Coronel Dorrego, la llevó hasta un descampado y abusó sexualmente de ella.

Tras el ataque, la víctima se desmayó y el hombre tomó un bidón, la roció con combustible y la prendió fuego.

Herida y con quemaduras en casi todo el cuerpo, la niña recuperó el conocimiento y se arrastró unos 350 metros hacia la ruta, donde fue vista por un camionero que la auxilió. Tras ser rescatada, la chica aportó los datos sobre el sospechoso y fue trasladada a un centro sanitario de Bahía Blanca, desde donde la derivaron al hospital Garrahan de la Capital Federal.

Allí se recuperó de diversas quemaduras que afectaron el 60 por ciento de su cuerpo y de las heridas sufridas por el ataque.

Con el testimonio de la nena, sumado a las características del auto y del hombre que la había atacado, durante la madrugada del mismo día la Policía detuvo al plomero ahora condenado.

Tras el fallo, la abogada de la familia de la niña, Domizi, dijo que “se hizo Justicia”.

“Esperábamos un fallo así, estamos más que satisfechos. El fiscal había pedido treinta y cinco años y lo fundamentó muy bien; jurídicamente tiene razón en sus fundamentos: esto va a ir a Casación y vamos a ver lo que pasa después”, expresó.

Por su parte, Cristina, madre de la niña, dijo que el de su hija “es un caso esclarecido no como en otros casos” y agradeció a la Policía bonaerense, a la comunidad, al personal del hospital Garrahan y a la Unidad de Quemados por los cuidados brindados.

“Esperábamos que se haga justicia, cualquier pena que se le dé es poco porque el estigma que queda es grande, siento que realmente la Justicia actuó con las cosas que tiene y es un precedente porque cuarenta años no se habían dado”, agregó la mujer en la puerta de Tribunales, tras conocer el fallo.

La mamá de la niña agregó: “Siento una revolución, siento felicidad por tener a mi hija conmigo, sana y bien”.

“Mi hija sabe lo que sucede, sin embargo está en su mundo preadolescente y está muy bien”, puntualizó.

En ese sentido, su marido y padre de la niña, agregó: “Estamos muy contentos, se hizo justicia, funcionaron todos los resortes del Estado, hablo de la seguridad, la salud y de la Justicia”.

“Creo que se hizo justicia, podemos estar todos contentos, este ente, porque no le puedo decir persona, va a estar mucho tiempo adentro y esperemos que no salga”, concluyó, en referencia al condenado.

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