El policía que entró a tiros en un atestado y céntrico local de Mc Donald’s el año pasado fue condenado ayer a poco más de un lustro de prisión efectiva al finalizar el juicio en su contra, dijeron voceros judiciales. El fallo de la jueza Raquel Cosgaya desestimó la emoción violenta planteada por la defensa, pero también la figura de tentativa de homicidio pedida por la Fiscalía, y decidió penar al uniformado por abuso de armas y portación, informó el Ministerio Público de la Acusación (MPA), el que añadió que hasta tanto el fallo quede firme cumplirá prisión domiciliaria.
El tribunal unipersonal a cargo de la magistrada Raquel Cosgaya condenó ayer al policía Alejandro Darío Vallejos, de 38 años, a 5 años y 4 meses “de prisión efectiva”, bajo la figura de abuso de armas y portación ilegítima de arma de guerra en concurso real, en calidad de autor, dijeron fuentes del MPA.
La acusación en el juicio que se inició el pasado 27 de julio corrió por cuenta de los fiscales Marisol Fabbro y Rafael Coria, de la Unidad Especial de Homicidios Dolosos, quien habían apuntado a Vallejos por tentativa de homicidio calificado por uso de arma de fuego además de la portación, y habían pedido que se lo condenara a siete años de cárcel. En tanto, la defensa, ejercida por el abogado
Sergio Casas, planteó una emoción violenta, habida cuenta de que el policía estaba alcoholizado y respondió a una agresión previa. Además, sostuvo que el uniformado, quien estaba con carpeta médica (y por lo tanto no podía portar armas), había sido amenazado por un clan de la zona sudoeste que poco antes había baleado a su hermana, también policía –y que había disparado contra el frente de su casa y amenazado a su hija–, y que no disparó con la intención de matar.
Sin embargo, la magistrada se pronunció por otra figura y, a pesar de dictaminar prisión efectiva, dispuso que el policía quede bajo la modalidad de arresto domiciliario hasta tanto el fallo esté firme.
El hecho ocurrió el 3 de abril de 2015, alrededor de las 6.15. cuando Vallejos arribó con un acompañante –quien terminó sobreseído– al local de McDonald’s de Corrientes y Pellegrini, donde se originó una discusión con un grupo de personas y posteriormente una pelea en la vía publica.
Según trascendió aquel día, el policía hizo un comentario discriminador a un ciudadano extranjero, lo que derivó en una escalada violenta que incluyó golpes.
De acuerdo con lo que se probó en el juicio, el policía fue hasta su Peugeot 407 y regresó con una pistola 9 milímetros, con la que comenzó a disparar en el exterior del local y también adentro, lo que quedó registrado en las cámaras de seguridad del negocio. Los tiros dejaron con heridas leves a algunos clientes, que recibieron esquirlas por el rebote de las balas. Un rato más tarde una patrulla detuvo en el lugar a Vallejos, quien tenía el arma en la mano.
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