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Estafa

Condenada por usurpar identidad

A Verónica le robaron el documento y le empezaron a llover las deudas. Una joven deberá purgar prisión condicional y devolver lo robado.


Cuando en julio de 2011 a Verónica le robaron en la parada de colectivo, pensó que lo peor ya había pasado. Nunca se imaginó que, años después, llegarían las intimaciones de comercios y financieras que le reclamaban por compras que nunca había hecho. Usando su documento robado, alguien había gastado en su nombre alrededor de 100 mil pesos, lo que llevó a Verónica a hacer una denuncia penal. La investigación llegó primero a una filmación en la que una mujer compraba con su DNI y después a una publicación de Facebook, a través de la cual identificaron a la sospechosa de 33 años. Ayer fue condenada a través de un juicio abreviado a dos años y seis meses de prisión condicional por cinco hechos de estafa.

“Fueron meses de mucha angustia porque no podía entender cómo podía ser tan fácil que alguien que ni siquiera se parecía a mí podía tomar mi identidad como si nada”, contó Verónica tras conocer la noticia de la condena.

Verónica R. tiene 46 años, tres DNI robados y un consejo: “Tenemos que tomar conciencia de que es muy necesario hacer las denuncias cuando se pierde un documento. Aunque signifique perder tiempo en las comisarías y no ser tratado bien, tener los comprobantes me salvó de una deuda de 100 mil pesos”. La mujer, que trabaja en el sector automotor, nunca se imaginó que el robo de un DNI podía terminar con una serie de estafas por parte de otra mujer 13 años menor, que usando su identidad hizo compras por alrededor de 100 mil pesos en 20 locales distintos.

El 20 de Julio de 2011 Verónica esperaba el colectivo a una cuadra de su casa cuando fue sorprendida por un ladrón armado con un cuchillo. El asaltante le robó su cartera donde, entre otras cosas, tenía guardado el DNI. Como otras dos veces que le robaron el documento, Verónica hizo la denuncia en la comisaría correspondiente. Cuatro años después y cuando ya había quedado en el olvido lo sucedido, una llamada de Movistar la notificaba de una deuda con la empresa en la que nunca había comprado nada. En los días siguientes, empezaron a llegar las notificaciones que la intimaban a pagar deudas por compras y préstamos que nunca había adquirido.

Una impostora se había dedicado a comprar en su nombre en grandes casas de electrodomésticos. A través de créditos, que conseguía en los locales o en financieras, adquirió nueve celulares (de los cuales dos eran de la empresa Claro, otros dos de Movistar y un par más de alta gama), calzado, un horno eléctrico, una heladera, dos juegos de parlantes, un estéreo, una mochila, una aspiradora, una notebook.

Incluso, para la compra de los teléfonos de alta gama, la impostora sacó una tarjeta de crédito a nombre de Verónica.

Apenas empezaron a llegar las intimaciones, Verónica hizo la denuncia en el Ministerio Público de la Acusación. La investigación de la estafa recayó en el fiscal Fernando Dalmau y Verónica trabajó con la Fiscalía a la par.

Primero encontraron una filmación de un local de Compumundo, en la que se veía a una mujer comprando con su DNI. Después, el fiscal llegó hasta un perfil de Facebook donde una mujer publicitaba en el muro de una protectora de animales un servicio de peluquería para mascotas. Como contacto dejaba un número de celular que coincidía con uno de los adquiridos de manera fraudulenta.

“Empezamos a seguirle el rastro y a descubrir todos los locales donde había comprado usando mi identidad. Yo quería esclarecer esta situación que me angustiaba mucho. A medida que pasaba el tiempo ella usaba más información mía, mi dirección, ocupación, y todo eso me asustaba mucho. Una de las últimas veces fue a sacar una tarjeta a un supermercado que quedaba cerca de mi casa. Ahí no dormí por una semana”, contó Verónica.

Después de recabar varias pruebas, en junio del año pasado personal policial llegó hasta una casa ubicada en Vera Mújica al 4000 donde se detuvo a Liana Colman, la mujer de 33 años sospechada de las estafas.

En la vivienda secuestró parte de los objetos comprados de manera ilícita. Días después, la arrestada fue sometida a una audiencia imputativa en la que Dalmau le achacó 5 hechos de estafa y encubrimiento. La acusada prefirió abstenerse y luego de un cuarto intermedio y un acuerdo de partes, el juez Juan Carlos Curto dispuso un arresto domiciliario por 90 días con el compromiso por parte de la mujer de devolver el resto de los objetos que había comprado. Cuando fue identificada y detenida, Verónica sintió un alivio, aunque hubo algo que no la dejó tranquila: nunca encontraron el DNI que posibilitó las estafas.

Ayer, Liana Colman fue condenada por los cinco hechos de estafa a dos años y seis meses de prisión condicional, a través de un juicio abreviado acordado entre su abogado defensor Leopoldo Montiel y el fiscal Dalmau, y homologado por el juez Juan Carlos Curto. El arreglo también incluyó el decomiso de todo lo que compró que fue entregado al Hogar de Menores Madres, ubicado en Callao al 200.

Verónica se mostró satisfecha con que la Justicia haya actuado, aunque contó que todavía tiene problemas por las deudas contraídas por su usurpadora. “Hace poco fui a comprar un lavarropas y me saltó que tenía deudas, tuve que volver a aclarar todo. Jamás me imaginé que podía pasar algo así. Dicen que es algo común, pero yo no podía creer que alguien se hiciera pasar por mí tan fácilmente, cuando ni siquiera somos parecidas físicamente”, concluyó.

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