Espectáculos

Concierto por los 50 años de la Sinfónica

Velada de Gala de la Orquesta Sinfónica Provincial de Rosario, que se realiza esta noche a las 21 hs en el Círculo, festejando el quincuagésimo aniversario. El director Nicolás Rauss y el compositor Luis Mucillo hablan con El Ciudadano. Por Javier Hernández.

el maestro Rauss en pleno ensayo
el maestro Rauss en pleno ensayo

En el marco de los festejos por el quincuagésimo aniversario de la Sinfónica Provincial de Rosario, esta noche, desde las 21, en el teatro El Círculo (Laprida y Mendoza), la reconocida orquesta brindará un concierto que contará con la presencia de su director titular, el suizo Nicolas Rauss, y el pianista Bertand Giraud.

Dividido en cuatro partes, el programa se inicia con la “Obertura trágica”, de Johannes Brahms que, como contó Rauss (director y mentor de la selección compositiva) a El Ciudadano, “es una obra que indaga muy profundamente en el dolor humano, en el dolor existencial”.

Sin embargo, no todo es angustia y sufrimiento, y así la gala continuará con el “Concierto para piano en La menor”, de Robert Schumann, la “Mabinogion, suite para orquesta”, de Luis Mucillo (compuesta especialmente) y la “Suite del Caballero de la rosa”, de Richard Strauss.

“Pusimos dos obras de música sinfónica romántica, Brahms y Schumann, para hacer algo típicamente sinfónico, pero terminamos con una gran fiesta de cumpleaños, porque la «Suite del Caballero de la rosa» termina con mucho champagne (risas)”, comentó Rauss.

Un día como hoy, pero de 1960, las marquesinas del primer coliseo local de Laprida y Mendoza, anunciaban el primer concierto de la Orquesta bajo la dirección de Olgerts Bistevins. Cincuenta años después, su actual director reflexionó sobre su paso por la institución: “Me da la impresión que la orquesta está progresando mucho, haciendo algo valioso, digno y creativo porque la «Suite del Caballero de la rosa», de  Strauss, es muy placentera, pero a la vez, muy difícil en algunos lugares”, al tiempo que remarcó: “Realmente hace dos años, no sé si hubiéramos podido hacerla”.

En el terreno de la reflexión, Rauss comentó: “Siempre trato de buscar en las obras lo que me parece extraordinario y formidable, lo que hace que valga la pena tocarlas hoy. Me interesan aquellas cosas que realmente nos pueden cambiar el humor de un día, o darnos cuenta que eso puede ser una razón más para vivir”.

Trazando un paralelismo con otros géneros musicales, Rauss dijo : “Como director, siempre utilizo los ensayos para hacer reflexionar a los músicos un poquito sobre lo que estamos haciendo; yendo a lo sensible para que así nos expresemos como si fuéramos un conjunto de rock. En una orquesta sinfónica, a veces, no todos están en la misma onda. Siempre hay que buscar que estemos los 80 creyendo a mil en lo que hacemos”.

No ajena a las circunstancias sociopolíticas de la provincia, la Orquesta ha sufrido una serie de conflictos a lo largo de su historia. “Yo no estaba todavía acá, pero en una época no juntaban más de once músicos estables. Yo tuve suerte, porque cuando llegué, las cosas mejoraron por si mismas”, comentó el reconocido director.

Basada en una historia de amor entre una condesa que se enamora de un joven al que dobla en edad, la “Suite del Caballero de la rosa”, como contó el director de la Sinfónica, “es una obra que trata sobre el renunciamiento  al amor. El medio de esa obra, corresponde a un trío de cantantes donde se percibe esa idea del renunciamiento al amor”; y aclaró: “Pero lo toma bien, es un renunciamiento poético”.      

Propiciando la incorporación de una obra latinoamericana, para este concierto, Rauss encargó al compositor rosarino Luis Mucillo la creación de una obra especial y así surgió “Mabinogion, suite para orquesta”.

“Yo tengo una simpatía con la escritura de Mucillo que es contemporánea pero siempre muy sensible y poética, es por eso que le encargué esta obra para homenajear a la Orquesta”, comentó el director.

Tratando de expresar con palabras el sentimiento que provoca la obra a nivel musical, en este sentido, Rauss explicó: “La obra de Mucillo quizás no sea fuerte de carácter pero es una obra que va muy lejos en la imaginación poética. De las tres, es la mas contemplativa de carácter, es una obra muy sensible”.

Por su parte, en dialogo con El Ciudadano, Mucillo reconoció que su intención no fue hacer una obra con un tono exageradamente festivo, pero como dijo, “tenía que tener algo como de celebración dada la orquesta”.

Tratando de desgranar la obra en su génesis, su creador expresó: “Conozco esta orquesta de la época en que yo era adolescente y que estudiaba música; lo asocié  a los recuerdos de aquella época. Una cosa que me interesó siempre fue la literatura medieval y la mitología céltica, por lo que decidí poner un poco de eso en la obra que me pidieron”.

A nivel musical, Mucillo contó que en la obra “hay una unidad fuerte de los cuatro números de la suite que hace que esto funcione como una especie de pequeña sinfonía. Es una música que habita una suerte de universo un poco ambiguo: no es ni tonal ni atonal”, detalló.

En cuanto al dialogo que la obra de Mucillo mantiene con el resto del programa, y tal como lo explicó su autor, “se trata de una obra que intenta transportar a una región, casi de cuento de hadas”. Así, describiendo su génesis, el compositor dijo: “Es una música que sin ser directamente narrativa, contemplaese aspecto casi «chamanístico» de cierto tipo de poesía de narrativa arcaica”.

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