Los hospitales de niños Víctor J. Vilela y el Roberto Carra (Zona Norte) se sumaron a un nuevo desafío que incluye la salud infantil: el de la educación hospitalaria mediante un aula virtual. La iniciativa se desarrolla desde esta semana y permite que los pequeños internados, sea por un accidente, o por una enfermedad crónica, no pierdan el ciclo lectivo y sigan estudiando: “Claro que con una computadora es todo mucho más piola para los chicos”, graficó el director del centro de salud de la zona norte, Hernán Oddone.
Es así como el Zona Norte cuenta con diez equipos y el Vilela con veinte, aunque este último no pudo ejercer el aula virtual durante el ciclo lectivo que se termina por un error en la conexión inalámbrica. El método consiste en que los chicos internados tienen la asistencia de sus maestras hospitalarias inclusive sin tener que moverse desde su cama, todo gracias a la conexión wi-fi y las computadoras personales que fueron entregadas a los nosocomios infantiles.
Tal cual detalló el director Oddone, en zona norte hay un aula donde se ha capacitado a los docentes hospitalarios acerca de esta nueva herramienta. “La idea es que se traten los mismos temas que en la escuela, para que el niño o la niña internados no pierdan su continuidad. En este caso, los métodos tecnológicos y adecuados de la informática llegan para estimular a los chicos, para trabajar sobre su potencial. Porque no olvidemos que a pesar de estar internados por un problema físico, su intelecto está intacto y seguir conectándolos a su día a día es importante”, afirmó.
Aunque el director reconoció que “es mínimo” el porcentaje de chicos que se muestran entusiasmados con “seguir en la escuela dentro del hospital”, marcó que el aula virtual es un aliciente de por sí: “Con la computadora todo es mucho más piola y los chicos se enganchan fácilmente”.
Escuela hospitalaria 2.0
Analía Del Sol y Marcela López son las maestras encargadas de la escuela hospitalaria en el Vilela. Desde hace años, las docentes trabajan las currículas de cada año con aquellos niños o niñas internados, que tengan entre 6 y 13 años (alumnos de primero y séptimo grado).
La escuela hospital Nº1391 trabaja con los sectores de pediatría de los dos hospitales de niños, el Provincial y el Centenario, y a lo largo de 2013 ha trabajado con unos 600 chicos en total.
Este equipo, también integrado por docentes de tecnología, matemática e inglés, trabaja por la educación del niño o niña internados de acuerdo al programa de su escuela.
Al llegar un niño a internarse, estas maestras se contactan con la escuela de origen para saber qué temática se está abarcando y con eso continuar el aprendizaje del niño. Una vez finalizada su internación, se entrega al colegio del chico un certificado que indica que el paciente siguió con sus estudios de acuerdo al nivel al que pertenece.
Ambas aclararon que “no se realizan evaluaciones de contenidos, sólo se trabaja con entablar un vínculo de confianza y luego ponerse a tono con los temas a trabajar”.
Si bien esta enseñanza se puede ver sujeta al estado del niño (puede estar dolorido, o sin ánimo de acuerdo a su situación) las docentes buscan ganarse su confianza y desde allí trabajar con los temas que están brindando en su colegio. Claro que este accionar que realizan desde hace años resultará mucho más ameno y dinámico con el “aula virtual” que esperan poder activar en el próximo ciclo lectivo. Mientras tanto, la experiencia de aula virtual ya se ha llevado a cabo en el sector de oncología, donde la fundación del Vilela otorgó un monto de computadoras que son utilizadas a diario con los internados en dicho sector.
Por su parte, en el Hospital de Niños Zona Norte, las diez máquinas estuvieron en funcionamiento a los pocos días de recibidas y “la experiencia fue grandiosa. Los chicos se engancharon mucho y hubo contenidos que se aprendieron un poco más rápido que los enseñados de la manera convencional”, mencionó una de sus docentes.
Mientras tanto, en el Vilela siguen a la espera del cargo de maestra de nivel inicial para poder así trabajar con los niños de edad preescolar.
“También debemos tener en cuenta que los chicos que se internan aquí son de familias humildes y puede que no hayan tenido nunca acceso a una computadora, por ende, esta posibilidad también los sumergirá en un mundo nuevo de las comunicaciones y ese entusiasmo está bueno para que aprendan”, dijeron las maestras que esperan que su labor sea mayormente reconocida hasta en el mismo hospital. “No somos entretenedoras de niños, somos docentes. Estamos aquí para educar a los chicos”, concluyeron.
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