Quizás sea un mojón para pensar en la recuperación. En la tabla sólo sumó un punto, no es mucho para lo poco que tiene. Pero en el ánimo cosechó mucho más. Porque estaba derrumbado y logró levantarse. Porque demostró, como reza el dicho popular, que no está muerto quien pelea y que aún con todas sus limitaciones y falencias, hay algo de orgullo con el que intenta revertir este mal momento.
Newell’s empató 3-3 en Victoria ante Tigre en un partido que tenía perdido y en que se recuperó en el segundo tiempo con mucha entrega, solidaridad y algo de juego. Lo pudo haber ganado si Javier García no se lo hubiera tapado a Ignacio Scocco o si Mauro Formica hubiera estado más certero con ese cabezazo casi abajo del arco que salió apenas desviado. También lo pudo perder si no fuera porque Luciano Pocrnjic se redimió tras la infantil infracción que cometió y le tapó el penal a Jorge Rodríguez.
El primer tiempo fue otra pesadilla como las tantas que Newell’s sufre cada vez que sale del Parque. Arrancó dormido como casi siempre y a los cuatro minutos ya estaba abajo. Lucas Janson hizo un golazo, pero lo dejaron recibir, acomodarse y patear. Cada vez que el Matador aceleró en los últimos metros desnudó las enormes falencias leprosas para el retroceso. Y como nadie lo ayudó a Luciano Pocrnjic, Tigre aprovechó la fragilidad para estirar la ventaja a 3-0.
Pero en el complemento resucitó. Herido en su orgullo, queriendo demostrar que aún pese a todos los golpes que recibe y las adversidades que se le presentan, no está vencido. El aporte de Mauro Formica fue importante para que la Lepra tuviera más juego, Daniel Mancini se sintió mejor como volante de contención. Y Tigre demostró que también le cuesta muchísimo.
Emanuel Insúa marcó el segundo y al instante lo empató Nacho Scocco. Y de ahí en más pudo ser para cualquiera. Se lució García ante Scocco. Y en la contra, Andrés Merlos cobró un penal que Pocrnjic le tapó a Rodríguez y cuyo rebote salvó Leandro Fernández en la línea.
Fue un empate de esos que no aportan demasiado en la tabla, pero que ayudan a recuperar confianza. Para mostrar (y mostrarse) que aún se puede.
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