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Básquet

Con la mitad del camino recorrido, el balance de cara a la recta final de la Liga Federal

Tras los primeros ocho juegos de los equipos rosarinos en la tercera categoría nacional, es tiempo de analizar y proyectar. La palabra de sus entrenadores y la mirada de El Hincha


Fotos de Juanjo Cavalcante.

La mitad exacta del recorrido y el final de los atenuantes. Para los equipos rosarinos que participan en la Liga Federal pasó la etapa de prueba, de adaptación. La pretemporada corta es parte de la historia ya lejana y los resultados de los primeros ocho juegos ubicaron a los seis elencos de la ciudad en diferentes escalones con la frialdad de los números, pero no tan alejado de la meritocracia del rendimiento.

Gimnasia es el elenco rosarino mejor ubicado, en el segundo puesto en récord detrás de Regatas (7-1) y tercero por el desempate por ahora desfavorable ante Belgrano (5-3). La abundancia del plantel mensana chocó contra una realidad tan incontrastable como difícil de resolver en los primeros cinco o seis juegos, la ausencia de Borsellino. Necesita construir liderazgo y conducción adentro y afuera para guiar un equipo que parece haberse encontrado en los últimos juegos pero que tiene mucho más para dar individual y colectivamente.

“El balance es positivo. Estamos entusiasmados, pero aún no conformes porque sabemos que todavía podemos dar más. Al ser un plantel que se ha modificado bastante desde la temporada anterior, creemos que el proceso de construcción ha sido muy positivo y ahora apostamos en las revanchas a elevar nuestro rendimiento”, contó Mariano Junco y aclaró: “Vemos a la zona como la más pareja del país y creemos que tenemos que seguir apostando a perseguir nuestras metas de identidad para cumplir el objetivo de jugar playoffs”.

Dentro del lote de los seis que estarán en la postemporada, Provincial (4-4) está por encima de Atalaya en el desempate. Los de Lalima mejoraron desde la llegada de Vicente Garello, pero también deben hallar consistencia desde sus jóvenes bases y encontrar esa vía de gol asidua que le falta desde el perímetro.

Luce como un equipo maleable, que trabaja desde lo táctico para oponerse a cada rival y desde ese apego al plan logró triunfos importantes. Pero atención que tampoco es una sorpresa, ya que no cualquiera cuenta con fichas como Fernández o Garello.

“Creo que en cuanto a resultados estamos bien, aunque tendríamos que tener alguna victoria más por cómo se desarrollaron los partidos. Pero esta competición tan pareja hace que tengas lo que te corresponde o lo que merecés. A mejorar hay muchas cosas, somos un equipo nuevo, en construcción, que llevamos juntos 80 días nada más. Tenemos mucho margen de mejora y en eso insistimos en cada entreno y partido”, analizó Gustavo Lalima con su claridad de siempre y lo redondeó: “Tenemos que ser el mejor equipo posible todos los días”.

En el mismo escalón está Atalaya, otro equipo que suele apostar al juego de conjunto y al trabajo de bloque para elaborar cada victoria. El recambio que tiene en la base falta bajo el cesto y la superpoblación de aleros le permite poner en cancha un quinteto alto para suplir esa ausencia. Las lesiones le jugaron un mal trago y está claro que un poco más de gol no le vendría mal, pero se transformó en un rival de cuidado.

“El balance es positivo, en una zona tan dura como pareja estamos yendo de menor a mayor, afianzando a los jugadores nuevos a nuestra idea de juego y recuperando algunos jugadores que sufrieron molestias y estuvieron algunos juegos afuera, siempre hay cosas por mejorar quizás la regularidad durante el mismo juego sea un punto importante”, contó Andrés Malajovich Farruggia.

Fuera de la zona de playoffs, otros dos rosarinos están en la pelea con marca de 3-5 y la necesidad de ganar más que el resto en la segunda rueda para evitar quedar entre los tres que se irán a descansar temprano.

Temperley tiene la irregularidad de los pibes, la necesidad de porcentajes altos de tres puntos para ganar y el recambio limitado. Pero también tiene apego a su idea, intensidad para llevarlo a cabo y hambre de modificar el destino que lucía marcado.

“Lo positivo es que el equipo está bien mentalmente para afrontar los desafíos que tenemos para la segunda vuelta del Federal. Nos repusimos como equipo de algunas caídas que fueron dolorosas en su momento, pero rápidamente volvimos a enfocarnos en mejorar nuestro juego y entender que el ganar o perder va a ser consecuencia de esa mejora”, detalló el entrenador Marcelo Roig.

“Creo que tenemos que ser más consistente con nuestro juego durante mayor cantidad de minutos, tanto atrás como adelante. Imponer nuestro estilo, manejar el ritmo. Pero obviamente que los rivales también juegan y ahí está nuestro desafío para lo que resta de la temporada”, finalizó.

Por su parte, Cristian Le Bihan es tan claro, explosivo y contundente como su Sportsmen cuando encuentra el juego que tanto le gusta: “El balance es sumamente regular, jugamos un torneo de hombres con cabeza de niños”.

“Tenemos que mejorar todo, arriba y abajo”, resaltó el entrenador del Verde, que en resultados tuvo los vaivenes que también a veces mostró el equipo durante los partidos: arrancó con dos derrotas, después ganó tres seguidos y luego perdió otros tres.

Le falta el asesino del aro que le dé gol confiable en todos los juegos, y así como su dupla de internos inicial es buena, el recambio es poco en esos puestos. La juventud es un arma de doble filo y la confianza termina siendo a veces más importante que el sistema de juego. Para ganar hay que creer y Sportsmen no siempre se la cree.

Atrás en la tabla está Náutico, que se asume con la idea de elenco austero y el objetivo de generar un espacio de competencia superadora para jugadores del club y proyectar jóvenes. Pero a pesar de que nadie se asusta ni exagera, a nadie le gusta estar 1-7.

“Se nos está haciendo muy difícil el nivel. Tenemos que estar al 100 por ciento en defensa y ataque. Fuimos corrigiendo varias cosas, pero cuando no estamos efectivos en ofensiva lo sentimos muchos y se nos complican o los inicios o los cierres”, reconoció Gustavo Móndolo, con sinceridad y análisis del cuadro de situación.

“Es un equipo muy joven y sabíamos que íbamos a lidiar con esto, porque es la idea, la propuesta y el proyecto que tenemos. Hubo partidos en los que estuvimos para ganarlo y errores nos lo impidieron. Tenemos que mejorar la concentración los 40 minutos y madurar en los momentos cruciales. El nivel de este torneo te exige. Lo positivo es que pudimos competir contra todos y que el grupo tiene máximo compromiso y respeto”, explicó.

“Todos queremos ganar, esperamos hacer una segunda ronda más completa y que esto nos sirva de experiencia”, cerró el entrenador del elenco de la ribera.

Este miércoles larga la segunda rueda, para rosarinos y nicoleños es el momento de la recta final hacia los playoffs y ocupar esas seis plazas para seguir en carrera.

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