Paola Cándido
Los efectos de la crisis económica se sienten en todos lados y uno de los rubros que más aumentó es el de los productos de limpieza. En paralelo a eso crecieron notablemente en la ciudad los pequeños comercios del tipo “todo suelto”, donde exclusivamente se venden artículos de higiene personal y para el hogar con valores que en muchos casos son hasta un 50 por ciento más bajos que en los grandes supermercados.
“La gente cambio sus hábitos por la crisis económica y hay diferencias con respecto a lo que era antes. Hace unos años que se venden más productos sueltos. No solo en cantidad sino también en variedad”, explicó uno de los comerciantes que tiene un negocio de este tipo en el centro.
Los comercios que venden productos de limpieza “todo suelto” como jabón para la ropa, suavizantes, lavandina, limpiadores y lavavajillas, también fueron sumando en el último tiempo alimentos para perros y gatos.
Leandro tiene un local desde hace 12 años y dijo que se agrandó la brecha por la necesidad de “estirar el sueldo lo que más se pueda frente a la crisis económica que atraviesa el país”. “Si los clientes compran por cantidad se les hace un descuento”, contó.
“Si se comparan los precios con un supermercado o un almacén, por ejemplo, el combo de detergente, jabón líquido y lavandina suma unos 215 pesos. Pero si se compra todo suelto los clientes pueden ahorrar unos 75 pesos”, explicó el comerciante.
En el negocio de Leandro un litro de detergente sale 40 pesos, el jabón líquido marca Ariel o Skip cuesta 70 pesos. Y el litro de lavandina, 30 pesos. Eso suma 140. “El cliente se ahorra la mitad y se llevan más cantidad de cada producto”, explicó.
Mónica es otra de las comerciante que tiene un local de “todo suelto” en barrio Pichincha. Está allí desde hace 13 años. Y asegura (en coincidencia con otros negocios) que desde hace casi tres años la demanda de productos aumentó un 50 por ciento “por la crisis”.
“La diferencia entre los valores que se exponen en las góndolas y los fraccionados es bastante importante. El ahorro es hasta un 60 por ciento en algunos casos ya que no se paga una primera marca”, dijo.
En el negocio de Mónica la mayoría de los productos se vende por litro. Algunos de los precios son: la lavandina a 30 pesos; el jabón líquido sale 80 pesos; el suavizante para ropa, 60 pesos; el detergente, 45 pesos; un destapacañerías, 120 pesos; el jabón el polvo Skip, $90, y el desengrasante cuesta $50.
En el lugar también hay fragancias para todos los gustos: pitanga, chipre, lavanda, pino, lumen, procenex, citronella, cherry, limón y flores dulces.
En tanto, el papel higiénico cuesta entre 15 y 20 pesos cada uno. Las dos unidades (por 50 metros) marca Nitidez sale 60 pesos. Y por seis unidades se puede comprar a 100 pesos.
Otro de los productos que se agregaron a los negocios de venta de todo suelto son los alimentos para perro y gatos. “También creció la demanda de comida para mascotas. Un kilo de comida para perros marca Sabrositos o Nutribon sale 60 pesos. La de gatos, la misma marca (por kilo), 88 pesos”, describió Mónica.
Los comerciantes de los artículos “todo suelto” coinciden en que este tipo de negocios son para los clientes apenas una parte de la estrategia de ahorro frente a la inflación. Los primeros negocios aparecieron en los barrios. Pero ahora ya se extendieron a distintos puntos de la ciudad.
La inflación de septiembre
La inflación de septiembre en los supermercados en la provincia de Santa Fe fue del 6,43 por ciento, en relación con el mes de agosto, según el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (Ceso).
Los incrementos mensuales de mayor fuerza fueron los rubros frutas y verduras (+11,01 por ciento), panificados (+10,98 %) y perfumería (+8,81 por ciento).
El costo de vida de un adulto equivalente para no ser indigente, representado por la canasta básica alimentaria estimada por el CESO para Santa Fe, fue de 5.676,79 pesos. Una familia tipo de cuatro integrantes necesitó 17.541,28 pesos para superar el nivel de indigencia.
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