David Ferrara
El básquet tiene esas situaciones increíbles que lo hacen uno de los deportes más emocionantes que se hayan creado, esos momentos que convierten una noche anodina en un evento para recordar, instantes en los que la sonrisa de algunos desaparece y la emoción estalla en otros. De todo a nada por un error y en un segundo, como si el destino se divirtiera, con una mueca de crueldad o de simpatía, depende del lado que se mire.
Sólo por esa idiosincrasia del básquet es posible entender ese abrazo multitudinario de Atlético Fisherton, ese grito enloquecido de Renzo Falcone, ese festejo de gol de Valentín Garello, esa invasión automática desde los dos costados de jugadores e hinchas tan incrédulos como exultantes por ganar un partido en el que diez segundos antes se imploraba para ir suplementario y que apenas 30 segundos atrás parecía derrota segura.
El 68 a 66 quedó pintado en el tablero automático hasta que el último espectador salió del estadio en el ocaso de una jornada que se vivió de manera muy especial para el dueño de casa con el regreso de Valentín Garello tras su paso por el básquet nacional y el italiano, pero que Calzada se ocupó de amargar durante largo rato en su carácter de convidado de piedra.
Es que los visitantes encontraron rápido la capacidad anotadora a larga distancia de Craia (22) y Abratte (13) para refrendar en ofensiva el buen trabajo desarrollado atrás para frenar a un Fisherton que tiene como premisa atacar el aro con rompimientos.
El dominio de los visitantes se fue apagando en la segunda mitad, cuando la “prepotencia” ofensiva de Falcone (16) y Garello (12 y 12 rebotes, 6 asistencias) se sumaron a la fluidez para el gol que aportó el Colo Escobar (20) durante toda la noche.
Fisherton llegó a pasar al frente y el segmento final creció en emotividad. Así y todo, Calzada llegó a situación propicia para ganarlo con doble largo de Abratte y simple de Díaz (13) a muy poco del final. Ese 66 a 63 se transformó en 66 a 64 e increíblemente en 66 a 66 tras una pérdida en terreno propio, y cuando lo peor que podía pasarle a los rojinegros era el suplementario, otro error le permitió cachetear a Falcone, que empezó a correr mientras Escobar tocó para Pansarasa y el largo pase del base halló nuevamente a Falcone para ganarle al reloj con la bandeja que coronó la contra letal y transformó un domingo cualquiera en una noche con sabor a épica.
GOLEO
FISHERTON 68: Escobar 20, Pansarasa 11, Sebben 5, Alarcón 0, Falcone 16, Chapero 2, Garello 12, Selser 0, Ludolini 2. DT: Jonatan Cuesta.
CALZADA 66: Craia 22, Díaz 13, Chavero 8, Martín 4, Necchi 6, Sirignano 0, Abratte 13. DT: Germán Andersen
TABLAS
Zona 1: Náutico 11 (5-1), Provincial 10 (4-2), Temperley 9 (4-1), Gimnasia 9 (4-1), Los Rosarinos Estudiantil 9 (3-3), Talleres VGG 9 (3-3), América 8 (4-0), Newell’s 8 (2-4), El Tala 7 (2-3), Tiro Suizo 7 (1-5), Unión y Progreso 6 (1-4), Ciclón 6 (1-4), Libertad 6 (1-4).
Zona 2: Sportsmen Unidos 11 (5-1), Atlantic Sportsmen 10 (5-0), Echesortu 10 (4-2), Atalaya 9 (4-1), Rosario Central 9 (3-3), Caova 8 (3-2), Regatas 8 (3-2), Atlético Fisherton 7 (2-3), Red Star de San Lorenzo 7 (1-5), Calzada 7 (1-5), Talleres de Arroyo Seco 6 (1-4), Alumni de Casilda 5 (1-3), Unión de Arroyo Seco 5 (1-3).
LA TAREA DE GARELLO
Valentín Garello volvió al club en el que se inició en el básquet con 12 puntos, 12 rebotes, 6 asistencias, 2 tapas y 2 recuperos.
“No había mejor forma de imaginar el regreso, ganando en la última bola, acá de local con toda la gente del club. Es una alegría muy grande y es una picardía que me robe la cámara ahora, porque la verdad es que los chicos estuvieron increíbles, sobre todo Renzo, y me regalaron la victoria”, contó Garello.
MUCHO PÚBLICO
Muy buena cantidad de público se acercó a acompañar a ambos elencos, y se destacó Vicente Garello, hermano de Valentín y que cerró su campaña en la Liga con San Martín Corrientes por lesión.
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