Política

Ni doblar ni romper

Con el telescopio apuntando a 2023, el radicalismo tuvo su cumbre en Santa Fe

El comité nacional y las bancadas legislativas debatieron la situación nacional y la agenda parlamentaria de 2022. La plana mayor de la UCR envió mensajes hacia adentro y hacia afuera: unidad interna y extendida, equilibrio con el PRO, puentes "históricos" al Partido Socialista


Foto: Télam

Con una previa hacia varios puntos cardinales, entre ellos una reunión con autoridades del Partido Socialista, una foto previa en el Monumento a la Bandera y un encuentro con el intendente Pablo Javkin y la titular del Concejo Municipal, María Eugenia Schmuck, el comité nacional de la Unión Cívica Radical y sus bloques legislativos nacionales se enfrascaron este viernes en el Puerto de Santa Fe a definir los ejes de una estrategia para el futuro, sobre el que la apuesta central es que sea –y con mucho– más trascendente que el presente. Aunque los detalles del debate interno irán trascendiendo a medida que transcurran los días, unas cuántas cosas ya quedaron claras sobre la mesa, y una de las principales es que la UCR, a pesar de sus propias tormentas internas, –o acaso por ellas– se autopercibe en franco crecimiento. Por ello, más allá de la discusión de una agenda legislativa propia para 2022, el foco principal apuntó a 2023, y el propio titular del partido, el gobernador jujeño Gerardo Morales, trazó las directrices de esa apuesta de máxima. Hacia adentro –y especialmente a las nuevas camadas de dirigentes que cobraron nueva talla en las pasadas elecciones, “unidad”; hacia el PRO la reafirmación de la pertenencia a Juntos por el Cambio, pero con otra “simetría”, y hacia el PS la idea de un “frente de frentes”. Una hoja de ruta que, si madura, sería la llave para el retorno no sólo a la Casa Gris sino a la Casa Rosada.

La cumbre radical deliberó formalmente este viernes, pero se inició bastante antes y se corporizó en fotos clave que tomaron el jueves. Una tuvo lugar en el Palacio de los Leones, donde entraron, además de Morales, los diputados nacionales Alfredo Cornejo (ex gobernador de Mendoza y ex titular del comité nacional de la UCR) y el cordobés Mario Negri (titular del bloque); los senadores nacionales Luis Naidenoff (Formosa) y Daniel Kroneberger (La Pampa) y los senadores nacionales por Santa Fe Dionisio Scarpin y Carolina Losada, y el diputado provincial Ariel Bermúdez.

Aunque formalmente el diálogo apuntó a la gestión municipal y sus problemáticas –transporte urbano, seguridad pública, inversiones y asignaciones presupuestarias nacionales– también tuvo su faceta política: Javkin, quien estuvo con Schmuck, es una de las figuras emergentes de las elecciones de 2019 con su partido propio (Creo) pero es una de las cartas del “panradicalismo” –perteneció a la UCR hasta 2017– y es uno de los nombres proyectables a la Casa Gris, aunque su fichaje es en el Frente Progresista, Cívico y Social, a distancia de Juntos por el Cambio.

Un día socialista

Otra de las fotos se tomó este viernes, y tuvo por protagonistas a los herederos de Alfredo Palacios. La comitiva radical, encabezada por Morales, hizo pie en el Congreso santafesino para una reunión que protagonizaron también referentes de la UCR de la provincia como el diputado nacional Mario Barletta, el titular del comité provincial de la UCR, Carlos Fascendini, vicegobernador de la provincia hasta 2019, y el diputado provincial Maximiliano Pullaro. Por el PS participaron la diputada provincial Clara García (viuda del ex gobernador Miguel Lifschitz), el titular de la Cámara, Pablo Farías; el diputado nacional Enrique Estévez, secretario general del PS Santa Fe.

Allí Morales despegó la idea de “una coalición más amplia que Juntos por el Cambio”, y después, al hablar con la prensa, recordó el “diálogo histórico permanente” entre el radicalismo y el socialismo y “las coincidencias sobre un proyecto de país”, de ambas fuerzas.

“Es la forma de construir en este 2022, pero también pensando en 2023, en el intento de construir una alternativa diferente que pueda aglutinarnos a todos”, mencionó Morales, quien también destacó la situación del radicalismo santafesino: “Está de pie, fortalecido”, marcó y lo ungió como “cabeza visible del triunfo de Juntos por el Cambio”.

Desde el socialismo, Farías expuso su satisfacción, aunque evitó hacer olas grandes: “En realidad es una reunión que hace tiempo veníamos planeando, tuvimos la visita del gobernador de Jujuy aquí en la Legislatura, mantenemos un muy buen diálogo con el radicalismo tanto a nivel provincial como nacional”, describió. Y advirtió: “Sobre las especulaciones para cuestiones electorales del año que viene, para nosotros falta mucho todavía. Nos interesa establecer relaciones, mantener un buen diálogo con Gerardo Morales que es un gran gobernador y un gran referente nacional. Hemos hablado de cosas que nos interesan a todos, como el federalismo, como mantener proyectos que nos ayuden ante los desequilibrios que este país tiene, la situación de la economía, la inseguridad, el déficit de vivienda. Creo que tenemos que trabajar en estos temas, antes de especular sobre aquello para lo que falta al menos un año. Preferimos que este sea un año de consolidación de las fuerzas y que las definiciones que tengan que ver con alianzas electorales queden para el momento adecuado”, completó.

Por su parte, Estévez se refirió a las declaraciones del ex gobernador Antonio Bonfatti, quien días atrás saludó la chance de un “frente de frentes”, pero también lo hizo con mesura: “Antonio lo que manifestó es lo que el socialismo ha manifestado siempre. No especulando sobre el futuro, sino remitiéndose a lo que es la historia del partido. Siempre el socialismo habló de la necesidad de poner las coincidencias sobre las diferencias, pero sobre la base de un programa que tenga la posibilidad de cambiarle la vida a la gente”.

 

Unidad sin que duela

No trascendieron –al menos a estado público– reuniones de los referentes radicales con el capítulo santafesino de sus socios en Juntos por el Cambio. Si en cambio mensajes que a la par fueron definiciones. “Nadie es dueño de Juntos por el Cambio, no aceptamos dueños ni pretendemos serlo”, dijo Morales al explayarse sobre el “rol simétrico” en la coalición. El pedido es claro: un nuevo tipo de equilibrio con el PRO, al que en las últimas Paso la UCR batió en la gran mayoría de distritos donde confrontaron, evidenciándose el histórico peso territorial del partido de Leandro Alem. Pero el mismo mensaje puertas afuera es el que se tendió puertas adentro del radicalismo “La sociedad está harta de las peleas de la política. Nosotros nos vamos a preparar para gobernar en 2023, pero lo primero es tener un plan, hacernos cargo de lo que hicimos mal, y dar a la sociedad las respuestas que requiere”, definió el jujeño.

Es que otra de las reuniones clave de Morales fue con el senador Martín Lousteau, cuyo entramado, la UCR Evolución, rompió con el bloque de diputados nacionales que conduce Mario Negri y conformó uno propio, de 12 legisladores de todo el país –el total de la bancada es de 45– con el también cordobés Rodrigo de Loredo a la cabeza. A nivel nacional, Negri recibió más avales para permanecer a la cabeza del bloque –en realidad del interbloque con el PRO y la Coalición Cívica– pero en su pago chico fue derrotado por Evolución. Morales está vendando la fractura.

Con todo, tras los encuentros las espadas radicales se enfrascaron en la fase protocolar de la reunión en Santa Fe, donde se habló de la situación económica, el proyecto de ley para reformar el Consejo de la Magistratura –producto de un fallo de la Corte Suprema–, y la estrategia parlamentaria para 2022.

Así, la agenda prevista incluyó un panel de los economistas Eduardo Levy Yeyati y Javier González Fraga –jaqueado por créditos a Vicentin–, otro a cargo del gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, el cordobés Negri, el mendocino Cornejo y el abogado y ex ministro de Justicia Ricardo Gil Lavedra, sobre la Justicia, y la deliberación de la agenda parlamentaria.

Tras el encuentro radical Morales tenía previsto viajar a Córdoba: su interlocutor allí será el gobernador Juan Schiaretti.

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