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El peor pecado

Con custodia, despidieron restos del cura Lorenzo, que se mató acusado de abusos

El arzobispo platense, Víctor Manuel Fernández, encabezó este miércoles la misa "de despedida" al ex capellán del Servicio Penitenciario bonaerense y confesor del condenado pedófilo Julio César Grassi, quien se quitó la vida tras un pedido de detención por las acusaciones de abuso sexual a menores


El arzobispo de La Plata, Víctor Manuel Fernández, encabezó este miércoles la misa “de despedida” al cura Eduardo Lorenzo, quien se suicidó luego de que la justicia pidiera su detención en una causa por abuso a varios menores de edad, y durante la homilía insistió en que el sacerdote era “una persona con muchas presiones internas”.

La ceremonia en la parroquia Inmaculada Madre de Dios de Gonnet, donde Lorenzo se desempeñó hasta que fue desplazado en medio de las denuncias de abuso sexual, comenzó después de las 9.30 custodiada por media docena de policías –ante rumores de una posible manifestación de protesta por parte de víctimas del cura– que no ocurrió.

 

El cura Eduardo Lorenzo se quitó la vida en la sede de Cáritas

 

“El objetivo único de la misa es rezar por el consuelo de los familiares del difunto, su hermano y el resto de la familia. Como ha sido un cura de la Diócesis ellos tienen derecho que nos reunamos por una oración”, dijo “Tucho” Fernández, antes de ingresar a la parroquia en calle 502 entre 15 y 16, que contó con una concurrida asistencia.

El arzobispo señaló que si bien Lorenzo, ex capellán del Servicio Penitenciario bonaerense y confesor del condenado cura pedófilo Julio César Grassi, estaba siendo investigado por la Justicia, “esta misa exequial es para darle consuelo a la familia que también sufre”.

“Yo entiendo el sufrimiento de las personas que han hecho acusaciones y esperaba que todo eso se pudiera aclarar, pero esta misa es para pedir el consuelo de sus familiares, y se entrega al difunto y se le pide perdón a Dios por sus pecados que espero que también lo pidan por mí cuando yo me muera”, agregó.

 

Ordenan detención del cura Lorenzo, pero el presunto abusador seguirá libre

 

En esa línea, dijo que desde la Iglesia “autocríticas hay muchas, porque en estas cosas uno sufre mucho ante la posibilidad de que haya alguien que haya sido abusado por un cura”. Y consideró: “Creo que es lo peor que le puede pasar a un obispo, enfrentar este tipo de cosas”.

Fernández, quien reemplazó a Héctor Aguer en el arzobispado de La Plata, negó que la ceremonia haya sido una provocación y aclaró que “no es un homenaje ni despedida en ese tono”, sino que una misa “que se ofrece como siempre en estos casos, por el consuelo de los familiares y que Dios purifique sus pecados”.

Lorenzo se suicidó en la noche del último lunes con un disparo en el pecho en un inmueble donde funciona la oficina de Caritas en La Plata y donde residía, tras un pedido de detención de la jueza de Garantías Marcela Garmendia por las acusaciones de haber abusado de al menos cinco menores de edad.

 

Lapidario informe psicológico del cura Eduardo Lorenzo, acusado de abuso sexual

 

“En una época se prohibía rezar por alguien que se haya suicidado, pero por eso yo dije que él estaba con mucha tensión, cualquier suicida elige eso por estar en un momento de mucha tensión, pero eso de negarse el rezo a alguien que se suicida ya no corre” en la Iglesia, explicó Fernández, sobre la decisión de realizar la misa.

El arzobispo precisó que no recibió ninguna carta pero que habló los últimos días con el cura y que lo notaba “muy mal”.

“Yo hace unos días había hablado con él, conversé un rato, me preocupaba que no tomara algo para la ansiedad por esta situación. Él decía que estaba muy mal pero nunca pensé que hasta este punto”, dijo a Télam el obispo.

Fernández señaló que la investigación por los abusos se reabrió el pasado el 31 de marzo y que desde entonces estuvieron “atentos a ver que aparecía”.

“Yo hice una investigación complementaria entre diciembre y marzo, desde ese momento las distintas acciones fueron prohibirle toda actividad con menores de edad y Lorenzo fue perdiendo las tareas que tenía en la Iglesia y finalmente pidió licencia en la parroquia”, apuntó.

“Nosotros colaboramos con la Justicia. Lamentablemente la muerte cortó todo ese proceso”, dijo y remarcó que la fiscal Ana Medina, quien pidió la detención a la jueza, tenía una investigación “muy exhaustiva con cientos y cientos de fojas y la esperanza de que se pudiera esclarecer la verdad”.

En relación a la aparición del arma con la que se quitó la vida el sacerdote, dijo que esas “son cosas que investiga la Justicia”.

El arzobispo platense dijo en varios momentos de la ceremonia que “Dios perdone y purifique y reciba a Eduardo, ya que él no abandona a ninguno de sus hijos”.

Lorenzo fue denunciado en 2008 por cinco jóvenes aunque la investigación fue archivada sin citarse a las víctimas, pero en marzo pasado el abogado Juan Pablo Gallego solicitó que la causa se vuelva a activar, lo que derivó en nuevas investigaciones.

Tras conocerse el suicidio, Gallego vinculó su muerte con algún tipo de protección a una red de encubrimiento, y aseguró que la “la causa no se cerró todavía”.

“La investigación por el abuso sexual se extinguirá por la muerte de Lorenzo, pero estará pendiente el encubrimiento ya que el abuso sexual quedó comprobado con la prueba producida con la orden de detención librada por Garmendia”, precisó el letrado a Télam.

Con respecto al suicidio que también puede tener relación con el encubrimiento, “se trata de una causa por separado, pero cayó también en la fiscalia de Medina porque estaba de turno”.

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