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Reflexiones

Con Cristina y trenes, Randazzo planta riel

Trepado a la euforia de gestos públicos (y privados) de Cristina de Kirchner, Florencio Randazzo estrenará su propio “ismo”. En otro capítulo de la saga trenes que lo desmarcó como ministro y presidenciable, y con la premisa híper K de venerar a la presidenta, Randazzo pondrá por primera vez en la calle, embanderado y con ADN propio, al randazzismo.


Trepado a la euforia de gestos públicos (y privados) de Cristina de Kirchner, Florencio Randazzo estrenará su propio “ismo”. En otro capítulo de la saga trenes que lo desmarcó como ministro y presidenciable, y con la premisa híper K de venerar a la presidenta, Randazzo pondrá por primera vez en la calle, embanderado y con ADN propio, al randazzismo.

El acto –que estaba pautado para el viernes y se reprogramó– se montó “para Cristina”, algo así como una ceremonia de celebración del ministro-candidato hacia la jefa que tiene, en sus manos, el don de potenciar o truncar el sueño presidencial del Flaco de Chivilcoy.

El debut de la tropa randazzista tiene un significado simbólico: buscar instalar como hecho consumado, en un movimiento quizá sobreactuado, que el ministro marcha a ser candidato presidencial y, más específicamente, el rival de Daniel Scioli en las primarias K de agosto próximo.

Sin que la presidenta haya oficializado una bendición, Randazzo se enfocó primero en despegar del malón de anotados híper K, que empezó un lento pero inexorable descreme, y en las últimas semanas se concentró en sellar con fuego una doble variable: que estará en el ring presidencial, no como candidato a gobernador, y que será “el candidato de Cristina”.

Método

El factor incertidumbre que el kirchnerismo ha patentado como método de centralidad política atenta contra esa urgencia porque, si se repiten los rituales K, la presidenta mostrará sus cartas sobre la hora. Flotan, frente a eso, dos cuestiones. Por un lado, su no definición resultaría, a priori, funcional a Scioli; por el otro, el reloj de arena de la retirada puede menguar el poder de fuego de Olivos y el poder de decisión de ahora puede, en dos meses, haber declinado.

El otro factor que inquieta a Randazzo es que entre la dirigencia híper K, del buró de La Cámpora a referentes protokirchneristas –entre enemistades como las que mantuvo con Julio de Vido, más allá de intentos de reconciliación– no consiguió todavía adquirir el volumen deseado. En este juego del equilibrio, pocos dirigentes se lanzan a hacer randazzismo a ciegas.

El ministro asume la regla matriz del dispositivo kirchnerista: su condición de endogámico, en que los dirigentes actúan para una audiencia unipersonal, la presidenta, porque es ella quien tiene la capacidad para repartir premios y castigos, visibilidades y silencios.

Como ensayo, algunos pivotan y se animan a, como primer paso, resistirse a una declaración genérica de los caciques del conurbano sur a favor de Scioli que se leería como un veto de carambola a Randazzo. Hay razones: los caciques, sólo preocupados en su pago chico, prefieren un esquema lineal de boleta unificada, que Gabriel Mariotto sintetizó en Scioli presidente-Randazzo gobernador, para evitar que una interna grande
desordene su propio territorio.

De a poco, desde Olivos, empezó a emitirse un mensaje que sostiene que Cristina asumió que la única chance de ganar es una primaria potente con dos candidatos a presidente. Las leyes, sobre todo las electorales, suelen ser maleables a los deseos del poder pero el escenario de una Paso inter K invita a creer que es inevitable que haya disputa en todos los planos y en gran parte de los territorios.

El acto de Randazzo junto a la presidenta para presentar 300 vagones para la línea Roca –la mandataria dijo que es particularmente emotiva, porque la usaba cuando de joven viajaba de La Plata a Capital– completa una semana randazzista en el calendario presidencial, en particular porque el tema ferroviario fue el principal, en materia de gestión, del último discurso ante la Asamblea Legislativa. Aunque el proyecto está encaminado y Randazzo dispuso, además, acciones por resolución interna, se supone que la presidenta revisitará el asunto trenes.

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