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Con asientos reservados

La investigación judicial local sobre el avión de Medical Jet que transportó casi una tonelada de cocaína a España determinó que dos colombianos proveyeron las butacas donde pudo esconderse la droga.

Los investigadores del contrabando de 944 kilos de cocaína que llegaron a España a bordo de un avión privado argentino en enero pasado determinaron que dos colombianos compraron asientos para la aeronave en la Capital Federal y ahora tratan de establecer si allí se escondió la droga.

Fuentes judiciales informaron que el juez en lo Penal Económico Alejandro Catania obtuvo este dato debido a que los extranjeros mantuvieron comunicaciones antes del envío de los estupefacientes con Gustavo Juliá, detenido por este hecho en Barcelona junto con su hermano Eduardo.

El magistrado pudo corroborar que todas las butacas que tiene el avión Challenger se compraron en un local del barrio porteño de Almagro y que corresponden a las que usan los pilotos, a otras cuatro que van en la cabina y dos sofá camas.

Si bien todavía no pudo ser determinado, Catania cree que en esas butacas fue escondida la cocaína que llegó a España.

Por otro lado, el juez pidió, a través de un exhorto, más documentación a dos empresas de Estados Unidos para determinar cómo fue la operación de leasing que le permitió a Gustavo Juliá alquilar el avión Challenger.

La intención es conocer si Juliá intervino en la operación en persona o lo hizo a través de algunas de las firmas que tiene radicadas en ese país.

El avión partió el 1º de enero pasado desde el aeropuerto internacional de Ezeiza, previa estadía en el aeródromo de Morón, rumbo a una primera escala en Cabo Verde y finalmente llegó al aeropuerto de El Prat, en Barcelona.

Allí, la Guardia Civil española detuvo a los hermanos Juliá, hijos de un brigadier ex jefe de la Fuerza Aérea Argentina, y a Luis Miret, quien viajaba como copiloto, ya que al revisar el avión hallaron 944 kilos de cocaína que estaban ocultos en la aeronave.

En España existe una causa en la que están detenidos los tres argentinos, mientras que en Argentina el juez Catania investiga si la cocaína salió del país y cómo fue acondicionada.

Para avanzar en la pesquisa, el magistrado pidió a España datos oficiales sobre la investigación, pero después de casi dos meses no obtuvo respuesta.

El juez quiere saber especialmente cómo estaba colocada la droga dentro del aparato y datos sobre la computadora de la nave que podrían ser centrales para la pesquisa, como por ejemplo los pesos de aterrizaje y despegue en Argentina y en la escala de Cabo Verde, antes de ser detenida en Barcelona.

En tanto, varios agentes aduaneros que declararon por el caso afirmaron que el avión no fue revisado en Ezeiza porque no había alerta de ninguna fuerza de seguridad que hiciera recaer sospechas sobre ese vuelo o sus ocupantes.

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