Este domingo los argentinos y las argentinas volverán a las urnas para definir, entre otras cuestiones, la futura conformación del Congreso de la Nación. De repetirse la tendencia de las Primarias Simultáneas Abiertas y Obligatorias de septiembre, el Frente de Todos perderá representación en el Senado y en Diputados, dando lugar el avance de Juntos Por el Cambio.
Desde el oficialismo acusaron recibo del mal desempeño la misma noche de 12 de septiembre, a partir de los números en en provincia de Buenos Aires y los principales distritos del país. Más allá de discursos en particular que negaron una derrota categórica, los datos hablan por sí solos. De mantenerse los resultados de las primarias, el Frente de Todos perdería 5 bancas en el Senado y Juntos Por el Cambio sumará cinco nuevas. La restante quedará a disposición de un partido provincial.
En este caso se renovará un tercio del Senado de la Nación y la mitad de la Cámara de Diputados. 127 bancas en el primer caso y 24 en el segundo, a partir del escrutinio en ocho provincias argentinas.
Competirán aquellas fuerzas que hayan superado el piso del 1,5% de los votos válidos emitidos el 12 de septiembre. Este dato puede resultar significativo, ya que los votos que fueron destinados a aquellas listas que no superaron el umbral, ahora serán dirigidos a las fuerzas que quedaron en carrera, modificando (o no) el mapa de las Paso.
Cambio de paradigma
Este fin de semana el Frente De Todos arriesgará la supremacía que hoy tiene en el poder legislativo. De repetirse los resultados, el oficialismo estará obligado a tejer alianzas para obtener quorum en el Senado y tendrá un panorama complejo en Diputados.
Ante una eventual pérdida del quórum propio, el oficialismo se vería en la necesidad de negociar con dos legisladores cuyos votos se convertirán en negociaciones imprescindibles: Alberto Weretilneck (Juntos Somos Río Negro) y Magdalena Solari Quintana (Frente Renovador de Misiones), quienes acompañaron la mayoría de iniciativas al Gobierno de Alberto Fernández.
En la actualidad, los 41 senadores del kirchnerismo más esos dos aliados sumaban 43 voluntades -no así los dos tercios, que son 48 votos- y un control a dedo de la Cámara alta por la mayoría absoluta propia del Cuerpo. No obstante, las modificaciones y escenarios parciales que se dieron en Santa Fe, Chubut, Corrientes, La Pampa y Córdoba dejarían lastimado al Frente de Todos y con seis legisladores menos, es decir, 35 votos.
En Santa Fe, la lista encabezada por Marcelo Lewandowski (Frente de Todos) fue la más votada de la provincia. Pero aún así, esos votos, sumados a los de la otra lista que compitió en la interna dentro del peronismo, no llegarían a vencer al acumulado que reunieron las listas que presentó Juntos Por el Cambio.
En ese caso, el Frente de Todos recuperaría solo una de las dos bancas que pone en juego, mientras que la fuerza encabezada por Carolina Losada y Dionisio Escarpín conservaría una banca y obtendría una más.
Diputados
En la Cámara de Diputados, las Paso dejaron resultados preocupantes para el oficialismo y Juntos por el Cambio incluso aspirará a convertirse en primera minoría. El peor escenario para el kirchnerismo es que las diferencias crezcan en noviembre y el quorum quede más cerca del macrismo.
La bancada oficialista arriesga en esta elección 51 de diputados de los 120 actuales, aunque con la proyección de las primarias reduciría su representación a 111 bancas. Juntos por el Cambio mejoraría su posición. Pone en juego en esta elección 60 bancas pero obtendría 62, con lo que pasaría a conformar una interbloque de 116 diputados.
En un Parlamento que continuaría altamente polarizado, también habría otros cambios. Los ultraliberales de Avanza Libertad estarían representado por primera vez en la Cámara baja con una bancada de 4 diputados. Mientras que el Frente de Izquierda (FIT), aumenta su actual bancada de 2 a 4 diputados. En tanto, Vamos con Vos –que encabeza el ex ministro Florencio Randazzo en la provincia de Buenos Aires— obtendría su banca y conformaría un bloque de 3 diputados en alianza con el lavagnismo.
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