Hace tiempo que el calor se instaló en Rosario y hay que tratar de disfrutar, en vez de sufrir, las altas temperaturas. Reposeras, gorros, anteojos, protector solar, y también repelentes de mosquitos son algunas de las cosas a tener en cuenta para disfrutar de las playas del Paraná, tanto desde el lado urbano como el isleño, que ya se convirtieron en un atractivo no sólo para rosarinos sino también para turistas que visitan la ciudad.
A la par de la puesta en valor de los balnearios de la zona norte, y las últimas obras viales que corren paralelas al Paraná, el río en sus dos márgenes pasó a constituir un atractivo turístico. No sólo por los balnearios, sino también por los deportes náuticos. Y con ello se potenciaron actividades comerciales como las de las guarderías y los servicios de lanchas que cruzan de ribera a ribera el famoso “río marrón”.
Una de las alternativas es el balneario La Florida, sobre la Avenida Carrasco. Además del chapuzón, se puede aprovechar para jugar al fútbol playa, beach voleibol y gimnasia aeróbica, entre otras atracciones programadas para este verano. La playa cuenta con 20 duchas en cada uno de los vestuarios –varones y mujeres–, servicio de guardavidas, seguridad privada, sala de atención médica y tres bares. El precio de la entrada es 9 pesos por persona (ver aparte).
En el caso de que no se tenga o no se quiera pagar para el remojón, la Rambla Catalunya I y II, en avenida Carrasco y Pedriel, conocida popularmente como La Florida no paga, ofrece unos 600 metros de costa y es masivamente visitada desde fines de siglo XIX. La zona es patrullada por policías y miembros de la GUM. Además, este año se concluyó la obra de intersección y desvío de desagües cloacales clandestinos –que estaban conectados ilegalmente a los conductos pluviales– que contaminaban el río en la zona norte, con lo que las aguas están más limpias que en temporadas anteriores.
Otra variante para disfrutar el Paraná, ya en el casco céntrico, es la Estación Fluvial, en Avenida Belgrano y Rioja, frente al Monumento Nacional a la Bandera. Allí lo que se ofrece es la posibilidad de cruzar a la zona de islas. El complejo cuenta con dos lanchas, una de 160 pasajeros y la restante de 100, más un barco con capacidad para 250 pasajeros. Todos tienen por destino los paradores isleños Vladimir y Deja Vu, pero desde allí existe la posibilidad de ir a otras playas. El pasaje de ida y vuelta para todas las embarcaciones cuesta 30 pesos, 10 más que el año pasado. Los menores de 6 años no pagan y hasta los 10 el costo es 15 pesos.
A partir de diciembre, ya se puede cruzar todos los días a partir de las 10. Los días de semana las lanchas salen cada una hora, y sábado y domingo lo hacen cada 30 minutos. Los fines de semana cruzan en promedio entre 3.000 y 3.500 personas, y los días de semana lo hacen aproximadamente unas 800.
El parador Vladimir tiene servicio de bar, seguridad, playas boyadas, servicio de guardavidas y alquiler de sombrillas y reposeras a 20 pesos, todo el día. Deja Vu tiene un resto bar que ofrece pescado de río, parrilla, sandwichería y ensaladas, entre otros platos. En relación al año pasado, los precios de los menúes aumentaron entre 20 y 30 por ciento.
Con todo, ahora se sumaron algunas promociones, como la Tarjeta Beneficios, que cuesta 50 pesos y habilita a cruzar por dos pasajes al precio de uno los días de semana. Además, se programaron sorteos y premios entre viajeros que se distribuirán en el transcurso de la temporada.
Pero La Fluvial también ofrece un paseo en el gomón Island Explorer, para 12 personas, a bordo del cual se recorren las islas llegando hasta el puente Rosario-Victoria. Cada viaje dura una hora y media. Para los adultos cuesta 80 pesos y la mitad para los chicos.
Otra posibilidad es el embarcadero Costa Alta, ubicado en el extremo norte de la ciudad, pasando La Florida. Se trata de un complejo que cuenta con un muelle de 500 metros de acceso exclusivamente peatonal, que lleva el nombre de Paseo del Caminante. Éste comunica el final de la playa La Florida con el desembarcadero desde donde zarpan las lanchas comerciales que realizan traslados a las islas con epicentro en el parador Isla Verde.
En Costa Alta las lanchas parten todos los días desde las 9, con una frecuencia de media hora. Tiene un ascensor con capacidad para 30 personas que no sólo permite el ascenso y descenso al sector del Paseo del Caminante y del muelle, sino que su estructura posibilita descubrir una visión privilegiada del río y las islas.
El predio de Isla Verde es de cuatro hectáreas y tiene parrilleros, sanitarios, 100 metros de arboleda, un bar donde se expenden bebidas, hielo, sánguches, sillas, mesas, entre otras comodidades. Hacia el este cuenta con una pequeña laguna hacia el lado del llamado Embudo, utilizado como cancha de remo y ubicado frente al estadio de Rosario Central. Cada fin de semana arriban allí alrededor de 800 personas, el doble de las que concurren los días de semana. El pasaje de ida y vuelta desde Costa Alta a Isla Verde cuesta 20 pesos, pero los niños de hasta 10 años no pagan.
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