El ministro de Economía, Amado Boudou, anticipó hoy que en la primera semana de diciembre comenzarán las negociaciones para regularizar la deuda con el Club de París.
Boudou confirmó por otra parte que ayer se reunió en Washington, junto con el canciller Héctor Timerman, con el número dos del Fondo Monetario Internacional, John Lipsky, con quien evaluó las reuniones del Grupo de los 20 (G-20) del año próximo, a la vez que formalizó la designación de Alfredo McLaughlin como representante argentino ante el organismo multilateral.
Según el titular del Palacio de Hacienda, la deuda en default con el Club de París era de 6.050 millones de dólares al 31 de diciembre de 2001 y a esa cifra hay que agregarle intereses y punitorios.
Boudou precisó que las negociaciones se llevarán a cabo en la capital gala, tras lo cual detalló que los compromisos fueron asumidos en un 49% por operaciones que datan de antes del retorno de la democracia en 1983; otro 9% fueron nuevos endeudamientos durante el período de Raúl Alfonsín; y el 42% restante corresponde a los ejercicios de Carlos Menem y Fernando de la Rúa.
“Se trata de compromisos que permanentemente cayeron en default y fueron renegociados”, indicó el ministro.
En cuanto a la agenda del G-20 del año próximo, dijo que será distinta, ya que habrá una sola reunión de líderes, en lugar de dos como hubo a partir de 2008 tras el estallido de la crisis en Wall Street.
El primer encuentro, a nivel de ministros, tendrá lugar en febrero del año próximo en París, mientras los líderes de los países miembros se darán cita en Cannes, en noviembre.
“Va a haber una agenda muy importante, sobre todo porque se prevé la participación de los ministros de Trabajo, que fue un pedido de la Presidenta de la Nación (Cristina Fernández de Kirchner) de incorporar a la OIT dentro de los organismos”, dijo el titular de la cartera económica durante una conferencia de prensa que brindó con el secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezoa.
“Estamos proponiendo que los ministros de Trabajo tengan reuniones para ir diseñando políticas que puedan coordinarse entre los países, porque entendemos que la única propuesta no debe ser siempre la flexibilización del mercado laboral, que la experiencia argentina demuestra que ha sido muy dañina”, dijo Boudou. Boudou consideró que “los problemas más serios que vemos para el año que viene, a nivel global, son por un lado el de las monedas y por otro las dificultades de las economías centrales para generar mayor volumen de trabajo, cosa que no sucede en la Argentina, en Brasil y en otros países”.
El ministro advirtió que no se aceptará que “la propuesta de salida de los problemas sea que los países emergentes ajustemos nuestra tasa de crecimiento y nuestras balanzas comerciales, que sean menores para resolver los problemas de los países centrales”.
“La Presidenta ya lo expresó en Seúl, al igual que Lula y el presidente de China (Hu Jintao), no vamos a aceptar este tipo de propuestas”, insistió el titular del Palacio de Hacienda.
Boudou destacó por otra parte, con respecto a la controversia en el Congreso nacional, que “nosotros queremos Presupuesto, pero no cualquier Presupuesto. No como (Raúl) Alfonsín, como (Carlos) Menem, o (Fernando) De la Rúa, porque si no es peor el remedio que la enfermedad”
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