Cultura

Durante marzo, a las 19,30

Comienza un ciclo de charlas y visionados sobre cine de terror en Videoteca

Denominadas Tertulias cinéfilas y con formato de ciclo titulado "Teoría y práctica del miedo en el cine", se trata de charlas abiertas sobre distintas temáticas donde se verán fragmentos de los films aludidos


Unas jornadas de charlas sobre cine de terror tendrán lugar durante marzo en el espacio del videoclub Videoteca (Entre Ríos 1772). Denominadas “Tertulias cinéfilas” y con formato de ciclo titulado Teoría y práctica del miedo en el cine, se trata de charlas abiertas sobre distintas temáticas donde se verán fragmentos de los films aludidos.

Las propuestas serán las siguientes: Taller de súper ocho Horror Film, a cargo de Emilio López, los días 4, 11, 17 y 28 de marzo; El terror, lo arcaico y los orígenes del cine, a cargo de Gustavo Galuppo, el 2 de marzo a las 19,30; El terror en sus formas contemporáneas / Ari Aster / Robert Eggers, a cargo de Juan Aguzzi, el jueves 9 de marzo 19,30; y El terror argentino en el periodo clásico, a cargo de Leandro Arteaga, el jueves 23, también a las 19,30. Teoría y práctica del miedo en el cine está auspiciado por Videoteca y El Eclipse (cine escrito).

El cine del pasado

La primera propuesta Fantasmagorías: el ultramundo, el miedo, lo arcaico,  y los orígenes del cine (jueves 2 de marzo a las 19,30) ofrecerá un recorrido que puede resumirse así: Las primeras imágenes proyectadas en un espectáculo público fueron el infierno, el demonio, los fantasmas, y los monstruos. Cuando en el siglo XVIII la Ilustración europea expulsa de “la razón” todo lo referente al ultramundo de la magia, un complejo imaginario ancestral quedaba a la deriva. Paradójicamente, un curioso aparato que no es sino otro producto del pensamiento científico-racional ilustrado será que el que recoja esas existencias virtuales para darles una sobrevida. Se trata de la linterna mágica, basada en el principio de la cámara oscura, que se convertirá en la base de una maquinaria espectacular llamada “Fantasmagoría”. Truco y efecto de la luz proyectada desde bambalinas dando cuerpo a entidades invisibles, tan aterradoras como requeridas por la orfandad de un mundo brutalmente desencantado.

Ese excéntrico espectáculo masivo llamado Fantasmagoría proliferó en los teatros de Europa entre 1790 y 1830. En sus aterradores trucos ilusionistas, las imágenes proyectadas nacían como un reservorio de huellas de lo antiguo, como el receptáculo de una idea mágica de mundo desterrada por el “desencantamiento” gestionado por el racionalismo y el capitalismo incipiente.

Si bien no existe un origen determinado del cine, es posible pensar la dimensión de sus imágenes desde ese punto, y en relación a los aparatos que surgirán inmediatamente, como la fotografía y la cronofotografía. En ese campo histórico de fecundas tensiones y contradicciones, entre la falacia del “progreso” mecanicista y la pervivencia del ultramundo arcaico, el cine dará sus primeros pasos, trastabillando entre la autoexhibición tecnológica y el gesto ilusionista. Y desde entonces, a conciencia o no, cada una de sus imágenes estará habitada por espectros arcaicos.  El miedo y el deseo de lo desconocido son la base del cine. La retribución, será siempre la ampliación del misterio.

 

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