Edición Impresa

Comienza juicio por el robo a sucursal del banco Río

Cuatro personas serán juzgadas desde hoy por el atraco cometido en enero de 2006 en Acasusso.

Hace casi 1.500 días, un grupo armado tomó por asalto la sucursal Acasusso del banco Río, mantuvo como rehenes a empleados y clientes y luego de varias horas en la que pidieron pizzas y gaseosas para los cautivos y hasta le cantaron el feliz cumpleaños a una abogada, eludieron a más de 200 policías que los habían cercado y escaparon con al menos ocho millones de dólares a bordo de un bote por las alcantarillas subterráneas. Desde la mañana de hoy, cuatro imputados comenzarán a ser juzgados por el llamado “robo del siglo”.

El debate, que comenzará a las 10, estará a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de San Isidro, presidido por María Elena Márquez e integrado por Alberto Ortolani y Gonzalo Aquino, y de los fiscales Eduardo Vaiani y Gastón Garbus.

Pese a que en las audiencias preliminares que encabezaron los jueces se trató de reducir la lista de testigos, está previsto que, especialmente a pedido de los fiscales, declaren 599 en tres meses, pero es intención de los magistrados incorporar varios de esos testimonios por lectura, señaló una fuente ligada a la causa.

Los juzgados son Rubén Alberto De la Torre, de 56 años; Fernando Araujo, de 41; Sebastián García Bolster, de 40, y Julián Zalloecheverría, de 51, quienes llegan al debate oral con prisiones morigeradas.

Los cuatro están acusados de “robo agravado con armas de fuego cuya aptitud para el disparo no pudiera tenerse por acreditada y en lugar poblado y en banda”, delito que prevé una pena de entre tres y diez años de cárcel y del cual se declaran inocentes.

Las fuentes dijeron que los fiscales intentarán endilgarles durante el proceso a los cuatro otras figuras como “privación ilegal de la libertad” y a De la Torre y Araujo “tenencia de arma de guerra” porque hay testigos que los vieron portando una escopeta que consideran que estaba en condiciones de disparar.

El “Robo del Siglo” ocurrió el 13 de enero de 2006 en la sucursal Acasusso del Banco Río, cuando cinco delincuentes robaron al menos ocho millones de dólares, joyas y alhajas de oro, brillantes, piedras preciosas, perlas, relojes, lapiceras y encendedores, según la elevación a juicio efectuada por el juez de San Isidro Rafael Sal Lari.

Los ladrones no sólo vaciaron las cajas de seguridad sino también obligaron a la jefa operativa del banco y al contador a abrir el tesoro de la entidad, debiendo soportar el retardo de su sistema de seguridad para sacar pesos y dólares.

El asalto se perpetró en medio de una toma de rehenes y los ladrones eludieron el cerco de 200 policías escapándose con el botín a bordo de un bote por las alcantarillas subterráneas.

Durante el episodio, los ladrones pidieron pizzas y gaseosas para los rehenes, le cantaron el feliz cumpleaños a una abogada y dejaron armas de juguete.

Cuando el grupo Halcón ingresó en la sucursal, sólo quedaban los clientes y los empleados que habían sido mantenidos cautivos, las cajas saqueadas y un curioso mensaje: “En barrio de ricachones sin armas ni rencores. Es sólo plata y no amores”.

Los delincuentes habían desaparecido y un mueble tapaba el túnel que llevaba al desagüe pluvial por donde habían huido.

De la Torre (ex comerciante) y Araujo (ex profesor de artes marciales y artista plástico) están sindicados como quienes entraron al banco en un auto y tomaron los rehenes.

En tanto, García Bolster (técnico electrónico) le endilgan haber construido el túnel y esperado en el bote para escapar con el botín y a Zalloecheverría (ex comerciante) ser quien estaba en la camioneta con la que finalmente escaparon.

Durante el juicio se espera escuchar el testimonio de gran parte de los 145 titulares de las cajas de seguridad que fueron saqueadas, los rehenes, empleados del banco, peritos y policías.

Entre los efectivos de mayor jerarquía declararán el entonces jefe de la Policía Bonaerense, Daniel Rago; el ex y actual superintendente de Investigaciones de la fuerza, Hugo Matzkin, y el ex jefe de la DDI San Isidro, Ángel Becerra, que estaban a cargo del operativo.

La declaración más esperada será la de la testigo reservada cuyo nombre debería haberse conocido en el juicio oral, pero se sabe desde un principio porque fue quien delató a la banda, Alicia Di Tullio, esposa de De la Torre, quien dijo que su marido había cometido el robo con otros cómplices con los que ya había estado preso.

Durante el debate, está prevista la incorporación de 218 pruebas tales como planos del banco, cientos de fotografías, escuchas telefónicas, imágenes de joyas y fotocopias de dólares secuestrados y entrecruzamientos de llamados efectuados con el sistema VAIC, el cual se exhibirá en un video ilustrativo.

En la causa hay otros dos imputados: uno es Mario Luis Vitette Sellanes, conocido como “El Uruguayo”, pero el juez Sal Lari no halló pruebas suficientes para enviarlo a juicio y ahora está detenido pero por otro robo menor.

Los fiscales siguen insistiendo en que Vitette era el jefe de la banda, “el hombre de traje gris” que, según mostraban ese día las cámaras de televisión aparecía negociando con la Policía, pero tiene como coartada que el día del robo estaba en Uruguay.

El otro acusado es Gastón de la Torre, hijo de Alberto, quien será juzgado en un segundo debate imputado de haber participado en la planificación del hecho y de haber escondido unos 900.000 dólares del botín junto con su primo Christian Lemos y su esposa Patricia Sosa.

Comentarios