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Ciudad de Buenos Aires

Comienza juicio contra una mujer penalizada por una “emergencia obstétrica”

Nacida en Venezuela y madre de dos hijos, la acusada enfrenta un pedido de prisión perpetua tras sufrir un "parto en avalancha", según explican distintos profesionales y organizaciones que la acompañan. Está detenida desde 2020

La mujer está detenida desde fines de 2020 y enfrenta pedido de prisión perpetua.

El juicio contra una mujer que está detenida acusada por homicidio agravado por el vínculo luego de expulsar un feto por una emergencia obstétrica comenzará este lunes en el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N° 30 de la ciudad de Buenos Aires, en el marco una causa en la que el Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels) exigió su inmediata liberación.

Las audiencias comenzarán a las 9.30 en la sede del tribunal, ubicado en Paraguay 1536, día en que declarará la acusada, y se extenderán el 15 y 18 de noviembre.

El debate estará a cargo de los jueces Luis María Rizzi, Guillermo Enrique Friele y Marcela Mónica Rodríguez y como fiscal intervendrá Graciela Alicia Gils Carbó, de la Fiscalía N° 26.

El hecho ocurrió el 15 de diciembre de 2020 cuando la mujer, de 43 años y oriunda de Venezuela, a la que llaman La China, tras una gestación de 38 semanas tuvo un evento obstétrico catalogado como “parto en avalancha”, en el cual expulsó un feto, el cordón umbilical y la placenta.

Según ella misma explicó en una carta escrita en su celda del Complejo Penitenciario de Ezeiza, no tenía conocimiento de su embarazo y había tenido eventos obstétricos similares en otras ocasiones en su país natal, por lo que depositó los restos con sangre envueltos en una manta en un contenedor de basura cercano a su casa en la zona del centro porteño.

Horas después un hombre halló el feto envuelto en una manta en la calle Lavalle al 1600 y dio aviso a la policía, por lo que una semana más tarde la mujer fue detenida y desde entonces se encuentra presa acusada de homicidio agravado por el vínculo, por lo que puede recibir una condena a prisión perpetua.

“Mentalmente, físicamente y hormonalmente nunca sentí ni padecí ningún síntoma común de embarazo: tuve sangrado menstrual mensualmente, sentía un cosquilleo como de dolor de panza normal, nunca me crecieron los pechos y el aumento de peso fue algo habitual para alguien que hace el cambio de vida que yo había hecho”, detalló la mujer en la misiva.

En el juicio se presentaron como amicus curiae en apoyo a la mujer el Cels, la Asociación de Pensamiento Penal, la Cooperativa Esquina Libertad y la Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustentables (Fundeps).

El Cels advirtió en un comunicado que el sistema penal desconoce la existencia de emergencias obstétricas, que “son bastante más comunes de lo que se cree” y las criminaliza “cuando quienes sufren esos eventos son mujeres pobres, migrantes, racializadas”.

Gastón Marano, su abogado defensor, dijo a Télam que la mujer presenta condiciones físicas y psiquiátricas que explican su versión de los hechos.

“Padece dos afecciones concomitantes. Una de esas la hace tener períodos menstruales sumamente irregulares, violentos y con expulsión de quistes desde los 15 años. Esto ha hecho que durante las gestas de embarazos que tuvo solamente haya adquirido conciencia de embarazo muy tardíamente o no la haya adquirido”, explicó a Télam el letrado sobre la mujer, que tiene dos hijos.

Además, indicó que presenta “una situación psiquiátrica acreditada por los dos máximos especialistas de la Argentina, Ezequiel Mercurio y Vanesa Maero Suparo, del Ministerio Público de la Defensa, que es el ‘trastorno de negación generalizada del embarazo’“.

Los peritos definieron a este trastorno como “la falta de conciencia subjetiva de estar embarazada y la diferencian del ocultamiento del embarazo”, citando un estudio en el que los autores estimaron que la negación del embarazo se da con una “frecuencia de 1 en 475 nacimientos”, según las organizaciones que se presentaron como amicus curiae.

“Está acreditado que sobre el feto nadie ejerció ningún tipo de violencia. Murió de una enfermedad placentaria grave”, añadió Marano, quien aseguró que “no tendría que existir carátula alguna”.

“Estamos ante un evento obstétrico, por fuera del dominio consciente de ella. El tratamiento debería haber sido de salud, no del sistema punitivo. Lamentablemente, el sistema judicial sigue criminalizando a las mujeres en estas situaciones”, advirtió.

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