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Comienza el juicio oral por el centro clandestino Orletti

Uno de los acusados es Eduardo Cabanillas, quien estuvo a cargo del II Cuerpo de Ejército en Rosario.

A partir de esta mañana a las 10 comenzarán a ser juzgados en Capital Federal los crímenes cometidos durante la última dictadura en el centro clandestino conocido como Automotores Orletti, en el que gran parte de las víctimas fueron uruguayos y de otros países latinoamericanos. Entre los acusados figura el general de división (retirado) Eduardo Rodolfo Cabanillas, quien ocupó la jefatura del Segundo Cuerpo de Ejército en Rosario en tiempos de la democracia y, desde ese cargo, fue uno de los más férreos opositores a la creación del Museo de la Memoria en la ex sede militar ubicada en la esquina de Córdoba y Moreno.

Las audiencias por la causa Orletti –su carátula es “Guillamondegui, Néstor Horacio y otros s/privación ilegal de la libertad agravada y otros”–, estarán a cargo del Tribunal Oral Federal 1 (TOF1) integrado por los jueces Oscar Amirante, Jorge Gettas y Adrián Federico Grünberg.

Los acusados son, además de Cabanillas, el comodoro (retirado) Néstor Horacio Guillamondegui y el coronel (retirado) Rubén Víctor Visuara. También, los ex “personal civil de inteligencia” de la Side Raúl Antonio Guglielminetti (quien además está siendo juzgado en el juicio por los centros clandestinos Atlético-Banco-Olimpo), Honorio Carlos Martínez Ruiz y Eduardo Alfredo Ruffo. Este último era integrante de la banda parapolicial que comandaba el fallecido Aníbal Gordon.

El centro clandestino Automotores Orletti funcionó entre mayo y noviembre de 1976 en un taller mecánico del barrio porteño de Flores, bajo el mando del entonces jefe de la Side (Secretaría de Inteligencia del Estado) general Otto Paladino, y en coordinación con el Ejército y fuerzas de seguridad de Uruguay.

Por Orletti pasaron más de 300 personas, incluido un grupo de uruguayos a quienes se los secuestró para robarles un botín de 10 millones de dólares que luego fue repartido entre la Side y el grupo de tareas que intervino en el operativo. Allí estuvieron también el hijo del escritor y poeta Juan Gelman, Marcelo, y su esposa, María Claudia Iruretagoyena, secuestrados el 24 de agosto de 1976 en el marco de la llamada Operación Cóndor, por la que coordinaron acciones represivas y de exterminio las dictaduras de la Argentina, Uruguay, Brasil, Paraguay, Chile y Bolivia.

Trece años después de su secuestro, en 1989, encontraron el cadáver de Marcelo Gelman. Su esposa continúa desaparecida, y la hija de ambos fue hallada por su abuelo, tras una larga búsqueda, hace 10 años en Uruguay. Las familias de Gelman, Iruretagoyena y Guillermo Binstock son patrocinadas en este juicio por el Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels), que además es querellante.

Los militares y ex agentes civiles implicados en la causa Orletti están procesados con prisión preventiva por privación ilegal de la libertad, imposición de tormentos y homicidio calificado en perjuicio de 65 víctimas, cargos que prevén condenas máximas de prisión perpetua.

La causa fue elevada a juicio por los casos que se les imputan a los ex represores argentinos, no así a los uruguayos implicados, quienes no podrán ser juzgados en la Argentina hasta que no cumplan las condenas impuestas en las causas de su país.

La nieta de Gelman es testigo

Macarena Gelman, nieta del poeta, declarará como testigo en el juicio oral y público por la causa Orletti, y ayer precisó que está citada por el Tribunal Oral para 5 de agosto próximo.

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