Ciudad

Zona noroeste

Comerciantes protestaron tras extorsiones donde les piden plata a cambio de no balearlos

Un grupo de vecinos del barrio 7 de Septiembre denunció que desde hace semanas son amenazados. Les piden sumas millonarias para no atentar contra los locales. Muchos mantuvieron sus puertas cerradas, pero acuden a las autoridades para poder trabajar. Protestaron frente al Centro de Justicia Penal


Una comerciante se encadenó este lunes en las barandas de la Sede de Gobernación para exigir custodia ante las extorsiones que recibe desde hace un mes junto con un grupo de vecinos de barrio 7 de Septiembre. Según denunciaron los titulares de los locales, desde el 6 de noviembre reciben amenazas de balas sino pagan una suma millonaria de dinero. Por precaución, optaron por cerrar los negocios pero este martes a la mañana fueron al Centro de Justicia Penal donde se reunieron con el fiscal Federico Rébola, de la Unidad Especializada de Balaceras en Rosario. Tras el reclamo, abrieron las puertas de sus locales bajo la custodia de un móvil policial.

“Me encadené porque la solución la quiero para ayer. Si no, no puedo abrir el negocio y trabajar. Es una cuestión de papeleo, pero nosotros necesitamos respuestas ya porque el problema lo tenemos hoy. Cerramos durante días. Si tenés que esperar hasta que resuelven la documentación no abrís más”, dijo la mujer a Canal Tres. Y agregó: “Para llamar la atención tenés que hacer cosas extremas. Yo ayer no mandé a mi nena a la escuela. Para que te den una medida urgente llegás a esto”.

Según señalaron, las amenazas alcanzaron a al menos a media docena de comerciantes de la zona noroeste de Rosario, donde limitan los barrios 7 de Septiembre y Fisherton Industrial.

Las extorsiones comenzaron con una peluquería canina a cuyos dueños les pidieron plata. Días después, le tiraron una bala con dos velas a otro comercio al que continuaron hostigando hasta que finalmente cerró sus puertas.

Otra de las modalidades es una nota extorsiva en la que indican llamar a un número de celular donde posteriormente les piden una suma de dinero que va desde los 300 mil al millón de pesos bajo la amenaza de ser baleado.

“El viernes fui a abrir mi local. Vino un masculino, me golpea el vidrio y como no le quería abrir porque estaba con guantes y todo el rostro tapado, me tira el papel, se toca la cintura y me dice «No te mato porque no quiero»”, dijo una comerciante.

Las amenazas alcanzaron a los familiares. “Me ubicaron porque mi cuñado es el dueño de la peluquería canina. Como no pagó me decían que tenía que pagar yo. Lo mismo pasó con una chica del autoservicio, que buscaron a la hermana porque no había pagado”, señaló una vecina a Radio 2.

En tanto, aseguran que pese a la custodia policial, las extorsiones continúan. “Ayer abrimos porque nos enviaron custodia policial. Pero una chica comerciante del barrio recibió un mensaje de WhatsApp, que usa para hacer pedidos, y le escribieron: ‘Te estamos mirando, te dijimos sin policías, ahora vas a tener noticias, te vamos a balear’. O sea nos siguen amenazando y no sabemos cómo seguir”, agregaron.

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