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Comenzó juicio por crimen de adolescente de 15 años

Por Carina Ortiz.- Un agente del Servicio Penitenciario de 32 años y su sobrino, de 25, integrante de la Patrulla Urbana de la UR II, enfrentan desde ayer un debate oral por el asesinato de un pibe de 15, ocurrido en zona oeste.

Miembros de las fuerzas de seguridad –un agente penitenciario y un policía– son juzgados desde ayer en los Tribunales provinciales por el asesinato de un adolescente de 15 años, ocurrida en mayo de 2010 luego de una presunta discusión. El penitenciario está acusado del homicidio de Brian López, mientras que el agente está imputado de encubrimiento. Durante la etapa de alegatos llevada a cabo en la mañana de ayer, la fiscalía solicitó que el agente penitenciario, de 32 años, sea condenado por el homicidio simple de Brian, de 16, mientras que el policía, de 25, fue acusado de encubrimiento e incumplimiento de los deberes de funcionario público. Por su parte, la defensa del imputado como homicida basó su teoría del caso en un exceso en la legítima defensa y los defensores del uniformado tildaron la imputación fiscal de errónea y equívoca sostuvieron que los acusados son parientes y que su cliente actuó conforme a la reglamentación. Posteriormente los imputados contaron su versión de los hechos.

Los jueces Carlos Carbone (presidente), Julio Kesuani y Edgardo Fertitta, forman parte del tribunal pluripersonal que, desde ayer, juzga al agente penitenciario Julio Gerardo Vanucci por el crimen de Brian López y Alan Colasso –integrante de la Policía santafesina– por incumplimiento de los deberes de funcionario público y encubrimiento.

En primer término expuso el fiscal Esteban Franichevich. El letrado refirió que el crimen se produjo la tarde del 14 de mayo de 2010 en Biedma y Pasaje 1870 (en la zona oeste) cuando el penitenciario mató de un disparo en la nuca a Brian (quien dos días antes había cumplido 16 años) después de una breve persecución. El funcionario judicial sostuvo que el homicidio se produjo con un arma de propiedad del acusado luego de un altercado doméstico y acusó a Vanucci por el delito de homicidio simple. Mientras que la defensa del acusado, a cargo de Luis Tomasevich, afirmó que probará la existencia de un exceso en la legítima defensa y refirió que la víctima gatilló en dos oportunidades contra su cliente y que éste realizó un disparo intimidatorio al aire.

Por su parte, el policía Alan Colasso –quien prestaba servicio en la Patrulla Urbana– fue acusado por el fiscal de incumplimiento de los deberes de funcionario público ya que no se ocupó del fallecido, no detuvo al procesado, no llamó a la Policía y no se ocupó de resguardar la prueba, a la vez que le achacó el delito de encubrimiento al entender que resguardó a Vanucci en su casa para luego llevarlo a la comisaría 13ª. En tanto, los defensores del policía, Eduardo Campisciano y Sebastián Pietrani, tildaron la acusación de errónea e inequívoca, explicaron que su cliente estaba circunstancialmente en el lugar y que no pudo llegar a la comisaría 19ª por el alboroto que había en el vecindario, por lo que trasladó al sospechoso hasta la seccional 13ª. Respecto al incumplimiento, apuntaron que su cliente es sobrino de Vanucci.

Los descargos de los acusados

Luego, el imputado Julio Vanucci se sentó en el estrado y realizó su exposición. El penitenciario sostuvo que el día del hecho llegó a la casa de su hermana, cuando ésta estaba discutiendo con otra persona por un parrillero. “Hablé tranquilo, ahí aparecieron dos personas que no conozco y me dijeron que iban a ser más hombres así mataban a un policía”, sostuvo el acusado, quien agregó que no le prestó importancia a esos dichos y que hizo lo mismo cuando le dijeron que sabían dónde vivía y que lo iban a matar a él y a su hija.

“Uno se metió la mano en el buzo como si tuviera un arma, lo corrí, me apunta, hago un disparo intimidatorio y cuando me acerco veo que le sale sangre y le saco el arma”, dijo Vanucci después. Según el acusado, Brian López estaba armado con un revólver calibre 38 tipo lechucero y que añadió que luego de que el adolescente resultara herido, él fue agredido a piedrazos por la gente del lugar, que su sobrino Alan lo resguardó y que se fueron a la casa de su hermana a curarse. Aclaró que no sabe dónde le pegó el tiro a la víctima y que se enteró que tenía un disparo en la nuca por las noticias.

El otro acusado, de 25 años, dijo que el día del crimen estaba en su casa con su mamá y que desde su domicilio observó la discusión y la actitud del menor. “Veo que ambos (su tío y Brian) corren, escucho una detonación y voy, veo que mi tío levanta algo del suelo, me lo muestra y era un arma” relató.

El policía aseveró también que trasladó a su tío a su casa para hacerle unas curaciones y de allí lo llevó a la seccional 19ª; como había mucha gente y para preservar su integridad y la de Vanucci, fue a la comisaría 13ª donde realizó su ingreso, aunque el personal del Comando Radioeléctrico no le dejó hacer el acta y lo detuvieron. El acusado aclaró que llamó al 911, que detuvo a su tío y que no asistió a López ni resguardó la prueba porque la gente comenzó a tirarles piedras.

Palabra de testigos

Luego fue el turno de testigos que describieron su vivencia del hecho. La primera en declarar fue una mujer que vive frente al lugar donde cayó herido el adolescente, quien aseguró que sintió un impacto y su hijo le dijo: “Le dieron al Brian”, que tras escuchar esto ella miró a la víctima y observó que se acercaban dos hombres armados, uno de ellos con dos armas aunque no pudo precisar cuál. Refirió que uno le mostró una credencial de policía y le dijo que iba a buscar una ambulancia y que luego ambos se retiraron cada uno por su lado.

Su hija dio un relato similar, pero al final sostuvo que los acusados se fueron juntos, que ambos estaban armados, aunque no pudo determinar cual de ellos tenía dos armas y que escuchó dos disparos.

Por su parte su otro hijo sostuvo que estaba en la galería de su casa y escuchó un disparo, se acercó y la persona que cometió “eso” se estaba yendo; refirió que se quedó al lado de López porque uno de los acusados estaba con dos armas y pensó que “se la quería poner”, aunque no pudo determinar cuál de los dos sospechosos era. Luego afirmó que estuvo todo el tiempo en el lugar, aunque cuando la defensa lo examinó, el joven sostuvo que escuchó un disparo, se asomó a la reja de su casa y vio cuando le dispararon al menor aunque dijo no acordarse bien quién accionó el arma.

Otro de los testigos que brindó su testimonio fue el vecino que estaba construyendo el parrillero en la vereda de la casa de Colasso. El hombre explicó que sufre de una enfermedad renal que no le permite trabajar por lo que decidió armar un parrillero para vender pollo o hamburguesas, pero la madre de uno de los imputados estaba enojada y discutieron.

El testigo refirió que, por la discusión, la mujer llamó por su celular y unos minutos después llegaron los acusados quienes le quisieron tirar el parrillero. El hombre sostuvo que ambos estaban armados, que Vanucci sacó un arma y que en ese momento un grupo de chicos (entre los que se encontraba la víctima) fueron a comprar una gaseosa y dijeron algo. El testigo agregó que cuando el acusado sacó el arma y los pibes corrieron, “yo pensé que me iba a dar a mí, corrieron y se escucharon cuatro o cinco tiros”.

Tras esto, Brian cayó gravemente herido y fue trasladado en un auto particular hasta el Hospital de Emergencias, donde falleció.

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