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Colombia tuvo la elección más “tranquila” de los últimos años

Los primeros datos de un lento escrutinio confirmaban la ventaja del uribismo en el Parlamento.

Los colombianos votaron ayer en unas “tranquilas” elecciones legislativas para renovar al Congreso que acompañará al sucesor del actual mandatario, Álvaro Uribe Vélez, y según los primeros datos a boca de urna el oficialismo mantenía la mayoría pese a los nexos de algunos de sus miembros con grupos paramilitares. El conteo de votos, que se realiza de manera manual, avanzaba lentamente anoche y los primeros resultados indicaron que el Partido Social de Unidad Nacional (Partido de la U) del presidente Uribe y su principal aliado, el Partido Conservador, ganaban 52 de las 102 bancas del Senado, escrutado 7,83 por ciento de las 76.943 mesas habilitadas, según informó el diario bogotano El Tiempo.

Los partidos de la coalición gobernante figuraban como los favoritos en estos comicios, que marcarán las presidenciales que se celebrarán a dos vueltas los próximos 30 de mayo y 20 de junio, y en los que figura como favorito el candidato oficialista y ex ministro de Defensa Juan Manuel Santos, según los sondeos.

Casi 30 millones de ciudadanos estaban habilitados para elegir ayer 102 senadores, 166 representantes (diputados) y cinco representantes al Parlamento Andino, aunque, dado que el voto no es obligatorio, se esperaba una abstención del orden del 55 por ciento del padrón. Al cierre de esta edición los colombianos aguardaban los resultados de las elecciones “más tranquilas” de los últimos tiempos, consideradas como un examen anticipado de las presidenciales de mayo próximo.

Los colombianos renovaron así a uno de los Parlamentos más salpicados por escándalos de los últimos años, con prácticamente un tercio de sus legisladores investigados por nexos con grupos paramilitares, de los cuales 12 ya fueron condenados.

El jefe de la Misión Internacional Electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA), Enrique Correa, afirmó que ayer fue “un día normal sin grandes incidentes”, lo que pareció dar razón al ministro de Defensa, Gabriel Silva, quien al comenzar la jornada vaticinó que las de ayer serían “las elecciones más tranquilas de los últimos 30 años”. Como es tradicional en Colombia, el presidente Uribe y sus familiares fueron los primeros, a las 8 locales (las 10 en la Argentina), en emitir sus sufragios en la histórica Plaza Bolívar, de Bogotá, según reportaron las agencias Ansa y DPA.

“La democracia es todo lo contrario de la violencia, la democracia es todo lo contrario de la corrupción, la democracia es un superior encuentro del ser humano con la libertad, la democracia es un profundo encuentro con la conciencia”, declaró Uribe después de votar.

Las elecciones fueron custodiadas por unos 237.000 efectivos de las fuerzas armadas y policiales, y vigiladas por un centenar de observadores electorales internacionales.

Paralelamente se realizaron las elecciones primarias en los que los afiliados a los partidos Conservador (oficialista) y Verde escogieron a sus candidatos a la presidencia para los comicios del 30 de mayo. También tuvo lugar una consulta popular no vinculante en los ocho departamentos del norte del país acerca de una iniciativa de carácter pedagógico que procura una mayor autonomía del gobierno central.

Pese al optimismo general de su declaración, el ministro Silva admitió que habían “existido algunos incidentes aislados”, provocados por sectores que procuraban “intimidar” a los ciudadanos para que no ejercieran “su derecho al voto”.

En el departamento (provincia) Cauca, en el sur del país, la Policía reportó la muerte de un suboficial del Ejército en un enfrentamiento armado, presumiblemente con guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), en el que también resultaron heridos cinco militares y tres policías. Por otra parte, Correa señaló que los coordinadores de la Misión le informaron sobre “irregularidades, básicamente de compra de votos”, y precisó que tenía “cinco denuncias concretas” que estaba investigando.

No obstante, la jornada electoral transcurrió en un ambiente general de calma, luego de que en las 48 horas previas se registraran varios incidentes aparentemente vinculados con los comicios.

Piedad Córdoba denunció amenazas.

La senadora liberal Piedad Córdoba denunció ayer que sus seguidores recibieron en varias regiones del país amenazas por parte de paramilitares colombianos y grupos del narcotráfico para que no votaran por ella en las elecciones legislativas.

Córdoba, quien lidera el grupo de la sociedad civil Colombinas y Colombianos por la Paz, dijo que esa situación puso en riesgo a las personas que apoyan su trabajo en esas regiones, al tiempo que afectan la transparencia electoral.

“Esta situación es muy delicada, ya que tiene que ver con grupos asociados al narcotráfico y al paramilitarismo, y pone en riesgo a las personas que apoyan mi trabajo”, subrayó la legisladora opositora al gobierno de Uribe.

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