Los precios internacionales de la soja y el maíz mantuvieron la tendencia alcista en el mercado de Chicago y y se consolidaron a lo largo de abril en los valores más altos alcanzados desde mediados de 2013 a la fecha. En el caso del maíz se registró un salto del 32% a lo largo del mes, desde un precio inicial de 220,37 dólares la tonelada escaló a 291,33, exactamente 70,96 dólares más, y próximo a los 295 dólares que alcanzó en 2011. El poroto, en tanto, subió 12% (62,1 dólares a lo largo de abril) para alcanzar 577,24 dólares la tonelada. El ascenso se verificó mientras el gobierno nacional no descartó, pese a las presiones del lobby ruralista, retocar las retenciones para evitar impacto en los precios internos, y cuanto la Guía Estratégica del Agro, de la Bolsa de Comercio de Rosario, asegura que se está trillando la cosecha más baja de la última década, con la menor superficie sembrada, 4,8 millones de hectáreas.
La fuerte demanda china de granos y el ajuste constante de los stock a nivel global fueron los factores que en abril continuaron empujando la tendencia alcista, que comenzó a mediados del año pasado. Empero el gran crecimiento que tuvo el precio del poroto de soja no lo llevó a estar cerca del récord máximo, que se dio a finales de 2012 cuando se ubicó por encima de 650 dólares la tonelada en el mercado de Chicago. Sí bate récords en pesos argentinos.
Un caso aparte fue también la evolución del precio del aceite de soja, cuya cotización trepó 31,3%, al sumar 360 dólares a lo largo del último mes para cerrar en 1.509 la tonelada, a un paso de su pico histórico de 2008 en Chicago, con un centavo menos que los 1,571 dólares.
Fuentes del sector atribuyeron el comportamiento a problemas climáticos en Estados Unidos para la siembra de soja y la falta de lluvias en Brasil que afectaron al maíz de segunda siembra, en un contexto donde la falta de oferta de ambos granos se empieza a sentir a nivel mundial.
“En el largo plazo, va a seguir influyendo la demanda china, que es lo que sostiene los precios y cuya proyección de demanda es importante, y su crecimiento fundamental para el mercado”, explicó a la agencia Télam el analista de mercados Guido D’Angelo, de la Bolsa de Comercio de Rosario.
D’Angelo mencionó la rápida recuperación de China de la crisis por la pandemia de coronavirus, situación que impulsó un aumento de la demanda de granos para recomponer stock, y con previsiones de crecimiento económico durante el año que harían aumentar aún más la demanda. Un escenario antagónico se espera, en tanto, de India, uno de los cuatro países del planeta donde la pandemia ha causado más estragos, multiplicando los fallecimientos y haciendo colapsar su sistema sanitario.
“Este país es un importantísimo comprador de aceite de soja y otros derivados y si su crisis económica por el covid se agrava, se prevé que la demanda de estos subproductos puedan caer. Lógicamente, si se cae la demanda del aceite de soja, se cae la del poroto y su precio”, puntualizó D’Angelo.
En un análisis coincidente, Ariel Tejera, jefe de analistas de Grassi Corredora de Cereales, consideró que “no hay que descartar meses volátiles” con la evolución de los precios “atada al devenir climático”, ya que “en las últimas semanas, tuvo lugar un recrudecimiento de las condiciones climáticas en Estados Unidos y en Brasil, lo que disparó dudas por el lado de la oferta”.
Por ahora –consideró– el escenario está caracterizado así: “China muy dinámica por el lado de la demanda y Estados Unidos transitando en un ciclo muy ajustado”, condiciones que empujan a la suba.
Lo que bajó, según la Bolsa local, es la cosecha de soja, un 19% respecto de la campaña anterior y un 25% respecto del promedio de los últimos diez años. Incluso según publicó el sitio rosarino de negocios y economía Punto Biz, en base a datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, hasta se registra una merma de rindes en la zona núcleo, “la región que históricamente tuvo la mayor estabilidad de rendimientos aunque en los últimos años”.
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