El colapso laboral sigue en aumento. A poco de terminar el año 2.011, se conoció que cada juez rosarino recibió en su juzgado 3.210 demandas laborales- A ello se le suma el remanente de juicios en trámite, lo que acerca la cifra a un número flotante de siete mil juicios por juez. El colapso llega a tal punto que si hoy ingresa una demanda a un juzgado, recién pueden fijar una audiencia pata dentro de un año. El problema por el que transita el fuero laboral no es nuevo. En agosto de 2010la Cámara Laboralde Rosario había planteado la problemática a través de una conferencia de prensa y, en ese momento, sostuvo que el colapso por el que atraviesa el fuero se viene acentuando desde hace una década. Según explicó el camarista laboral Nicolás Vitantonio, el tema no pasa sólo por denunciar la situación del colapso: “Nuestra única intención es que la comunidad sepa que el colapso no es una responsabilidad dela Justicia, y que los jueces no podemos hacer más de lo que hacemos”. Y concluyó que la solución está en el aumento de la infraestructura laboral y en la creación de nuevos juzgados.
Rosario cuenta con 9 juzgados de trabajo y 3 salas laborales con tres camaristas cada una. Debido al enorme incremento de causas, actualmente cada juez de primera instancia tiene a su cargo un promedio de 7 mil juicios anuales por atender. Si a ello se le suma la presencia del juez en la audiencia de trámite –como lo establece la norma– se estima que un magistrado debe tomar alrededor de 14 audiencias diarias. Ante esta problemática El Ciudadano consultó al camarista Nicolás Vitantonio, quien explicó que hace un año y mediola Cámarase reunió y expresó el colapso del fuero y hace 10 días se sentaron nuevamente a tratar el tema. En esta oportunidad, decidieron constituirse en reunión permanente hasta la finalización de la feria, cuando emitirán un comunicado.
El vocal explicó que hay casi 28.900 causas ingresadas este año para los 9 juzgados de primera instancia y sostuvo que el tema no es sólo denunciar la situación de colapso: “Desde el año 2000 venimos diciendo que hay un incremento paulatino y constante de las causas”.
Vitantonio sostuvo además que la única solución es el aumento de la infraestructura laboral, e hizo una comparación con el crecimiento del parque automotor: “Si cada vez se venden más vehículos y las calles siguen siendo las mismas y no hay una política de tránsito va a llegar un momento que se va a producir un colapso”. Y agregó: “Necesitamos una política de fondo, no apagar el fuego”.
El camarista aclaró que éste no es un reclamo que se le hace a este gobierno, sino que es una problemática que se viene planteando hace una década. Ya en 1976, en la exposición de motivos del Código Procesal Laboral regulado por la ley 7.645, se hablaba del deber de realizar un esfuerzo económico para dotar de personal y jueces al sistema. Incluso, en el año 2007, cuando se realizó el proyecto de reforma del Código Procesal, se sostuvo la necesidad de contar con 14 juzgados laborales para Rosario y 7 para Santa Fe.
Reclamo
Hace un año y medio, en el marco de la conferencia de prensa que brindó el fuero laboral, donde plantearon públicamente la situación que atraviesa el fuero, la camarista Roxana Mambelli refirió que el pedido era la asignación de mayor presupuesto para designar nuevos jueces, y sostuvo que razonablemente un juez puede atender 600 causas anuales. Pero desde aquel planteo no se obtuvieron respuestas, sostuvo Vitantonio.
Debido al colapso, actualmente un juicio dura un promedio de cuatro años y la primera audiencia se está fijando a un año, sentenció el magistrado.
A modo de ejemplo el funcionario judicial explicó que en Rosario “hay aproximadamente 1.200.000 habitantes y tenemos 9 juzgados laborales, mientras que enla Ciudad Autónomade Buenos Aires hay 3.500.000 personas y cuentan con 84 juzgados”.
El camarista concluyó que la tarea del juez resulta materialmente imposible: “Nuestra única intención es que la comunidad sepa que el colapso no es responsabilidad dela Justiciay los jueces, no podemos hacer más de lo que hacemos”.
En cuanto a la última reforma procesal, el magistrado sostuvo que fue un avance desde el punto de vista técnico procesal, pero esa reforma estaba dirigida a ciertos temas. Por ejemplo, en un juicio declarativo abreviado el planteo se resuelve en tres meses. Pero la problemática que plantea el fuero laboral va más allá: materialmente le resulta imposible a un juez atender el caudal de causas que tiene a su cargo y el reclamo recae sobre la creación de nuevos juzgados para lograr una distribución equitativa del trabajo y descomprimir el colapso laboral que hoy vive el fuero.
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