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Cocaína negra para traficar

Hugo Tognoli, titular de la ex Digedrop, dijo que el diseño de este estupefaciente –sin olor y con una textura similar al caucho– lo hace imposible de detectar en los procedimientos policiales tradicionales.

El hallazgo de varios kilos de cocaína negra en Santa Fe puso sobreaviso a los efectivos de la Dirección de Prevención y Control de Adicciones de la provincia, ya que se trata de estupefacientes cuyo diseño los hacen casi imposible de detectar. “Es sorprendente cómo funciona. Cuando se detiene a una persona con esta sustancia sospechosa y se le hace una requisa no salta que estamos ante un cargamento de droga”, dijo el director de la ex Digedrop, Hugo Tognoli, quien explicó que por la similitud de esta sustancia con el caucho, muchas veces se la disfraza en mochilas, camperas y carteras.

Hace algunas semanas, personal de la Dirección de Prevención y Control de Adicciones (ex Digedrop) secuestró más de tres kilogramos de cocaína negra en dos puntos de la provincia: Gálvez, en el departamento San Jerónimo, y en la propia capital de la provincia.

En diálogo con El Ciudadano, el director de la Dirección de Prevención y Control de Adicciones, Hugo Tognoli dijo que “por su textura, color, naturaleza inodora, y su respuesta negativa a los reactivos químicos utilizados en los controles, se convierte en una droga casi imposible de detectar”.

De acuerdo con Tognoli, los allanamientos realizados el pasado miércoles 3 de marzo en Gálvez –departamento San Jerónimo– y el viernes 5 en la ciudad de Santa Fe, son los primeros casos de cocaína negra en la provincia.

En referencia a los tres kilogramos de cocaína negra incautada en el primero de los operativos, el funcionario dijo: “Gálvez es, cómo lo denominan los traficantes, un lugar de aguante. Es una localidad pequeña, tranquila, donde la gente no sospecha y desde donde se distribuye hacia las grandes urbes”.

Dos días después, agentes antinarcóticos detuvieron a un hombre con 200 gramos de cocaína negra en la ciudad de Santa Fe. En referencia a la posibilidad de que ambos casos estén relacionados, Tognoli afirmó: “Por el modo en que estaban envueltas y el nylon utilizado, creemos que provienen del mismo lote”.

Según el funcionario, esta cocaína cromógena fue producida en Bolivia y llegó a la Argentina como lugar de paso, ya que se presume que como parte de un cargamento mucho mayor, iba a ser trasportada a Europa, donde su valor por kilo llega a los 60 mil euros.

“La cocaína negra es utilizada por bolivianos y colombianos para traficar”, aseguró Tognoli, quien agregó que “el único antecedente de esta droga en Argentina fue en Salta en 1998”.

El nuevo diseño de la cocaína.

La cocaína negra o cromógena es un tipo de diseño de tráfico del estupefaciente cuya particular elaboración genera que la misma carezca de olor –y por consiguiente no pueda ser descubierta por los perros–, ni es detectada por los reactivos químicos utilizados en los controles policiales. Tampoco puede ser registrada por los rayos x.

“Es sorprendente cómo funciona. Cuando se detiene a una persona con esta sustancia sospechosa y se le hace una requisa –detención preventiva, prueba de campo con testigos y tubo de ensayo mediante– no salta que es cocaína”, dijo Tognoli, quien aclaró que “recién cuando la cocaína negra es sometida a estudios en laboratorio da positivo”.  Según el funcionario, además de sus características únicas, la similitud de la cocaína negra con el caucho hace posible que se pueda disfrazar en carteras, mochilas y camperas.

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