Una reciente investigación de profesionales relacionados con la salud puso de manifiesto ciertos negociados que permitieron a la marca más famosa de gaseosas en el mundo obtener un visto bueno sobre sus productos luego que está sobradamente comprobado que poseen un alto grado de nocividad.
Se habló de que la empresa llegó a pagar ocho millones de euros a organizaciones dedicadas a la investigación científica de origen español durante siete años seguidos. Algunas de estas instituciones son la Fundación Iberoamericana de Nutrición; la Fundación Española del Corazón; la Fundación Española de Nutrición y la Fundación SHE.
Todo va peor con Coca-Cola
La investigación señala que estos estudios científicos financiados por Coca-Cola “sirven a sus intereses comerciales y, en muchos casos, no concuerdan con los esfuerzos para mejorar la salud de la población”.
Hace apenas un par de años, la Organización Mundial de la Salud sugirió a los gobiernos que el precio de las bebidas azucaradas debía aumentar por lo menos un 20% como para desalentar su consumo, que está íntimamente vinculado a la epidemia de obesidad que en la actualidad hace estragos en casi todo el mundo donde estas bebidas circulan libremente.
La ingesta abusiva de estos productos está asociada con alrededor de 130 mil muertes al año por diabetes; más de 40 mil por enfermedades cardiovasculares y otras, tal vez menores pero no menos importantes, por diferentes tipos de tumores. Estas estimaciones fueron hechas por un equipo de la Universidad de Harvard. Señalan, además, que un litro de Coca original tiene 106 gramos de azúcar.
“Nadie se imagina un congreso de la Sociedad Española de Oncología Médica financiado por Marlboro y esto está pasando en la nutrición”, había denunciado el epidemiólogo Carlos Alberto González, perteneciente al Instituto Catalán de Oncología.
Investigaciones “gaseosas”
González y su colega Juan Pablo Rey analizaron 20 investigaciones científicas que fueron financiadas por Coca-Cola. Buena parte de ellas responden a las estrategias de marketing empleadas por la empresa, como las que ponen de manifiesto que la falta de ejercicios es el principal inductor de la obesidad. Los voceros de Coca-Cola salieron al cruce y dijeron que “en este tipo de colaboraciones con instituciones dedicadas a la investigación, la empresa garantiza la independencia de las sociedades científicas y las universidades”.
El epidemiólogo González dijo que “Coca-Cola está copiando las estrategias de las tabacaleras, que siempre ven el problema afuera”. González fue el encargado en el país ibérico de coordinar un estudio prospectivo de alcance europeo sobre nutrición y cáncer para la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer.
Repartir entre los contactos
Los autores de la investigación rescatan una conversación reciente entre dos vicepresidentes de Coca-Cola que ponen en evidencia los esfuerzos de esta marca para influir en las organizaciones científicas. Los directivos de la empresa habían intercambiado frases como esta: “Tenemos buenos contactos en algunas asociaciones médicas y debemos alentarlos a abordar asuntos de salud pública y sugerir temas apropiados”.
Este tipo de financiación se dedica por lo general a la organización de congresos y a la práctica de estudios científicos, algo habitual en multinacionales alimentarias y en varias de las marcas más grandes de la industria cervecera.
Los beneficiados
“Yo soy una científica independiente. Coca-Cola jamás me ha dicho qué tengo que hacer”, sostuvo la catedrática Marcela González Gross, de la Universidad de Madrid, que recibió alrededor de 240 mil euros de la empresa de origen norteamericana. La profesora es la autora principal de un paper llamado “Estudio de la Pirámide Alimentaria”, financiado por Coca-Cola.
“A los niños les gusta consumir distintos tipos de bebidas, especialmente las dulces. Ello se debe a que tienen una preferencia gustativa por los alimentos dulces y a que sus necesidades energéticas son mayores que las de los adultos. Estas bebidas pueden ser ofrecidas con moderación, pero no deberían ser las únicas que consuman”, afirma una guía para padres firmada por González Gross y colgada en la web de Coca-Cola. Lo que supone una advertencia a la vez que una sugerencia para el consumo, ya que marca como necesario el consumo de estas bebidas que contribuirían a sostener su crecimiento.
Otros como Gregorio Varela, de la Fundación española para la nutrición, dice que los casi 600 mil euros con que Coca-Cola apoya sus investigaciones no ensucian el trabajo hecho en el estudio científico sobre el balance energético en España. El estudio sugiere las cantidades de azúcares que se necesitan para crecer con las energías suficientes: “Un estudio de esta envergadura no se habría podido hacer sin la colaboración de Coca-Cola”, apuntó Varela. El investigador cree que si no son tomadas en exceso, las bebidas azucaradas son a veces necesarias, al tiempo que sostiene que no es necesario gravar con impuestos a estos líquidos.
Defensa corporativa
“Coca-Cola en España ofrece una alternativa sin azúcar añadido en cada una de sus marcas, está reduciendo el contenido de azúcar de las variedades clásicas y diseñó envases más pequeños para reducir cantidad de azúcar por unidad de consumo”, aseguraron desde la compañía pionera que consiguió insertarse en todo el mundo.
“Yo creo que no hay ningún alimento que sea nocivo para la salud, excepto si se toma en cantidades inapropiadas. Las bebidas azucaradas se deben tomar de forma esporádica”, opinó el biólogo Ángel Gil, de la Fundación Iberoamericana de Nutrición, que también recibió más de 800 mil euros para la creación de una exposición itinerante sobre nutrición e impulso vital, dedicada a promocionar hábitos de vida saludable.
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