Ciudad

Pelea de bandas

Club pide pared contra balas

La presidenta de Defensores de América, la institución donde el martes pasado dos chicos fueron heridos durante un tiroteo, pidió levantar una pared para mantener a los niños alejados de las balas.


Directivos y padres de niños que juegan al fútbol en el club Defensores de América fueron ayer al Concejo Municipal para pedir que se tomen medidas de seguridad, después del tiroteo del martes pasado que dejó como saldo dos chicos heridos. La presidenta de esa institución pidió que se construya un paredón para preservar la integridad física de quienes toman parte de las actividades que se desarrollan en ese predio, ubicado en Casiano Casas y Washington, en la zona norte.

“Estamos llegando al punto en que se solicita tapialar un club para resolver un problema gravísimo de seguridad”, expresó el concejal Diego Giuliano, presidente de la comisión de Seguridad, que recibió ayer a padres y a miembros del club Defensores de América, que el martes pasado fue escenario de un tiroteo entre bandas que dejó heridos a dos niños de 7 y 8 años que practicaban fútbol en ese momento.

“Los niños están corriendo un enorme riesgo y la respuesta del Estado es insuficiente. El club Defensores de América no es el único caso. La seguidilla de situaciones en las que los chicos se han visto en la línea de fuego de bandas enfrentadas demuestra el nivel de emergencia que vive la ciudad”, afirmó Giuliano, quien a la vez informó que la presidenta del club, Miriam Monje, pidió que se levante un paredón para evitar que las balas alcancen a los chicos.

“Ya no estamos hablando del problema de fondo sino de brindar medidas de prevención que emparchen la ausencia del Estado en los barrios”, añadió el edil.

“El Estado tiene que proporcionar mínimamente presencia policial en el horario de práctica de los chicos, brindar contención psicológica a padres y niños que hoy temen regresar al club para no revivir lo mismo y cerrarlo perimetralmente a través de un paredón para que las balas no lleguen a los chicos”, expresó.

Giuliano, presidente de la comisión, pidió que “desde el municipio y desde la provincia se ejecuten medidas de prevención para que el club pueda salir de estos episodios de violencia, siempre y cuando se ataque el fondo de la cuestión porque si uno solamente va a poner una pared y cree que con esto va a resolver el problema, la herida seguirá abierta en el barrio”.

Hechos que se repiten

En las últimas semanas varias instituciones de la ciudad se han encontrado en el medio de peleas y tiroteos entre bandas que ponen en peligro la vida de los niños. El 11 de marzo, autoridades de la Escuela Kennedy, de Abanderado Grandoli y Gutiérrez, en la zona sur, debieron suspender los recreos en el patio externo tras un intercambio de disparos entre grupos que se disputan el territorio de venta de drogas.

El martes pasado dos niños fueron alcanzados por el tiroteo en inmediaciones del club Defensores de América.  Al día siguiente, el enfrentamiento entre bandas con tiros y piedrazos cerca de la Escuela Nº 1209 de Cabín 9 produjo pánico en la comunidad educativa y entre padres y alumnos de la zona.

Una mujer resistió el acarreo de su auto, y otra rompió vidrios en los Tribunales

Dos hechos que tuvieron a mujeres como protagonistas, en la misma zona y con un par de horas de diferencia, marcó el inicio de la semana. En el primer caso, ocurrido en la esquina de Montevideo y Dorrego, una joven resistió durante casi una hora que inspectores de la Dirección General de Tránsito le llevaran su vehículo al corralón. El auto, de marca BMW, estaba mal estacionado y cuando los agentes pretendieron remolcarlo, la mujer se opuso férreamente: se subió al capot, incluso caminó por el techo y a los gritos se opuso al cumplimiento de la medida. En escena también apareció su novio, quien trató de convencerla pero no tuvo éxito: al contrario, se terminaron peleando. Al final, para cuando ya había intervenido la GUM y también agentes de la Policía, la mujer cedió y el automóvil fue remitido al corralón. En tanto, poco antes de la 1, en los Tribunales provinciales se produjo un hecho también llamativo: una mujer quedó encerrada en el edificio, a la altura del ingreso por Montevideo, y como no podía salir arrojó un objeto que hizo estallar un vidrio de la puerta. Así ganó la calle y, según testigos, una vez en la vereda intentó quitarse las ropas para desnudarse por completo. Una ambulancia la trasladó a un centro de salud para su atención.

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