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Claudia Puyó presentará su último disco

 “Primavera por un día”, un material ecléctico con inéditos y reversiones. Esta noche, a partir de las 21.30, en la Plataforma Lavardén 


“Se trata de vivir el hoy, pero un hoy que no es otoño, es primavera”, explicó Claudia Puyó con voz inconfundible del rock-blues nacional, respecto de su nuevo disco, Primavera por un día, un material ecléctico con inéditos y reversiones que lleva consigo el dolor de grandes pérdidas pero también el color de un renacer, de un valorar el día a día. “Lo importante es ser lo más feliz posible”, aseguró la artista que esta noche, a partir de las 21.30, subirá al escenario de la Plataforma Lavardén (Sarmiento y Mendoza) para presentar oficialmente esta nueva propuesta.

Antes de la inminente salida de este nuevo material, en mayo de este año, cuando se disponía a realizar un show íntimo en Lennon, Puyó contó a El Ciudadano que el nuevo CD tiene estrecha relación con sus 40 años de trayectoria: “Este año voy a cumplir 40 años arriba de un escenario, me subí a los 15 y voy a cumplir 55. Cuando pasa el tiempo y vez caer a muchos amigos músicos, muchos compañeros de ruta, intentás vivir con felicidad y que la primavera dure un día porque el dolor es mucho más largo”.

“La vida de la gente que uno ama es como un cristal que puede romperse en cualquier momento. Hemos perdido a un montonazo de músicos maravillosos en los últimos años, fue difícil. Cuando se fue Luis (Alberto Spinetta) quedamos huérfanos para siempre. También falleció Pilo (Dardo Ruiz Díaz), mi armoniquista, y el año pasado se fue mi bajista, el Polaco Riedel. Ellos aran como hermanos porque he estado más con ellos que con mi propia familia. Fue y es muy duro para mí. Si bien contiene todo ese dolor, este disco es a color a diferencia de los anteriores, que son blanco y negro o sepia”, detalló.

“Primavera por un día es casi como un disco doble, tiene muchos temas, es muy ecléctico. Generalmente, hago una selección de cosas que sinteticen un poco lo que me pasó en los últimos años”, describió.

El álbum combina obras propias de Puyó con otras compartidas y con variadas versiones que permiten apreciar desde “Whole lotta love”, de Led Zeppelin, en el que participa la agrupación local Vudú, o “El marido de la peluquera”, de Pedro Guerra, pasando por “Adela en el carrousell”, de Charly García, y “Como un barco lleno de lauchas”, de Miguel Zavaleta. “Lo editamos por mi sello de fantasía que se llama Kadorna Record, por ese dicho que dice qué al disco mejor que te lo haga Kadorna. Y tardamos bastante en hacerlo, lo empezamos a grabar en Circo Beat y lo terminamos de mezclar en mi cocina. Por eso, el disco dice «mezclado en Kadorna kitchen»; nos divertimos un poco”.

Para Puyó, la independencia es “la libertad de hacer lo que te da la gana”. “Tengo que salir a tocar sí o sí porque si no, no pago las cuentas. Yo siempre fui medio under, dejé de serlo cuando empecé a cantar con Páez y la gente me conoció, pero no por mi música; algunos siguen pensando que soy la corista de Fito Páez. A veces quedan esas cosas que no siempre son las más importantes, lo importante es el corazón, la coherencia, que le pongas la misma garra que cuando tocabas a los 15 en el garaje”.

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