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Entrevista

Clara García: “Hubo una comprensión de que Unidos es un equipo”

En diálogo con El Ciudadano, la diputada que acaba de renovar mandato adelantó como principales ejes de gestión el tratamiento de leyes contra la inseguridad y a favor de la educación, y la intención de retomar programas sociales como el Plan Abre, el Vuelvo a Estudiar y el Nueva Oportunidad

Foto: Franco Trovato Fuoco

Clara García logró el objetivo propuesto antes de las Paso. Quería ser la mujer que le ganara a Omar cPerotti en la categoría de Diputados provinciales. Quien liderara la contienda se alzaba con 28 de las 50 bancas y se aseguraba la mayoría partidaria. La historia provincial mostraba que el gobernador saliente solía quedarse con el triunfo, pero en las elecciones del domingo 11 de septiembre la lista de Unidos para Cambiar Santa Fe obtuvo 570.411 votos y superó por 5 puntos a la de su principal rival, Omar Perotti. Con estos resultados, la lista encabezada por García se alzó como el frente mayoritario en una victoria que, sumada a las de Maximiliano Pullaro en la Gobernación y de trece candidatos de Unidos al Senado en sus departamentos, permite por primera vez desde el regreso a la democracia que un gobernador tenga mayoría partidaria en ambas cámaras. 

Para García, el triunfo responde a la unidad que lograron consensuar entre las distintas fuerzas que forman el frente de frentes, al tiempo que responsabilizó de la “derrota del justicialismo” a la mala gestión de Perotti y su “falta de diálogo”. Entiende que la “bronca” de la ciudadanía hacia la política, que a nivel nacional se tradujo en un voto a favor de Javier Milei, encontró en Unidos la representación para un cambio. 

En diálogo con El Ciudadano, la diputada reelecta adelantó como principales ejes de gestión el tratamiento de leyes contra la inseguridad y a favor de la educación, planteó la continuidad de programas provinciales como Billetera Santa Fe, Boleto Educativo y Caminos de la Ruralidad, y la intención de retomar programas sociales como el Plan Abre, el Vuelvo a Estudiar y el Nueva Oportunidad. 

—¿Cómo viviste el resultado de las elecciones? ¿Cumplió con tus expectativas?

—Muy conformes con los resultados que han sido arrolladores en una victoria que no sólo fue para Maximiliano Pullaro, sino que incorporó seis senadores nuevos, la Cámara de Diputados con la mayoría de la lista que encabecé, con intendentes y presidentes comunales en 29 localidades, como en Rosario con Pablo Javkin. Hubo una comprensión de que Unidos es un equipo y para nosotros es un valor importante el complementarnos. Lo veíamos muy diferente en las otras fuerzas políticas y candidatos con experiencias individuales con mucha confrontación, hasta antagónicas aún dentro del mismo frente. La gente está buscando seriedad en la política y capacidad de resolver sus problemas. Tenemos eso para mostrar y agradecer. Es un gran orgullo y, al mismo tiempo, un gran compromiso.

—¿Pudieron resolver cierta confrontación que hubo durante la campaña de las Paso?

—Sí, se pudieron resolver. En mi caso fue mucho más sencillo dentro de la lista de diputados porque no habíamos tenido agresiones. Además, con la mayoría me unen caminos recorridos. No nos surgía una confrontación que, quizás a veces, fue un poco impuesta como estrategia de campaña. En la categoría de Gobernación esa unión pudo darse y se vio en los resultados. El hecho de que Maxi obtuviera en la elección general más votos que en las Paso demuestra que todos tributamos a esta victoria.

—¿Fue un acierto del socialismo el haberse incorporado al frente Unidos? ¿Cómo se posiciona a partir de esta victoria? 

—Cada vez estoy más segura de la buena decisión que tuvimos al incorporarnos a Unidos. Esos meses en los cuales se trabajaba en aquel frente de frentes, aún no bautizado, significó una decisión importante en política: o nos quedábamos como partido sólo con las ausencias y en un debate teórico de la política desde un punto de vista testimonial, o nos animábamos a honrar el hecho de ser un partido de gobierno. Eso implica dialogar con otros, consensuar aún con los que no piensan lo mismo, tener generosidad para encontrar un punto de acuerdo que solucione los problemas reales de la gente. Planteamos sumarnos a ese frente pero con identidad propia. Llevamos candidatos y candidatas socialistas en todas las categorías en toda la provincia y también fue una muy buena decisión. Hay 14 diputados socialistas en la lista que encabezo, también la sumo a Claudia Balagué que fue en otra lista pero con quien compartimos la misma esencia y valores del socialismo. Hay un nuevo senador como es Paco Garibaldi en el departamento de La Capital y hay infinidad de gobiernos locales en toda la provincia. Vamos a dejar en alto nuestras banderas y experiencia de gestión, que es enormemente rica y que ya se está viendo en el trabajo con los equipos técnicos que están preparando el plan de gobierno para Pullaro.

—Es la primera vez que un gobernador saliente no gana la elección de Diputados. ¿Qué evaluación podés hacer y qué representa para ustedes? 

—Creo que la derrota del justicialismo tiene nombre y apellido: Omar Perotti. En su categoría, en la de gobernador, en los seis senadores departamentales que perdió, en las ciudades que perdió, incluida su Rafaela natal. Es una debacle electoral del peronismo y él es el responsable porque no sólo tuvo una mala gestión, sino que quiso romper los puentes políticos. No quiso el diálogo y el consenso político pero no sólo con la oposición, con las instituciones, con las y los intendentes que no eran de su signo político, con el periodismo, sino que rompió el diálogo político puertas adentro de su espacio y esos son los resultados. No se vio una campaña en unidad, una vocación conjunta de trabajar y la gente lo percibió. Tengo el orgullo de haber encabezado la lista que le sacara varios puntos a un gobernador en funciones. Es complejo porque las herramientas y la maquinaria que se mueven desde un gobierno son potentes. 

—También es la primera vez que el gobernador electo va a tener mayoría en las dos cámaras. ¿Cómo favorecerá a la gestión? 

—Es un gran desafío porque facilita aquellas leyes transformadoras, presupuestos de obra y todo lo que él vaya a necesitar desde la Legislatura. Pero no me voy a contentar con aprovechar las 28 manos alzadas de una manera automática. Vamos a trabajar en consensos mayores. La política está para más, para que podamos dialogar con los diputados que representan expresiones minoritarias, pero que también tienen voz y voto en lo que se vaya a hacer. Ojalá encontremos muchos más votos que los nuestros y que los proyectos se enriquezcan con los aportes de otras bancas. Es un desafío que, incluso el país, está mirando a ver si podemos lograrlo.

—¿Cuáles son los ejes de la agenda a trabajar? 

—Maxi ha planteado un tema urgente: la inseguridad, que ya no sólo golpea a las grandes ciudades que tienen su escenario más sangriento, sino también a localidades más pequeñas que han visto la calidad de vida lesionada. Dio pistas de enviar la ley de Adhesión al Narcomenudeo para que Santa Fe se haga responsable y partícipe de la persecución penal de esta nueva modalidad de venta de estupefacientes en pequeñas cantidades, que trae una gran violencia en territorio porque hay todo un movimiento delictivo. Hay muchos más delitos que se inician y que potencian violencias urbanas y hoy nuestra Policía o fiscales sólo pueden trasladarlos a la Justicia Federal, que tiene otros ritmos, una mirada orientada a la gran organización, con tiempos más largos de resolución. En Rosario necesitamos respuestas más rápidas y más inmediatas. También en términos de la ley de Educación. Tendremos antes de fin de año también el presupuesto. Va a ser una Legislatura muy activa en lo que queda del año.

—¿Cuál es la propuesta en relación con la educación? 

Santa Fe no tiene ley de Educación. Siempre que hemos tenido buenas gestiones ha dependido de la gestión, pero no de un marco legal que la sostenga y la empodere. Vamos a hablar de 180 días de clase, de docentes que puedan volver a evaluar, de niños que puedan alfabetizarse y tener herramientas de aprendizaje, de adolescentes que salgan de una secundaria con conocimientos que les permitan introducirse al mundo del trabajo, con escuelas en perfecto estado, con las innovaciones que hoy la calidad educativa requiere en un mundo cada vez más global, más tecnológico, de mucho mayor conocimiento. La educación ya no es sólo los alumnos mirando al docente, sino alumnos y docentes mirando una realidad de conocimientos diferentes. Hay mucho por hacer.

—¿Qué va a pasar con algunas políticas provinciales de la actual gestión como Billetera a Santa Fe y el Boleto Educativo? 

—Lo pensamos continuar de una manera diferente. Billetera enfocada en las personas más vulnerables como una política de apoyo a quienes económicamente peor la pasan. Además del boleto educativo tienen que funcionar también los colectivos interurbanos ya que muchos han quebrado porque no les están pagando, o las escuelas no deben tener paro porque el año pasado Santa Fe fue la provincia con mayor días de paro. El plan de “Caminos de la ruralidad” tiene que ser equitativo y no disciplinador porque Perotti utiliza la obra pública como factor de poder entre aquellos que le responden y aquellos que no. También dijo Maxi que va a terminar toda la obra pública empezada, pero con un criterio de gobierno diferente.

—En su campaña, Pullaro también mencionó retomar algunas políticas del socialismo como el Plan Abre o el Vuelvo a Estudiar.

—El Plan Abre, el Vuelvo a Estudiar, el Nueva Oportunidad. Tres planes para las familias que peor la pasan. Los barrios más vulnerables, los chicos que están al borde del delito y que, si el Estado de una manera inteligente y sensible no los contiene, encuentran en el delito una salida. El delito mutó a uno mucho más organizado, complejo y en redes. Si no se actúa rápido, esas raíces de ese delito te corrompen cada vez más y también a esos chicos cada vez más humildes.

—Parte del electorado que votó a Milei a nivel nacional los eligió a ustedes en la provincia. ¿Cómo explicás el fenómeno?

—La gente ha tenido bronca y decepción de una clase política, especialmente en lo nacional, que no le dio respuesta. Después de tantos años de una democracia que costó conseguir y que es tan valiosa, no ha sido eficiente porque hoy hay inestabilidad, inflación, incomodidad en pensar un futuro para acceder a la vivienda o para emprender una actividad productiva. Nuestro país tiene déficits políticos serios y mucha gente cansada prueba otra alternativa. Creo que en Santa Fe esa bronca con un gobierno provincial que le dio un resultado tan magro la pudo canalizar Unidos con una propuesta mucho más seria.

—¿Considerás que el triunfo de Unidos en Santa Fe favorece la candidatura nacional de Bullrich?

—Pone en escena que se pueden encontrar acuerdos con partidos políticos que no piensan lo mismo. Me tocó liderar una lista de 28 diputados que votamos diferentes candidatos y candidatas a presidente, con lo cual he sido siempre muy respetuosa de esa diversidad y ya de cara octubre tomará color la órbita nacional de las elecciones.

—¿Tuvieron diálogo con Perotti después de las elecciones? 

—Perotti lo llamó a Pullaro y quedaron en encontrar representantes del gobierno saliente y del entrante para hacer una transición ordenada. También me llamó a mí para saludarme. 

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