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Clamor mundial logró que se suspenda una lapidación

Autoridades iraníes congelaron la sentencia de muerte que pesaba contra una mujer acusada de adulterio.

El gobierno iraní suspendió la lapidación de una mujer, condenada por “adulterio” a morir enterrada hasta el torso y apedreada, debido al reclamo internacional al que se sumó la Argentina para detener la ejecución, afirmó ayer el vocero de la organización humanitaria Human Rights en Irán, Mahmud Moghaddam.

La lapidación es un método de ejecución con tortura que consiste en que un grupo de personas lancen piedras contra el condenado hasta su muerte, que acontece con un sufrimiento prolongado y aún se practica en algunos países de credo musulmán donde rige la aplicación del código legal de la sharia.

La mujer, Sakineh Mohamadi Ashtiani, de 43 años, está acusada de ser cómplice del asesinato de su marido, cargo que “aún está siendo procesado”.

Medios de prensa iraníes señalaron que la condenada podría librarse de ser lapidada, pero podría ser ejecutada en la horca.

“La novedad importante es el hecho de que el régimen iraní, gracias a la presión internacional, aceptó aportar elementos sobre la suerte de Sakineh”, declaró Moghaddam.

No obstante, el dirigente humanitario alertó que Irán “no especificó el período de suspensión” de la medida y advirtió que “en 2007, luego de haber suspendido una sentencia a dos personas condenadas a muerte, una de ellas fue ejecutada”.

Ese año, Jaffar Kiani fue apedreado hasta la muerte al ser condenado por adulterio en Irán.

“Es importante que Teherán dé informaciones sobre la situación de Sakineh”, sostuvo Moghaddam, y recomendó “no confiarse” en el gobierno de Irán, que condena con pena de muerte el adulterio.

“Suspensión no significa anulación: para salvar a Sakineh es necesaria una carta de amnistía firmada por el guía supremo”, el ayatolá Ali Jamenei.

La medida fue anunciada por el vocero del Ministerio del Exterior, Ramin Mehmanparast: “La sentencia por adulterio ha sido suspendida y su caso está siendo evaluado nuevamente”.

Entre los casos condenados con lapidación se cuentan el de la nigeriana Amina Lawal, quien fue absuelta tras ser sentenciada a morir apedreada en 2003 y logró ser liberada por un clamor mundial avalado por miles de firmas, tras lo cual se exilió.

En cambio, Du’a Khalil Aswad fue lapidada en 2007 en el Kurdistán iraquí, a los 17 años, por enamorarse de un joven de otra religión.

Entre las referencias a la lapidación que aparecen en la Biblia, se cuenta la de una mujer que no era virgen al llegar al matrimonio.

“Si no se halló virginidad en la joven, entonces la sacarán a la puerta de la casa de su padre y la apedrearán los hombres de su ciudad, y morirá por cuanto hizo vileza en Israel fornicando en casa de su padre”, dice la Escritura.

Asimismo, en el Evangelio según San Juan, se cuenta el caso de una joven salvada por Jesús de ser lapidada por prostituta.

Niegan torturas

A todo esto, el legislador Vahid Kazemzadeh contó que la mujer negó haber sido azotada como había afirmado un diario británico.

El hijo de la mujer, Savad, de 22 años había dicho a una revista francesa que compañeros de prisión de su madre aseguraban que la mujer recibió 99 latigazos.

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