Tras la edición de su segundo disco solista Giros, el músico rosarino recibió una de las peores noticias de su vida, habían asesinado a su abuela y a su tía abuela, las dos mujeres que lo habían criado. Ese trágico hecho se transformó en el motor de una de las obras más oscuras y rupturistas del músico que en ese momento tenía 23 años: el disco Ciudad de pobres corazones tuvo su presentación oficial en el estadio de Obras, el 12 de diciembre de 1986.
Al poco tiempo de su edición, el álbum cuyas canciones siguen sonando en la actualidad, se transformó en una película del mismo nombre. El film dura cincuenta minutos y es musicalizado por casi todas las canciones del disco, como si fuera una yuxtaposición de videoclips pero atravesado por una narrativa pensada especialmente para el mediometraje que dirige Fernando Spiner.
En el material audiovisual, que hace una semana está disponible en la plataforma YouTube para su libre visualización, participaron gran cantidad de artistas de la escena porteña de ese momento como Fabiana Cantilo y Luca Prodan, entre otros.
La trama de la película se centra en el robo de una caja en el propio camarin de Páez que da inicio a un relato detectivesco que incluye brujas, vendedores de drogas, policías y hasta el propio Alberto Olmedo reclamando la aparición en el programa No toca botón.
Al tiempo de haber sido estrenado el film desapareció tranformándose así en un objeto de culto. En los últimos años el Museo del Cine rescató una copia y tras remasterizarla la exibió a fines de 2019 en el Festival Escenario donde participó el propio Spiner brindando, en ese marco, una entrevista a Gabriel Patrono, del colectivo La Nave de los Sueños.
Eso es lo que desde hace poco menos de una semana está disponible en la plataforma YouTube, el film acompañado por la entrevista en la que el director cuenta detalles del rodaje.
El trabajo de digitalización
Según figura en la página oficial del Museo Del Cine para la digitalización del material se eligió, de dos archivos de Spiner, todo lo que presentara menos drops (puntos blancos y rayas propias del deterioro del tape) y el audio del miniDV por estar mejor ecualizado. El trabajo estuvo a cargo del área de Video coordinada por Germán Celestino y Monti. “El impecable trabajo de Videoteca nos muestra esta obra con la estética de la segunda mitad de los ochenta que despliega el trabajo más negro de Fito Páez. La canción central que da nombre a todo el disco está inspirada en la experiencia trágica que sufrió el cantautor. Habiendo perdido a su mamá a los 8 meses Fito Páez tenía como familia más íntima a su abuela y su tía abuela, Delia y Josefa, de 76 y 80 años al momento de ser asesinadas en noviembre de 1986 en una casona de Rosario (a una cuadra de la Jefatura de Policía). Tras el golpe de tan brutal suceso el cantante también sufrió la secuela de una investigación tortuosa con tintes sórdidos: no sólo se trató de incriminarlo con el comercio de drogas sino que los asesinos resultaron ser conocidos, uno de ellos además había comenzado a trabajar como agente de policía”, relata el escrito que explica la remasterización.
“Como el padre de Fito Páez había muerto tiempo atrás no sólo sufrió la violencia y la pérdida sino también la experiencia de quedar completamente solo. De aquellos días, en entrevistas posteriores, el cantante sólo recuerda llanto, whisky y lexotanil. Sin embargo, la ayuda salvadora de Fabiana Cantilo, su pareja en ese momento, que lo llevó a seguir tocando, y de amigos como Charly García, Luis Alberto Spinetta, Liliana Herrera y muchos otros, llevó a volcar tal dolor en un trabajo que marcó su tiempo”, continúa el relato que también destaca que el trabajo de preservación de la memoria audiovisual es uno de los objetivos fundamentales del Museo del Cine.
La película Ciudad de pobres corazones es, además del complemento de un disco que forma parte importante de la historia del rock argentino, un documental de la época, algo que sucedería después con Fuego Gris de la dupla Spinetta-Pablo César.
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