Por Daniela Barreiro
Para tristeza de sus fanáticos la emblemática banda nacional Los Piojos se separó, pero haciendo a un lado lo traumático que pueden ser estas situaciones Andrés Ciro Martínez logró rodearse de nuevos y dotados músicos y volver a los escenarios y a las bateas con una propuesta casi tan atractiva (trayectoria y predicamento aparte) como la que tuvo con su antigua formación.
Espejos, el nuevo material de Ciro y Los Persas, es un disco para tener a la vista de todos. El packaging que contiene el CD propiamente dicho ofrece una bien trabajada estética persa, que tras la primera impresión y recorriendo el booklet sorprende con un pasaje de los denominados libros Pop Up, esos cuentos para niños que al separar las páginas algunos paisajes se escapan de la doble dimensión del libro para trasformarse en una figura tridimensional; en este caso se trata de un gran castillo árabe.
Dentro del booklet es posible también leer un texto que, firmado por Ciro, relata el proceso que llevó a la formación de Los Persas que quedó conformada por Juan Gigena Ábalos y Juanjo Gaspari en guitarras, Broder Bastos en bajo, Lulo Isod en batería y Chucky de Ipola en teclados.
El material comienza con “Antes y después”, el corte difusión y un tema que remite a las sonoridades de Los Piojos aunque tiene en su estribillo algunos riffs árabes que dan los primeros indicios de lo que vendrá con el correr del disco.
“Espejo” genera un clima particularmente tétrico que relata una pequeña historia de abuelas y miedos que simulan una historia de infancia. Esa impronta también lleva “Ruidos” que habla de pesadillas y de la temida muerte.
Otro de los temas que se destaca es “Rockabilly para siempre”, en el que Ciro retoma la desfachatez de la primera época de Los Piojos con estrofas como “está tan loca, está tan fuerte… sobre el motor, te haré el amor”, una canción que genera una gran energía, tanto rítmica como líricamente, algo que contrasta con el tema que le sigue, “Blues de la ventana”, un tranquilo y típico blues que menciona el desgarro de un amor no correspondido.
Pero el disfrute “piojoso” vuelve con “Chucu-chu”, que además de asimilarse a las marchas festivas piojosas contiene citas de “El fantasma de Canterville” y “Ñam fri frufi fali fru”, de los Redondos.
Mucho se habló en los medios porteños de las referencias de este material a las comunidades autóctonas argentinas y sin duda uno de los temas que mantienen esa búsqueda es “Paso a paso”, que postula: “Somos hombres de la tierra de Latinoamérica… siempre hubo un imperio que impidió la libertad”. El disco contiene un homenaje a Luca Prodan quien es, fue y será seguramente la máxima influencia explícita de Ciro con “Malambo para Luca”.
Espejos termina bien arriba con el “Blues del gato sarnoso”, en el que el cantante hace uso de su armónica y demuestra que es un excelente instrumentista al tiempo que pone en altura la libertad compositiva que recorre todo el material.
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