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Cierre fatal de pelea familiar

Un pescador de 39 años le dio un puntazo letal a su hijo de 19, durante una discusión que presenció la madre y la hermana de la víctima. El agresor se escondió en las islas y era buscado por la Policía.

En las inmediaciones de la entrada a la nueva planta de Cargill, ubicada en Villa Gobernador Gálvez, hay un sinuoso camino de tierra de seis cuadras que termina  en una pronunciada barranca, la cual brinda una amplia vista panorámica del Paraná. En la tardecita de un día primaveral, daría la sensación de una linda postal, con un buque en medio del río y las islas entrerrianas de fondo. Sin embargo, alrededor de las 19 de anteayer, la vista era totalmente distinta: mostraba un frío anochecer de invierno, lluvioso y desolado, con muchos cañaverales, árboles caídos y pastizales altos en sus laderas, los cuales sonaban cuando dejaban de pasar los camiones que van a la planta de granos. El tétrico escenario parecía anticipar la tragedia que surgiría unos diez metros más abajo, en la explanada que va hacia el río y alberga una media docena de casas muy humildes donde habitan pescadores de la zona. En una de esas viviendas, un padre acababa de cometer un filicidio.

Todo comenzó cuando Juan Carlos R., de 39 años, junto a su esposa, Elizabet C., una pequeña hijita y su otro hijo, Diego Maximiliano Velásquez, de 19 años, se refugiaban del gélido viento en su precaria vivienda ribereña. Mientras la tarde dejaba paso a la noche, las botellas de vino se fueron vaciando a manos de los hombres de la casa. Alrededor de las 19, Juan Carlos y Diego comenzaron a discutir. Una seguidilla de insultos se convirtió en varios golpes de puños que culminaron cuando una cuchilla pequeña se hundió en el pecho del joven. El muchacho cayó y murió al instante frente a los ojos de madre, su pequeña hermana y su agresor, quien atónito por su acción, tomó una canoa y se refugió en alguna de las islas del Paraná.

A pesar de que las autoridades no brindaron mayores detalles de cuál fue el móvil que detonó el fatal desenlace, hay un dato que da cuenta de una relación conflictiva entre padre e hijo. En un primer momento, Juan Carlos no reconoció que era el progenitor de Diego. Por esa instancia, su actual esposa se separó del pescador y el joven recibió el apellido de otra pareja de la mujer. Luego de algunos años, Elizabet volvió a convivir con el padre de Diego, pero el joven no se cambió el apellido.

Según fuentes policiales, los uniformados tomaron conocimiento del hecho alrededor de las 19.30 de anteayer cuando llegaron, tras varios derrapes por el barroso camino que baja de la barranca conocida como bajada Cargill, y se encontraron en el interior de una vivienda con el cuerpo ya sin vida de Diego Maximiliano Velásquez, de 19 años. El joven tenía  una puñalada en el tórax sobre la tetilla izquierda.

Los pesquisas detallaron que según las primeras observaciones del médico forense, por la herida provocada el muchacho falleció al instante. A su vez, los efectivos remarcaron que la causa de la muerte se determinará fehacientemente con los resultados de la necropsia.

Por su parte, Elizabet C., madre de la víctima, contó a las autoridades que tras una violenta discusión, que incluyó varios golpes, su marido Juan Carlos R., de 39 años, le pegó un puntazo a su hijo para luego irse en una canoa hacia las islas.

Además, la mujer especificó que el arma –que todavía es buscada por la Policía– era pequeña, con un mango blanco y que como Juan Carlos es pescador, la llevaba siempre para limpiar a sus presas, indicaron los voceros del caso. Al cierre de esta edición, personal de la comisaría 29ª de Villa Gobernador Gálvez, junto con los uniformados de la Brigada de Homicidios buscaban en las zonas de las islas al agresor, quien no cuenta con antecedentes penales.

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