Por: Diego Montilla
A diferencia de la última Navidad –donde no hubo que lamentar víctimas fatales en el marco de los festejos– la noche de Año Nuevo tuvo su lamentable cuota de tragedia y culminó con dos muertos por accidentes de tránsito en Rosario y uno en Villa Gobernador Gálvez, un chico de nueve años fallecido en esta última ciudad al ser alcanzado por una bala perdida, un hombre de 50 años muerto en un incendio en Fraga 1302 bis y seis heridos por armas de fuego en Ayacucho al 4100, en barrio Tablada, en lo que se estima que fue una violenta reyerta entre dos bandas que obligó a derivar lesionados a distintos centros de salud para poder atendérselos de urgencia. También se registraron algunos heridos por el uso de armas blancas y otros alcanzados por las balas (ver sección Policiales). La buena noticia fue que pese a los múltiples disparos de pirotecnia en distintas partes de la ciudad, especialmente a partir de las 12 de la noche, no hubo que atender víctimas de gravedad a causa de la manipulación de fuegos artificiales o bombas de estruendo. “La verdad es que tuvimos una noche bastante más movida”, sintetizó el secretario de Salud del municipio, Lelio Mangiaterra, al compararla con lo ocurrido el 25 de diciembre, la semana pasada.
Sobre las víctimas en los siniestros de tránsito, el funcionario comentó que en total hubo doce personas involucradas en distintos hechos de estas características en varias zonas de la ciudad. “Los dos fallecidos son conductores que iban en moto y aparentemente no llevaban puesto el casco. Lamentablemente se vuelve al patrón epidemiológico con el tema de las motos. Esto es algo muy preocupante y que crece a diario. Todos los días se repite el tema de la falta de casco, esto es algo que se ve cotidianamente”, analizó el secretario.
Según datos policiales, el otro accidente, ocurrido en Villa Gobernador Gálvez, fue aproximadamente a las 13.30 del viernes y terminó con un chico de 25 años muerto a bordo de una moto Guerrero.
En Rosario falleció un chico de 16 años, quien iba como acompañante en una Motomel al colisionar contra un Renault Fuego, y un hombre de 32 años que conducía una moto que terminó chocando con otra de similares características.
El drama también hizo su aparición –y con especial saña– en Villa Gobernador Gálvez al alcanzar a un nene que estaba en el patio de su casa en el momento de los festejos por Año Nuevo y que fue alcanzado por una bala perdida en Temporelli al 3200 frente a la desesperada mirada de sus familiares. “El proyectil le ingresó por el cuello. Al chico se lo internó de urgencia en el Hospital de Niños Víctor J. Vilela, donde se le trató de salvar la vida con todo lo que está al alcance de la medicina. Lamentablemente el niño perdió mucha sangre y terminó falleciendo. También tuvimos una nena herida en la zona de Centeno al 300 por otra bala perdida en su pierna izquierda pero ese caso no registró mayor gravedad y la chiquita actualmente continúa en observación”, explicó.
Otra de las noticias lamentables ocurrió a las 17 del último viernes cuando un hombre de 50 años falleció alcanzado por las llamas en el barrio Empalme Graneros. A pesar de la intervención de los bomberos, el hombre falleció por la inhalación del humo. Los peritos están tratando de determinar las razones del comienzo del foco ígneo.
Con respecto al tiroteo en Tablada, Mangiaterra informó que se habría originado en una pelea entre bandas en Ayacucho al 6100. “Allí terminaron seis personas heridas por armas de fuego que fueron derivadas a distintos centros de salud, entre ellos el Hospital de Emergencias Heca, el Roque Sáenz Peña y el hospital Provincial. Ninguno de ellos reviste un estado de gravedad. Lo que nos generó esto fue un problema muy importante en el sistema de Salud, ya que de repente aparecieron seis personas baleadas que tuvieron que ser derivadas y atendidas al mismo tiempo”, destacó. A lo que se refería es que, en estos casos donde el personal corre riesgo por la característica conflictiva de los heridos, éstos deben ser atendidos en diferentes efectores.
Sobre las consecuencias de la pirotecnia, el secretario de Salud indicó que sólo se recibió a un niño en el Vilela “con problemas en un ojo luego de usar un explosivo”. “El paciente terminó siendo derivado al hospital Centenario, ya que allí hay un área especializada en oftalmología. Fue curado y por suerte no hubo que lamentar consecuencias de gravedad. También tuvimos un chiquito de ocho años que se cayó de una terraza, pero que no terminó con lesiones de consideración”, añadió.
En un balance de la noche de Año Nuevo, Mangiaterra destacó que el comienzo de 2011 “fue bastante más movido que los festejos de Navidad”. “Tampoco fue algo terrible, pero siempre que aparecen víctimas fatales la cuestión se oscurece de manera irremediable”, concluyó el funcionario.
Comentarios