Luis Alberto Pérez, un agente de 26 años de la Policía Caminera, murió este lunes por la mañana después de ser atropellado por un auto mientras labraba una multa a un camionero en la banquina de la autopista Rosario Córdoba a la altura de Ballesteros. Otros tres agentes y el camionero resultaron heridos, pero están fuera de peligro. El chofer terminó con una fractura expuesta y el automovilista también tuvo lesiones por el choque. Fue detenido y lo imputaron por homicidio culposo y lesiones.
Choque
A las 8.45 de este lunes, un hombre a bordo de un Peugeot 307 que circulaba hacia Rosario perdió el control del auto a la altura del kilómetro 536 de la autopista que conecta la ciudad con Córdoba. Chocó contra los conos que habían puesto los policías y entró en el carril central de la autopista. Cuando volvió al asfalto atropelló a los policías y al conductor del camión al que le estaban labrando un acta. El jefe de la Policía Caminera, el comisario Pablo Arregues, informó que los cuatro heridos estaban fuera de peligro, pero con lesiones. Uno de los agentes fue trasladado al Hospital de Bell Ville, Córdoba.
El policía que murió era reconocido en el ambiente futbolístico regional. Vivía en Villa María, Córdoba, trabajaba como árbitro y era miembro de la Asociación Villamariense de Árbitros de Fútbol (Avaf).
Siempre según fuentes policiales, los tres heridos fueron el oficial ayudante Matías Barrera, el cabo Marcos Núñez y el agente Maximiliano Bertoldo.
Los agentes atropellados en Rosario van a Fiscalía
El fiscal Guillermo Apanowicz citó este lunes a los cinco agentes de tránsito que en la madrugada del domingo resultaron heridos por Fausto G., de 37 años, que los chocó al escapar de un control de alcoholemia. Ocurrió a las 4.20 durante cuando el hombre, a bordo de un Nissan, se rehusó a hacer el test en Oroño y Montevideo, dio marcha atrás, aceleró y chocó al jefe del control y lo arrastró más de 30 metros en el capó del auto. También empujó a otros dos policías hacia un costado de la vereda y chocó a una inspectora y a una mujer de la Dirección General de Fiscalización del Transporte, que fueron atendidos por médicos del Servicio Integrado de Emergencias Sanitarias (Sies).
Según explicaron desde el Ministerio Público de la Acusación (MPA), el fiscal esperará los exámenes médicos para constatar las lesiones y ver si lo acusa por lesiones leves, un delito que prevé una pena de un mes a un año si el tiempo de recuperación de la lesión no supera los 30 días. También podría imputarlo por resistencia a la autoridad, que tiene una pena de entre un mes a un año sin agravantes. La asesoría legal de la Secretaría de Control y Convivencia municipal acompañó la presentación.
En paralelo, Fausto G. será sancionado por el Tribunal de Faltas por negarse a hacer el test de alcoholemia, huir de los controles, pasar un semáforo en rojo y subirse al cordón de la vereda. Las sanciones pueden ir desde una inhabilitación para conducir hasta una multa económica.
“Vamos a pedir que se apliquen las mayores sanciones para que sirva como ejemplo de lo que no debe suceder. La decisión de tomar alcohol y conducir es individual y no puede afectar a la sociedad. Y menos a personas que están trabajando. ”, había adelantado a El Ciudadano el director de Tránsito, Gustavo Adda.
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