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China: una oportunidad que implica desafíos y riesgos

El embajador en el país asiático, César Mayoral, habló en la Bolsa sobre las claves de la relación comercial.

El embajador argentino en China, César Mayoral, pasó ayer por la Bolsa de Comercio de Rosario y reflexionó sobre el desafío que supone para la región el comercio con el país asiático,  la necesidad de avanzar en la comprensión de la cultura china y la obligación de evitar la dependencia del cultivo de la soja. En un salón colmado de empresarios, también estuvieron presentes el gobernador Hermes Binner, el intendente Miguel Lifschitz, el titular de la Bolsa Cristian Amuchástegui, legisladores nacionales y funcionarios provinciales y municipales. “No sé cuánto va a durar que el precio de la soja se maneje en Chicago”, dijo Mayoral en el medio de su conferencia, aprovechando para reafirmar que “es vital tener un país que no sea solamente agroexportador, porque si los volúmenes de compra por parte de China siguen siendo tan grandes como hasta ahora, es posible que China tienda a modificar el precio”.

En el medio de una exposición en la que sorprendió el manejo de las cifras y la capacidad para explicar la situación del país asiático en el mundo, Mayoral insistió en la “necesidad de aprender el idioma chino. Hay que impulsar a los estudiantes argentinos para que aprendan chino, porque los negocios no se hacen como en Estados Unidos, por fax, o por mail, se hacen cara a cara. Para un chino lo más importante es el precio y la cara”, dijo el embajador.

Mayoral también aprovechó para aconsejar no entrar en los negocios de baja escala: “Muchos van a China a comprar cosas baratas, pero en el menudeo estamos mal. Es muy difícil hacer negocios con los chinos. Yo recibo todos los días un mail de un argentino que dice que lo estafaron, y en esos casos no hay mucho para hacer, más que una protesta diplomática que termina en una respuesta donde suelen negar todo”.

Para promover incluso mayor cautela en aquellos empresarios que quieran arrancar negociaciones en China, Mayoral alertó: “La firma para ellos no tiene el mismo valor que para nosotros. Ellos no reconocen el compromiso de una firma en el sentido que estamos acostumbrados nosotros. Si cambiaron las condiciones, la firma no importa”.

Para Mayoral los negocios con China vendrán si es que se logran avances en la comprensión de la cultura asiática. Los 30 mil kilómetros que separan a Argentina del país asiático, y sus 36 horas de vuelo, no son nada comparadas con las diferencias culturales: “En China no discuten poder. No entienden a las sociedades democráticas como las nuestras, ni hacen el esfuerzo para lograrlo. Allí la sociedad acepta sin condiciones a la autoridad”. En un momento de máxima sinceridad, y dejando claro que para él sigue siendo el mejor sistema, Mayoral se preguntó si es posible una democracia participativa en un país de 1.300 millones de habitantes. 

El embajador, que llegó a China en 2008, y vivió también en Francia y Canadá, hizo una crítica implícita al empresariado argentino y lamentó la “falta de capacidad exportadora”, fundamental para aprovechar la potencialidad del comercio internacional. “¿Quiénes exportan?”, se preguntó. “Dreyfus, Cargill, Bunge. ¿Dónde están los argentinos?”, dijo ante el silencio del auditorio.

El gobernador Binner valoró positivamente la charla del embajador, calificándola como “muy valiosa”, resaltó el hecho de que siete de los diez productos más exportados a China se producen en Santa Fe y pidió avanzar junto con el resto de las provincias en reformar “décadas de políticas que ignoraron la presencia de la cuarta parte de la humanidad”. “No se puede seguir negando a China” dijo Mayoral. “Será el actor fundamental en la vida de ustedes, en la de sus hijos, y mucho más en la de sus nietos”, concluyó.

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