La ciudad china de Harbin tiene 11 millones de habitantes, y este miércoles fue acordonada ante la sospecha de un rebrote de coronavirus covid-19, pero de una nueva cepa que, estiman, tiene una cadena larga de infección.
Las autoridades de la gran capital de la provincia de Heilongjiang, en el noroeste de China y fronteriza con Rusia, decidieron prohibir la entrada de su ciudad a cualquier no residente, provenga de otra provincia o de otro país.
China aseguró hace días que ha detenido la propagación del nuevo coronavirus en la mayor parte del país, pero una nueva ola epidémica parece estar extendiéndose en la región compuesta por las provincias de Liaoning, Jilin y Heilongjiang, que en total suman 120 millones de habitantes.
Las imágenes publicadas y verificadas en varias redes sociales chinas mostraron largas colas frente a hospitales en Harbin. En toda la provincia aumentaron, otra vez y desde mediados de marzo, los llamados contagios “importados”. Muchos se deben a quienes regresan desde la vecina Rusia, pero hay uno singular que desató la última alarma, proveniente de Estados Unidos.
Here’s the queue outside Harbin No 1 hospital. https://t.co/gPUA7z1lkL
— 优述/You Shu (@You_Shu_China) April 18, 2020
El número de casos positivos en Harbin creció significativamente después de que un residente de 87 años, identificado como Chen, infectara a 78 personas luego de recibir asistencia médica en dos hospitales. Entre los contagiados figuran miembros de su familia, otros pacientes de las clínicas y personal médico. Varios casos relacionados con ese mismo hombre, además, fueron reportados fuera de la provincia.
Reportes de varios medios internacionales señalan que el hombre, a la vez, fue contagiado por una estudiante universitaria china de 22 años que regresó a Harbin desde los Estados Unidos.
La ciudad de Harbin ordenó una cuarentena de 28 días desde este miércoles y las autoridades locales admitieron al periódico chino en inglés Global Times que “más de 4,000 personas están bajo vigilancia” después de que se detectara una infección en el hospital número 2, que tuvo que cerrarse para una descontaminación total.
La nueva medida contempla que ni los residentes de otras ciudades ni los coches registrados fuera de Harbin puedan entrar a las zonas residenciales de la urbe. Todos los residentes, además, deben llevar consigo un código QR para confirmar que no están infectados, y cubrirse con una mascarilla.
Las autoridades anunciaron la semana pasada que 35 personas que visitaron o trabajaron en dos hospitales de Harbin fueron infectadas por un paciente de 87 años que estaba hospitalizado por un derrame cerebral y que luego dio positivo por covid-19.
El vicealcalde de Harbin y el jefe de la agencia municipal de salud (junto con otros 16 funcionarios locales) fueron “castigados” por su gestión “laxa” de la epidemia, informó la semana pasada el organismo provincial responsable de supervisar líderes políticos.
¿Nueva variante, más contagiosa?
“Esta propagación debe tomarse muy en serio”, advirtió el virólogo chino Yang Zhanqiu, del Centro para el Control y la Prevención de Epidemias, porque revela nuevas características del virus que lo harían aún más difícil de detectar“.
Epidemiólogos y virólogos alcanzados por el Global Times este lunes admitieron que la larga cadena de infección de Harbin los obliga a modificar su conocimiento del coronavirus: dijeron que puede ser un genotipo diferente del que se propagó inicialmente en China desde la ciudad de Wuhan, y enfatizaron la gran importancia de contener el virus lo antes posible.
“Prestaremos mucha atención al brote en Harbin, que tiene una cadena de infección clara y larga, y ha expuesto algunas características nuevas del coronavirus, con una infectividad insospechada de la enfermedad”, aportó Zeng Guang, epidemiólogo jefe del Centro Chino para el Control y Prevención de Enfermedades.
Yang Zhanqiu, subdirector del departamento de biología de patógenos en la Universidad de Wuhan, estimó que que el genotipo del coronavirus que se propagó a través de la cadena de Harbin podría haber llegado del extranjero, y que los chinos podrían ser más susceptibles a esta nueva variante.
Yang advirtió que si el nuevo brote regional no se controla por completo, se extenderá ampliamente porque se produce en una etapa de reanudación del trabajo y la producción, y los flujos de población se están recuperando.
Antecedente a principios del siglo XX
La “Gran Plaga de Manchuria“, también de origen animal y transmitida por la marmota, asoló a Shenyang y Harbin en 1911, causando más de 60 mil víctimas fatales.
Se implementaron en ese momento confinamientos, medidas de cuarentena, uso de máscaras, restricciones de viaje, cremación masiva de víctimas y controles fronterizos para tratar de reducir la tasa de esa infección en el moderno noreste de China. Fue una de las epidemias más grandes del mundo en la época.
Cuando la enfermedad finalmente se controló, el gobierno chino convocó a la Conferencia Internacional de la Peste en la ciudad norteña de Shenyang, cerca del epicentro del brote.
Comentarios