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81 muertos al incendiarse una cárcel en Chile

Un incendio en la penitenciaría de San Miguel, al sur de Santiago, provocó 81 muertos y al menos 14 heridos entre los reclusos y otros cuatro de las fuerzas de seguridad. Los familiares, angustiados, pedían información sobre sus parientes. Piñera: “La situación penitenciaria en Chile no resiste más”

Un incendio esta madrugada en la cárcel de San Miguel, al sur de Santiago, provocó 81 muertos y 14 heridos, y generó una polémica sobre la situación del sistema penitenciario y la intervención del presidente Sebastián Piñera, quien prometió investigar todas las responsabilidades sobre el siniestro.

Las primeras informaciones detallaron que las llamas se propagaron tras la quema de colchones, producto de una pelea entre los reos de los dormitorios 4 Norte y 4 Sur, de la torre 5, y habría sido intencional, según el fiscal regional de la zona sur, Alejandro Peña, quien se constituyó junto a personal de la Brigada de Homicidios en la cárcel de San Miguel.

“La situación penitenciaria en nuestro país no resiste más”, aseveró el mandatario chileno al presentarse en la Posta Central, el centro asistencial al que fueron derivados la mayoría de los heridos por el incendio desatado a las 6 de la madrugada luego de una riña entre reclusos, según informaron las agencias de noticias ANSA, DPA y el diario El Mercurio.

“Se están investigando preliminarmente los antecedentes que se manejan por parte de bomberos y gendarmería y que dice que esto habría sido intencional”, sostuvo el representante del Ministerio Público.

La magnitud de la tragedia estuvo relacionada con que las llamas se propagaron en sólo tres minutos por el piso 4 de la torre 5, lo que impidió que los reos que se encontraban en el lugar escaparan del recinto, según informó este mediodía el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, luego de hablar con el fiscal.

Sin embargo, el ministro de Justicia, Felipe Bulnes, reconoció hoy que “sin adelantar conclusiones finales, hay que destacar lo difícil que se hacen los operativos en una cárcel en condiciones de hacinamiento” como la de San Miguel, que tenía una capacidad de 1.100 reclusos, es decir 800 menos de los que albergaba.

Una vez pasada la emergencia esta mañana, el ministro de Justicia garantizó que “no hay situación de motín, y el resto del penal se encuentra en normalidad”.

No obstante, un preso que habló desde el interior de la cárcel declaró a radio Biobío que el ambiente sigue tenso.

“Paren la violencia, ya se nos murieron 80 compañeros, si siguen así van a provocar una rebelión”, afirmó el detenido, que habló mediante un teléfono celular y no dio su identidad.

Mientras tanto, el fiscal Peña informó que el trabajo será en primera instancia establecer las identidades de los fallecidos para de inmediato “investigar con igual celo la posibilidad de que se haya constituido delito en ocasión de la desgracia”.

Tras las primeras informaciones de la tragedia, llegaron al lugar decenas de voluntarios de bomberos y numerosos familiares de los reclusos, que, angustiados y en su intento por obtener información sobre sus parientes, derribaron varias de las rejas perimetrales. 

Los heridos eran trasladados a la Posta Central, Hospital del Trabajo, Hospital Barros Luco y Hospital San José.

Piñera indicó que las familias fueron notificadas directamente y de forma privada sobre la muerte de sus parientes, y añadió que a estas alturas “prácticamente la totalidad” de los fallecidos fueron identificados.

En un principio, el mandatario había informado que eran eran 83 los fallecidos y 21 los heridos, 14 de ellos en estado de gravedad, pero luego el gobernador de Santiago, Fernando Echeverría, y el director Nacional de Gendarmería (policía de prisiones), Luis Masferrer, confirmaron que son 81 los muertos y 14 los lesionados.

“Hubo una confusión con otras dos personas fallecidas por otra causa en un hospital”, explicó Echeverría sobre la rectificación a los datos brindados por el presidente.

En cuanto a los heridos, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, señaló que sufrieron “quemaduras en la vía aérea, quemaduras faciales, están entubados con ventilación mecánica en diferentes recintos hospitalarios”, y su evolución es “muy incierta”, por lo que “hay que esperar muchas horas, sino días, para poder establecer cuál va a ser su pronóstico”.

El funcionario indicó que entre los heridos hay un bombero lesionado de mediana gravedad y tres funcionarios de gendarmería resultaron con heridas de moderada consideración.

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