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CFK dijo que su triunfo es un “reconocimiento a la gestión”

La presidenta celebró su victoria en las primarias, aunque aclaró que ningún dirigente “es dueño del voto”.

Al trazar un balance después del contundente triunfo en las urnas de los comicios primarios del domingo, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner aseguró ayer que los más de 10 millones de votos que obtuvo son “un reconocimiento a una gestión” de gobierno y sostuvo que ningún dirigente político “es dueño del voto” de los ciudadanos. “Lo interpreto como un reconocimiento a una gestión. Creo en una sociedad que vota positivamente, que votó una gestión de gobierno que viene desarrollándose desde 2003 con errores y aciertos, marchas y contramarchas. Es un reconocimiento al trabajo. Me he roto el alma en estos cuatro años y él (por Néstor Kirchner) durante ocho”, dijo durante una conferencia de prensa que brindó ayer (la primera en un año y medio) en Casa de Gobierno.

Junto a su compañero de fórmula, el ministro de Economía Amado Boudou, y todo su gabinete en el Salón Sur, la jefa del Estado remarcó que “lo más importante es que nadie es dueño del voto de nadie” y que “los ciudadanos no tienen propietarios”. “Ninguno de nosotros es propietario de la voluntad de ningún ciudadano, que se expresa libremente ante cada convocatoria de la manera que cree más conveniente, según sus propios intereses”, afirmó Cristina, que obtuvo 10.363.319 votos, lo que representa el 50,70 por ciento de los sufragios, escrutadas casi la totalidad de las mesas: una excelente performance con vistas a las generales del 23 de octubre.

En la rueda de prensa, la mandataria hizo una introducción y respondió preguntas de distintos medios –que fueron sorteados con anterioridad–, en las que se refirió a las primarias que se desarrollaron por primera vez en el país, y remarcó el “récord de concurrencia electoral” que se registró en los comicios. “Fue una jornada memorable, en la que inauguramos un sistema inédito en la historia institucional argentina, con el que hemos dado un salto cualitativo muy importante, al instalar un sistema que permite la apertura de los partidos a la sociedad, una especie de democracia ampliada”, sostuvo.

En ese marco destacó como el “dato más sobresaliente” de la jornada de ayer el “récord de concurrencia electoral” que marcó el 77,82 por ciento del padrón, superando los niveles de la elección presidencial de 2007, cuando votó el 76,20 por ciento, y de las legislativas de 2009 en las que sufragó el 76,79. Remarcó esa alta cifra de participación luego de que “muchos medios aseguraran que iba a ir a votar poca gente, que no había interés o poca difusión” y volvió a resaltar que la ciudadanía “actuó con absoluta libertad”, adoptando un “rol activo” y en un “clima de alegría”.

“Como Riquelme, ambos estamos felices”, dijo la presidenta en un tono distendido y relajado, con Boudou parado a su lado, y reveló que el ministro “anduvo haciendo pogo hasta la medianoche” y hasta le cantó el tema “Avanti morocha” de los Caballeros de la Quema. Sobre su aplastante resultado en las primarias, la jefa del Estado agregó: “No hay que creérsela, yo nunca me la creí, milito desde muy joven y, pese a que hemos tenido muchos éxitos y también derrotas, siempre aprendí más de las derrotas que de los triunfos”.

Al ser consultada sobre la convocatoria a los distintos sectores que hizo ayer en su discurso, Cristina dijo que tanto con empresarios como con sindicalistas se reúne “cotidianamente” y que “sería imposible gobernar sin dialogar con ellos”. En tanto, dijo que el “ámbito” para el diálogo con los partidos políticos de la oposición es el Parlamento, donde “están representadas todas las fuerzas. Resaltó que los acuerdos “deben traducirse en políticas concretas para la gente” y aprovechó para pedir el “pronto tratamiento” de la ley de tierras. La mandataria fue consultada sobre posibles cambios de gabinete para un segundo mandato, si triunfa el 23 de octubre. “Primero cazemos la liebre y después vemos cómo se arma el guiso”, contestó entre risas.

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