Después de haber ganado popularidad mundial por su participación en la serie biográfica de Luis Miguel que fue furor en Netflix y de haber formado parte del elenco de La noche de los 12 años, el multipremiado film uruguayo, César Bordón volvió a ocupar un lugar privilegiado en los cines nacionales con el protagónico del film El tío. La película que dirige Eugenia Suerio se conoció el jueves pasado y se puede ver en los principales complejos rosarinos.
“Es saludable para el actor hacer todo tipo de producciones. Ahora puedo elegirlas, pero siempre es bueno seguir en proyectos pequeños en independientes y de diferente naturaleza. En esa variabilidad es donde se encuentra y crece el artista. Es tan importante como trabajar en diferentes géneros. Así se crece”, dijo Bordón en una entrevista con Télam.
En El tío el actor interpreta a Dalmiro, un hombre de cincuenta y pico de años, huraño y solterón, que debe hacerse cargo de sus sobrinos ante la repentina muerte de su hermano y el duelo de su cuñada. “El personaje atraviesa un aprendizaje, a veces con tacto y otras cómo puede. Pero también por una parte de su personalidad se acerca y se asemeja a los niños porque no le gusta mentir ni contar historias fantásticas. Por ejemplo, cuando está con su sobrina en el auto, ella le pregunta dónde está su padre y él le contesta «no sé». Así, ella sabe que ese tipo le dice la verdad”, contó sobre su personaje.
El tío es una película pequeña que hace especial hincapié en la actuación de Bordón. Él es quien se lleva la mayor cantidad de planos cortos y los principales diálogos. Dalmiro tiene una relación muy especial con sus sobrinos, su club: Almagro; y su cuñada.
En esa última relación se centra una de las subtramas más “polémicas”. “Es una relación muy particular y tiene una evolución muy interesante. Ella es muy avasallante y logra ponerlo en lugares donde él no quiere estar, eso lo pone incómodo y no lo puede esquivar. Pero, a la vez, él tiene ciertas fantasías y al parecer, como no está el hermano, cree que puede ocupar su lugar”.
La pasión
Otro de los rasgos de la personalidad de Dalmiro es su fanatismo por Almagro, algo que Bordón señala como un “sentido de pertenencia”. “Los que estuvimos en un lugar de chicos en el que compartimos con familiares y amigos, sentimos por ese lugar una magia especial y eso pasa mucho en Almagro. Nos dimos cuenta que allí uno no es de Almagro, sino que es Almagro. Seguramente su padre haya estado ahí o en ese club dio el primer beso, o comió cien veces en la cantina. Esa sensación hace tan fuerte al lugar que lo convierte en un cable a tierra, pero con un gran sentido de pertenencia del que Dalmiro también forma parte”.
El manager
En un mundo mucho más frío y calculador Bordón le puso el cuerpo a un rol mucho más ambicioso: ser el manager de Luis Miguel en la exitosa serie biográfica que produjo Netflix. “Ese papel fue muy favorable y me puso en valor en mi país. Son las cosas que hacen que las demás personas resalten la carrera de alguien porque estuvo en un lugar tan relevante para el mercado. También me abrió algunas puertas. Estoy muy feliz con eso, me dio un momento de popularidad y reconocimiento. Además, el streaming tiene un alcance insospechado”, concluyó.
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