“256,23 pesos el kilo del matambre de cerdo. ¿Sabías que a los productores nos pagan 23 pesos el kilo? Ahora que lo sabés, ayudanos a difundirlo”. El tuit de la Federación Agraria acompañado de una foto que muestra un corte comprado en el supermercado La Gallega levantó este lunes la polémica por la distorsión en la cadena de la carne porcina.
En diálogo con El Ciudadano, desde la entidad que nuclea a los pequeños productores aclararon que el abuso se da en las grandes cadenas, no así en supermercados chicos y carnicerías. Esto fue confirmado por el titular de la Cámara de Supermercados de Rosario y propietario de Supermercados Único, Mariano Martin, quien dijo que “el kilo de matambre de cerdo, normalmente y dependiendo de la marca, está entre 140 y 180 pesos”.
Martin contó que los supermercados compran a los frigoríficos la media res de cerdo, que cuesta 40 pesos más IVA. En tanto, la venta al público del matambre –el corte más caro– está entre 140 y 180 pesos. En su frigorífico de Chabás, la Federación Agraria vende el corte directamente al público a 140 pesos el kilo.
Según Martin, el precio exhibido en el Twitter de la entidad agrícola-ganadera “es una locura”. “O hay un error del supermercado o es un corte de primerísima calidad”, agregó el referente de los supermercadistas.
El presidente de la Unión de Usuarios y Consumidores, Alberto Muñoz, afirmó que la formación de precios por parte de las grandes cadenas “es una regla de oro en el mercado”.
“Cuanto más oligopólica es la conformación de as industrias y los supermercados, más pierden los productores y los consumidores. Aquel que acumula poder de stock, termina fijando precios para todos los comercios”, dijo Muñoz. Y agregó: “No es real la hipótesis de que las grandes cadenas tienen mejores precios, muy por el contrario”.
Para el referente en materia porcina de Federación Agraria, Pablo Paillole, no se trata de un simple error de la balanza o el carnicero de La Gallega. “Hay una posición dominante de las cadenas que tienen más locales, porque si uno va a supermercados más pequeños o a las carnicerías, lo encuentra a la mitad de precio”, señaló.
Además, Paillole agregó que son las grandes cadenas las que importan carne de cerdo de Brasil, Dinamarca y ahora también de Estados Unidos. La importación tiene un doble impacto negativo. Por un lado plancha el precio local. Pero lo más perjudicial es el riesgo sanitario que implica traer carne porcina del país que gobierna Donald Trump. Estados Unidos tiene el bacilo del síndrome reproductivo respiratorio, del cual la Argentina es libre.
Distorsión
Actualmente, el productor recibe 23 pesos por kilo de cerdo. Sea 140 o 256 pesos el precio del matambre en la góndola, la diferencia es mucha y, en el mejor de los escenarios, el criador sólo participa del 16% de la ganancia en el caso de ese corte, que es el más caro.
Paillole explicó que el matambre representa el 1% del animal y es allí donde se refleja “el extremo de la brecha”. Al productor se le paga por kilo de carne en general y, según el referente de la Federación Agraria, debería ser de 28 pesos para que la actividad tenga una rentabilidad aceptable en lo que respecta a los productores más chicos.
En enero, el productor porcino recibía 25 pesos por kilo. La caída del precio es multicausal. Por un lado es estacional. “En mayo el precio baja y ahora comenzó a recuperarse”, relató Paillole. Pero lo que más preocupa a los productores es la importación y la suba de los costos, que se dispararon con la quita de retenciones al maíz y el tarifazo. “Con la apertura de la importación nos congelan el precio a nosotros. No regulan el precio al consumidor, sino que le ponen un tope al productor y la ganancia se la quedan los supermercados y los importadores”, indicó el productor rosarino, que tiene su producción en Arteaga.