El Hincha

Copa de la Liga Profesional

Central tuvo un segundo tiempo para el olvido y lo pagó con derrota ante Barracas en Arroyito

Un equipo apurado, desequilibrado, sin ideas y con varios futbolistas por debajo del nivel. El elenco del Kily no hizo lo que debía hacer y casi nunca estuvo a la altura de la obligación. Y ahora llega con preocupación al clásico contra Newell's.


Un equipo apurado, desequilibrado, sin ideas y con varios futbolistas por debajo del nivel que la empresa exigía. Un conjunto de voluntades en cancha, pero sin encontrar nunca una idea clara de juego. Un error gravísimo que terminó el partido antes de tiempo, porque lo que hizo Central después del segundo gol de Barracas fue para olvidar rápidamente.

El equipo del Kily no hizo lo que debía hacer y casi nunca estuvo a la altura de la obligación que acarreaba para este partido.

Un rendimiento preocupante del Canalla y encima en la previa del juego más importante que tendrá en el semestre. Jugadores en bajo nivel y que no encontraron nunca el rumbo. Un técnico que después de lo de anoche quedó en la cuerda floja y un futuro con un interrogante grandísimo, pero que se develará rápido y esa inmediatez la da el partido del próximo domingo.

El rival se anunció con un sistema de juego 4-3-3 pero cada vez que Central cruzaba la mitad de la cancha el mismo variaba y se convertía en un mezquino 4-1-4-1. Y fue ese esquema que le costó al equipo del Kily llegar con chances claras al arco de Gagliardo. Además, del enjambre de futbolistas replegados en el propio campo que puso Alfredo Berti, el Canalla no lució nunca preciso a la hora de intentar armar jugadas en ofensiva. La primera media hora fue para la siesta: por el lado de Central solamente hubo tiros desviados de Ruben y Almada (ninguno de peligro); y por el lado del Guapo sólo apostando a alguna contra que nunca llegó y con un arquero que demoraba siempre el reinicio del juego provocando que el tiempo transcurriera sin jugarse.

Pero llegó “la jugada” del primer capítulo. Blanco desbordó y tiró el centro, el lateral Paz que llegaba con la marca de Ruben metió la mano. El juez Dóvalo no la vio (era imposible que lo pudiera haber divisado), pero el asistente 2, Juan Del Fueyo, sí la observó y le indicó que cobrara penal. Era casi un hecho que esta vez era Ruben el que iba a patear y así fue, el delantero tomó la pelota, Vecchio le dio un beso en la cabeza y llegó el gol 103 del histórico goleador. De ahí en más el partido se abrió y apareció dos veces Gagliardo para impedir que la diferencia sea mayor y Barracas también tuvo una chance clara para empatar, pero Glaby, que entró solo en el segundo palo tras un centro, la tiró ancha.

Tras el descanso y cuando la escenografía era casi la misma de los primeros treinta, Arce clavó un golazo. Después de un córner que rechazó Komar, de cabeza, la pelota le quedó al volante de Barracas quien marcó el empate. Inmediatamente bajó el canto de la hinchada, el tradicional “movete canalla movete, movete dejá de joder (sic) que esta hinchada está loca, hoy no podemos perder”. Central, en vez de interpretar el claro mensaje, lejos estuvo de reaccionar y la visita casi mete el segundo.

Al Kily no le quedó otra que mover el banco de manera prematura, a lo que está acostumbrado, y los reemplazados fueron los dos volantes por afuera (no tuvieron un buen juego. Cuando aún se estaban acomodando Buonanotte y Benítez, Komar quiso jugar con el arquero pero tuvo un error garrafal y dejó corta la pelota que tomó Sepúlveda y convirtió el segundo. Los hinchas, incrédulos, ante la mala imagen que estaba dando el equipo se hicieron sentir otra vez…

A poco para el final, toda la cancha repudió lo que estaban haciendo los jugadores adentro de la cancha y los insultos se hicieron escuchar no solo para ellos sino para el entrenador. Es que después del segundo gol Central fue una sombra, las poquísimas ideas supo tener en alguna parte del primer capítulo desaparecieron. Pero para que la noche sea aún más sombría llegó un horror de Martínez y el humildísimo Barracas se puso 3-1.

En los últimos minutos faltó el otro destinatario de los insultos y fue la comisión directiva. Y la zona del palco se despobló para evitar que la cosa pasara a mayores. Una decepcionante presentación y ya van varias. Una preocupante imagen como aperitivo al clásico.

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