Omar Palma cree que una victoria ante Independiente Rivadavia de Mendoza le puede entregar a Central el envión anímico que necesita desde hace mucho tiempo. Y si bien la cruzada no es sencilla, el DT canalla tiene mucha fe en los suyos.
Sereno, como se lo vio desde el primer día que asumió como entrenador auriazul, el Negro Palma analizó el presente del equipo. Y también dio detalles del rival de turno y del partido que imagina mañana por la noche ante la Lepra mendocina.
—Teniendo en cuenta que varios de los equipos que están arriba en la tabla juegan entre sí, una victoria en Mendoza puede acomodarlos bastante bien en la tabla.
—Seguro. Eso lo tenemos en cuenta. Pero tenemos que depender de lo nuestro, y no de cómo le vaya a los demás. Si el equipo funciona como lo hizo en el segundo tiempo del partido ante Chacarita, tendremos posibilidades de seguir en la pelea hasta el final.
—¿Percibís que un segundo triunfo consecutivo le puede imprimir a este equipo un envión que está necesitando desde hace mucho tiempo?
—Que no queden dudas de que es así. Si llegamos a meter este partido va a representar un envión anímico muy importante para el grupo.
—Ya conocías el mundo Central como jugador. Siendo técnico, ¿hay algo que te haya sorprendido?
—A mí me interesa cómo funciona y cómo juega Central, nada más. Vine a trabajar con seriedad sabiendo que el equipo está en una situación difícil. Pero no hay nada que me saque de la cabeza que este equipo puede y tiene que mejorar.
—De todos modos, se te ve tranquilo.
—Estoy tranquilo porque conozco Central. Y gracias a Dios todavía no me hace falta tomar nada para mantenerme tranquilo (se ríe).
—¿Cómo estás viendo el vestuario?
—Muy bien, los chicos están tranquilos. Todos saben lo que nos estamos jugando, y la verdad que es muy lindo cuando uno trabaja en un ambiente así, y ve a los jugadores metidos detrás de lo que uno pretende.
—Al final del torneo se terminan varios contratos de jugadores que están a préstamo. ¿Te parece que algunos se pueden sentir más observados que otros por esta situación?
—No, para nada. No me parece que los jugadores tengan la cabeza en eso. Todos están pensando en esta final que tenemos en Mendoza el lunes y en tratar de sacar esta situación adelante.
—¿Qué viste de Independiente?
—Es un equipo que tiene un volante de contención que maneja muy bien la pelota. Por eso creo que Jesús (Méndez), el Diablito (Carrizo) o Coniglio van a tener que caerle para no dejarlo manejar la pelota con libertad. Esa va a ser una de las claves para no perder la pelea de la mitad de la cancha.
—Pensás entonces que Julio Mozzo es uno de los jugadores más importantes del equipo mendocino.
—Creo que sí. Arma bien el juego, difícilmente pierda la pelota. Pero ojo que sigo pensando que lo más importante pasa por lo que hagamos nosotros. Si hacemos lo que planificamos antes del partido, vamos a sacar un buen resultado.
—Van a jugar ante un rival que también tiene urgencias, pero que tienen que ver con la tabla de abajo.
—Es cierto, pero nosotros también tenemos urgencias, porque si queremos llegar a la Promoción tenemos que ganar. Ya no nos sirve otro resultado.
—¿Te imaginás que se pueda dar un partido abierto?
—No, todo lo contrario. No creo que ellos arriesguen demasiado. Ojalá me equivoque, porque a nosotros nos puede venir bien que dejen espacios.
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