Edición Impresa

Central: no mantiene el cero

Al equipo de Miguel Russo le está costando cerrar los partidos con el arco invicto.


centraldentro

No hay lugar a dudas de que trabajar para mantener el arco propio en cero es una premisa básica para un equipo de fútbol. Y desde que Central regresó a la primera, esta es una de las materias que los auriazules no lograron aprobar casi nunca.

Los números y las estadísticas sobre este tema son elocuentes. Y sirven para darle mayor sustento aún al enunciado inicial. En estas siete fechas que se llevan disputadas del torneo Final, los dirigidos por Miguel Ángel Russo sólo pudieron mantener su valla invicta en un solo partido, en la primera fecha visitando a Quilmes (1 a 0). Y en el campeonato pasado, el Inicial, apenas lo lograron en tres encuentros.

Además, y más allá de los buenos resultados que consiguieron los canallas en este último tiempo jugando en Arroyito, ya acumulan once partidos consecutivos en el Gigante sin dejar a su rival de turno en cero.

Como contrapartida, jugando durante la temporada pasada en la B Nacional, este mismo grupo mostró como una de sus mayores virtudes la capacidad de terminar un partido sin goles en contra.

Y sobran ejemplos para corroborarlo. En la segunda parte del campeonato de ascenso, que se jugó durante el primer semestre de 2013, Central finalizó con su valla invicta en 9 encuentros de los 20 que disputó. Y, en la primera ronda del mismo torneo, entre las fechas 14 y 18, Mauricio Caranta logró el récord de imbatibilidad del club (NdR: 664 minutos). Fueron seis partidos sin recibir goles para el arquero cordobés, y todos ellos terminaron en triunfos del Canalla.

Lo que fue moneda corriente durante la temporada anterior, jugando en la B Nacional, hoy se convirtió en uno de los defectos puntuales que muestra el equipo.

Es indiscutible que, en primera, la exigencia que le imponen sus rivales ocasionales a Central es mayor a la que debía afrontar el Canalla ante equipos del ascenso. Pero también es cierto que los auriazules se reforzaron con la intención de que ese cambio de nivel no sea tan notorio.

Hoy, mirando la tabla de promedios de reojo, Russo y los suyos saben que recuperar esa capacidad de bajarle la persiana al arco propio será una de las llaves para asegurar la permanencia. Ese, y no otro, es el objetivo primordial al que debe apuntar Central.

Cualquier otro logro auriazul en este torneo, como lo sería clasificar para disputar la próxima edición de la Copa Sudamericana, llegará como consecuencia lógica de haber transitado por el camino correcto. Tal como sucedió hace menos de un año, cuando este grupo consumó el ansiado retorno a la máxima categoría.

Domínguez está en duda

No hay lugar a dudas de que trabajar para mantener el arco propio en cero es una premisa básica para un equipo de fútbol. Y desde que Central regresó a la primera, esta es una de las materias que los auriazules no lograron aprobar casi nunca.

Los números y las estadísticas sobre este tema son elocuentes. Y sirven para darle mayor sustento aún al enunciado inicial. En estas siete fechas que se llevan disputadas del torneo Final, los dirigidos por Miguel Ángel Russo sólo pudieron mantener su valla invicta en un solo partido, en la primera fecha visitando a Quilmes (1 a 0). Y en el campeonato pasado, el Inicial, apenas lo lograron en tres encuentros.

Además, y más allá de los buenos resultados que consiguieron los canallas en este último tiempo jugando en Arroyito, ya acumulan once partidos consecutivos en el Gigante sin dejar a su rival de turno en cero.

Como contrapartida, jugando durante la temporada pasada en la B Nacional, este mismo grupo mostró como una de sus mayores virtudes la capacidad de terminar un partido sin goles en contra.

Y sobran ejemplos para corroborarlo. En la segunda parte del campeonato de ascenso, que se jugó durante el primer semestre de 2013, Central finalizó con su valla invicta en 9 encuentros de los 20 que disputó. Y, en la primera ronda del mismo torneo, entre las fechas 14 y 18, Mauricio Caranta logró el récord de imbatibilidad del club (NdR: 664 minutos). Fueron seis partidos sin recibir goles para el arquero cordobés, y todos ellos terminaron en triunfos del Canalla.

Lo que fue moneda corriente durante la temporada anterior, jugando en la B Nacional, hoy se convirtió en uno de los defectos puntuales que muestra el equipo.

Es indiscutible que, en primera, la exigencia que le imponen sus rivales ocasionales a Central es mayor a la que debía afrontar el Canalla ante equipos del ascenso. Pero también es cierto que los auriazules se reforzaron con la intención de que ese cambio de nivel no sea tan notorio.

Hoy, mirando la tabla de promedios de reojo, Russo y los suyos saben que recuperar esa capacidad de bajarle la persiana al arco propio será una de las llaves para asegurar la permanencia. Ese, y no otro, es el objetivo primordial al que debe apuntar Central.

Cualquier otro logro auriazul en este torneo, como lo sería clasificar para disputar la próxima edición de la Copa Sudamericana, llegará como consecuencia lógica de haber transitado por el camino correcto. Tal como sucedió hace menos de un año, cuando este grupo consumó el ansiado retorno a la máxima categoría.

Comentarios

10