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Central: no es Sapito de otro pozo

Hernán Encina firmó ayer un contrato a préstamo por un año y se transformó en la quinta cara nueva.


Hernán Encina estampó ayer la firma y se convirtió en otro de los refuerzos para el equipo que dirige Miguel Ángel Russo. Antes de la rúbrica, el volante de 29 años cumplió con el trámite de rigor: a primera hora de la tarde realizó la revisión médica. Luego, tras superar los exámenes, el Sapito puso el gancho en la sede de calle Mitre. Y recién entonces habló con los medios.

“Sabía que en algún momento iba a volver al club, y estoy muy feliz de que se haya dado”, dijo sobre su retorno Encina, que había sido transferido por los auriazules a fines de 2006. En aquella oportunidad, un grupo empresario adquirió los derechos económicos del volante en una cifra cercana a los 500 mil dólares, y lo cedió luego a la Universidad Autónoma de Guadalajara, de México. Ahora, casi a 6 años de aquel episodio, el volante regresó al equipo en el que debutó como profesional. “Quiero ponerme a entrenar cuanto antes y espero serle útil al técnico”, dijo.

Así, con la llegada del mediocampista, Central cerró ayer la quinta cara nueva de este libro de pases. Antes ya habían firmado sus préstamos por un año los volantes Alejandro Gagliardi y José Luis García; y los delanteros Diego Lagos y Héctor Bracamonte.

Y teniendo en cuenta las renovaciones de los préstamos (Franco Peppino y Julio Mozzo), ya son siete los refuerzos que se sumaron en estos días. El Sapito vuelve tras haber jugado durante la última temporada en Instituto de Córdoba, igual que Gagliardi y Lagos. Encina disputó 34 partidos de los 38 que jugó La Gloria en el torneo pasado; y fue titular en 25 de ellos.

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