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Central: medio de críticas

Por Guillermo Ferretti.- El escaso volumen de juego del equipo de Russo puso a la zona de volantes bajo la lupa.


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Los primeros pasos de Central en la vuelta a Primera no fueron muy firmes. En estos seis partidos que lleva jugados el equipo de Miguel Russo, los errores cometidos estuvieron por encima de los aciertos. Una combinación fatal a la hora de tratar de conseguir buenos resultados.

Así, lógicamente, el arranque canalla en el Torneo Inicial aparece por debajo de lo esperado. Y el concepto incluye tanto a la suma de puntos como al rendimiento futbolístico del equipo. Las 6 unidades obtenidas sobre 18 posibles representan la prueba matemática que fundamenta el enunciado base de este material periodístico.

El medio bajo la lupa

A la hora de analizar puntualmente las fallas en las que viene incurriendo el Central de Miguel Russo, hay un sector de la cancha que se encuentra bajo la lupa: el mediocampo.

Para afrontar el torneo, el DT canalla apostó por la base del equipo que venía utilizando en la temporada anterior, cuando fue campeón de la B Nacional. En este sentido, el único sector de la cancha que sufrió modificaciones sustanciales de nombres fue el ataque. Justamente, la línea de juego que parece la mejor reforzada.

En defensa, Alejandro Donatti cubrió la salida de Nahuel Valentini. Y salvo cuando tuvo que cubrir ausencias obligadas de Rafael Delgado, el DT no tocó nada.

En el medio, la zona conflictiva, la única baja respecto de la temporada pasada es la de Jesús Méndez. Y Russo apostó por Federico Carrizo para ocupar la vacante que dejó el mendocino. Y, a la vista de los resultados y de la producción, la variante no dio los resultados esperados. Aunque esto tampoco significa que, el bajo rendimiento del mediocampo canalla sea el único justificativo para entender la endeblez del equipo de Russo. Pero sí parece un factor importante a tener en cuenta la hora a la hora del análisis.

Apostó por los que conoce

En los cinco primeros encuentros del torneo, la conformación del medio fue la misma. Incluyendo a jugadores de buen pie y baja capacidad de marca: Hernán Encina, Nery Domínguez, Carrizo y Diego Lagos. La idea de Russo, muy clara, es manejar la pelota. Sin embargo, en función ofensiva, sólo puede destacarse la generación de situaciones de gol que provocó el equipo en el segundo tiempo contra Gimnasia, en La Plata.

Antes, y después de ese partido, el mediocampo tuvo poco volumen de juego. Faltó claridad para buscar a los delanteros, el vértigo le ganó siempre a la pausa, se chocó demasiado contra los marcadores ocasionales y no abundaron los desbordes por las bandas. Para colmo, faltó equilibrio, y se fracasó varias veces en el retroceso. En este punto, por falta de capacidad de corte de juego con “faltas tácticas”, Central entregó ventajas que, algunas veces, provocaron goles de sus contrincantes.

Las opciones de nombres

El domingo pasado, ante San Lorenzo, Matías Ballini apareció sorpresivamente en la posición que ocupaba Méndez. Y tampoco fue la solución. Sin embargo, le aportó combatividad al sector. Y esto lo puede posicionar bien para pelear por un lugar.

Guillermo Pol Fernández ingresó casi siempre, pero desde el banco. Y, a partir de sus aportes, parece haber sumado méritos para ser titular.

Eduardo Ledesma, otro de los que llegó como refuerzo para el mediocampo, sólo entró ante Colón, y como marcador de punta. Hoy no asoma como opción para estar de arranque.

¿Y Pablo Becker? En la B Nacional varias veces aportó soluciones en ofensiva, y hasta algún gol. Apenas si fue al banco el último domingo ante el Ciclón. Y parece relegado, al menos por ahora, en la consideración de Russo.

¿Retoque táctico-estratégico?

En la búsqueda de una mejora del funcionamiento del mediocampo, el DT tiene piezas para mover. Pero tal vez no sea esa la única solución.

No hay dudas de que algún retoque desde lo táctico, y lo estratégico, también aportaría a la causa. Por ejemplo, el volver a presionar con los volantes sobre la salida rival. Así, se podría recuperar también la contextura de equipo corto, que hoy se extraña, y tanto rédito entregó durante la temporada anterior.

Miguel Russo es el primero que sabe que el equipo no está funcionando bien. Y también, que sólo él tiene a mano las recetas para revertir esta situación. A favor del DT, en la temporada pasada, vivió una situación similar. En seis fechas, aunque en la B Nacional, Central había sumado 7 puntos. Pero terminó siendo campeón de la divisional. Hoy, en igual cantidad de partidos jugados, aunque en Primera, los auriazules cosecharon 6 unidades. ¿Podrá revertir la ecuación como lo hizo hace un año? Sólo Russo tiene la respuesta.

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