El Hincha

Superliga

Cocca tuvo banca: goleó Central y volvió a ganar luego de 9 fechas

Una victoria necesaria, más allá de la estadía del cuerpo técnico. Un triunfo revitalizante que llegó en el momento justo para calmar las aguas del bravío mar que atraviesa el club por estos días.


Venga ese abrazo. Riaño felicita a Cocca por la victoria. Foto: Franco Trovato Fuoco.

Tuvo banca. Central ganó y Diego Cocca continúa. El entrenador se jugaba su puesto y contó con el apoyo de sus dirigidos dentro de la cancha. El Canalla volvió a ganar después de nueve partidos. Y lo hizo porque principalmente se aprovechó de un flojísimo rival. Una victoria necesaria, más allá de la estadía del cuerpo técnico. Un triunfo revitalizante que llegó en el momento justo para calmar las aguas del bravío mar que atraviesa el club por estos días.

El DT se la jugó con nuevo esquema y con un par de cambios, donde se destacó la ausencia de Matías Caruzzo. Muchos entrenadores dicen por lo bajo que cuando el puesto está en juego ponen en cancha a aquellos jugadores que saben le van a responder. Y en el Gigante eso se vio. Es que más allá de que Central estuvo lejos de jugar un gran partido, lo ganó de manera justa y la actitud de los futbolistas fue muy diferente a la que habían mostrado en La Plata, entresemana.

La principal virtud que mostró el equipo de Cocca fue que supo cómo aprovechar las grandes deficiencias que tuvo el Tomba. Godoy Cruz por momentos parece un equipo amateur de mitad de cancha hacia atrás y Central hizo que esas fallas se evidencien desde el mismísimo arranque del partido.

El cambio de esquema favoreció en algunas cuestiones futbolísticas, pero solamente en los primeros minutos de partido. Central atacó por los costados y si bien no generó en demasía, encontró la efectividad para marcar que había tenido en las primeras fechas. Pero en defensa no lució sólido y lo sufrió más de la cuenta. No fue intenso para ir en busca de la pelota cuando el rival la manejaba. Ni tampoco tuvo velocidad para ir en ataque. Sí contó nuevamente con la pelota detenida como una de sus principales armas para lastimar. Y de ahí logró un 3-1 aliviador.

Tras el descanso, las formas de Central se desdibujaron, el rival a pesar de su falta de jerarquía empujó más desde el ingreso de Badaloni. Para el suplicio de los hinchas el encuentro se convirtió rápidamente en uno de liga comercial, podía pasar cualquier cosa. Pero cuando la empresa de conseguir la victoria peor se ponía, Mastrángelo (de buen partido) le mostró la segunda amarilla a Arena y esto revitalizó las chances de Central de quedarse con el juego. Algo que ratificó después con el tanto de Rinaudo.

Central le ganó a uno de los peores del torneo, pero lo hizo. Consiguió cortar una racha de 9 partidos, le dio aire a su entrenador y salió de la zona de descenso. Un partido en el que no le sobró mucho, pero cuyo resultado llegó en un momento justo para que, aunque sea por una semana, las costas de Arroyito sean bañadas por aguas mansas.

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