El Hincha

Fecha 30

Central empató en San Juan y el ingreso a la Sudamericana quedó en lista de espera


Desanimado por el triunfo de Defensa y Justicia que lo dejó afuera de la Sudamericana, Central salió a jugar en San Juan casi obligado y cosechó un pálido empate 1-1 ante San Martín.

El arranque fue intenso. Cada uno con sus armas, los dos salieron a buscar. Central lo hizo apostando al juego asociado, desde la conducción de Martínez, Camacho y Carrizo. Y San Martín con pelotazos, buscando sacar provecho de alguna distracción defensiva.

Aunque en forma desordenada, los sanjuaninos fueron eficaces en la presión. Y, sin muchas ideas, generaron peligro. Pero lo hicieron sin puntería. En los primeros 15, Barceló en dos ocasiones, y Lugo desperdiciaron chances propicias, ante una defensa canalla que se mostró frágil y dubitativa.

Preso de sus imprecisiones, Central no pudo imponer condiciones. El equipo de Montero casi no pateó a arco. Y como contrapartida, cuando calibró la mira, el Santo facturó. A los 37, Barceló le ganó un mano a mano a Leguizamón, venció la resistencia del Ruso Rodríguez y abrió el marcador.

En desventaja, el Canalla reaccionó. Por vergüenza, antes que por atributos futbolísticos, generó sus primeras situaciones. Y las dos tuvieron como protagonista a Camacho. Primero, con un remate desde el borde del área que desvió Ardente al córner. Luego, generando un penal, tras un agarrón dentro del área. Herrera canjeó la pena máxima por gol. Y el Canalla se fue al descanso con un empate por el que, desde lo futbolístico, hizo poco por conseguir.

En el arranque del complemento Central mostró mayor determinación en ofensiva. Pero mantuvo sus fallas defensivas. Y así, el Canalla fue más agresivo en ataque, pero tan endeble en defensa como en la primera parte.

Sobre los 10 minutos, Montero hizo ingresar a Mansilla en lugar de Lovera, tal vez buscando mayor combatividad en el medio. Pero el desarrollo del trámite no se modificó.

A los 20, apostó por la inclusión del debutante Diego Becker por Salazar. El DT movió piezas y acomodó en cancha un 4-4-2 que dio réditos. Por primera vez en el partido, aunque sea por algunos minutos, Central impuso condiciones. Ardente salvó un remate de gol de Mansilla y Leguizamón no le pudo entrar bien a una pelota dentro del área.

Desde allí hasta el final, el Canalla siempre fue un poco más. Desde lo físico, desde lo futbolístico y también desde la ambición, los auriazules dejaron sensación de estar más cerca del triunfo. Aunque nunca dejaron de entregar ventajas defensivas, tal como había sucedido unos días atrás, en el empate ante Talleres en Arroyito, un defecto a corregir de cara a lo que viene.

 

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