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Central: El hijo pródigo

“El corazón manda. Volví por la camiseta y por todo lo que me dio el club", aseguró Cristian González. El Pincha los quiere

Por: Guillermo Ferretti

“Estoy súper contento”, reconoció Cristian González tras cumplir con su primer entrenamiento en este regreso a Central. “Esto es volver a mi casa en una situación muy dura; futbolísticamente se tocó fondo; nos fuimos a la B, y es muy triste”, planteó el Kily, que ayer realizó trabajos físicos livianos en el Gigante mientras sus compañeros participaron de una práctica de fútbol.

El Kily recibió el afecto de socios que lo esperaban a la salida. “Hoy necesitamos de todos, y por eso estoy acá, para cumplir con el objetivo que trazamos: volver a primera”, apuntó.

“El corazón manda en estas situaciones, no te deja dudar; cuando pasó lo que pasó, y más allá de que tenía algunas propuestas dando vuelta, el corazón me decía que tenía que volver acá. Vine para ascender y aportar todo lo que pueda desde mi lugar”, añadió.

—¿Cuáles fueron las sensaciones de tu primera práctica?

—Me sentí como cuando tenía 20 años. Es todo muy fuerte, es un sentimiento que sólo puede entender el hincha de Central. Es un orgullo ponerme de nuevo esta camiseta y poder dar una mano. Además vengo diciendo que puede ser mi último año y quiero prepararme para no defraudar a nadie, especialmente a la gente que confió en mí y a todos los que están contentos con mi vuelta. Estoy bien y espero repetir un torneo como el que vengo de jugar en San Lorenzo, en el que pude estar prácticamente en todos los partidos. Este es un desafío muy grande para mí, no vengo de paseo.

—¿Cómo notaste el vestuario?

—Fue un duro golpe porque hay gente muy joven. Pero ellos no son los responsables de lo que pasó. Esto viene desde hace tiempo, y desgraciadamente les tocó estar en el momento en el que nadie desea estar. Ya es parte del pasado. Los jugadores y la gente de Central tenemos que mirar hacia el futuro, y el futuro es ascender. De a poco, con gente nueva que se irá incorporando, levantaremos el ánimo del plantel y cumpliremos con el objetivo.

—¿Lo ideal es mantener el plantel?

—Esas son decisiones que tiene que tomar el técnico. Hay que cuidar el patrimonio del club. Eso es lo fundamental. Hay jugadores jóvenes, y que se haya descendido no quiere decir que no valgan nada. Eso hay que manejarlo bien. Por suerte hay gente especializada para tratar ese tema. Los que se tengan que ir, se irán; y los que se queden lo harán con el orgullo de siempre, por la camiseta.

—Hay jugadores de categoría. ¿Se puede ilusionar el hincha?

—¿Cómo le sacas la ilusión al hincha de Central? ¿Qué club en el mundo que se va a la B recibe 500 socios nuevos y quedan otros en lista de espera? Esto pasa acá, no pasa en otro club. Y no lo digo para vender humo, es así.

—Cuándo te fuiste, ¿te imaginabas que Central podía descender?

—No, no, nadie, ni el más pesimista pensaba este final. Pero es fútbol, y nos tocó. Ahora no sirve de nada lamentarse. Hay una nueva ilusión, nos estamos rodeando de gente positiva, y vamos todos por lo mismo. Vine por la camiseta, y no lo hice para quedar bien con la gente, es lo que siento y sé que puedo dar una mano importante y no me olvido de lo que me dio este club, no sólo en el fútbol, sino también como persona.

—¿Cuánto tendrá que ver Merlo en cuanto a la motivación del grupo?

—Mucho. Tiene trayectoria, manejó equipos importantes y logró grandes objetivos. Eso motiva. Pero además, a pesar de que tuvo un paso fugaz, conoce el club. Y creo que logró cierta identificación con la gente. Cuando hay un técnico nuevo y gente nueva, el jugador siempre recibe una motivación extra. Necesitamos energía positiva, y esto suma en ese sentido.

—Sin intención de menospreciar a nadie, ¿tendrán que enfrentar a Merlo o Defensa y Justicia?

—Quiero jugar contra quién sea, no me importa. Estoy preparado para hacerlo. Por algo tomé la decisión de jugar en la B. Tengo amigos que me dicen que, por haber tomado esta decisión, creen que estoy totalmente enfermo de la cabeza.

—¿Y vos qué les decís?

—Que no entienden lo que es el sentimiento hacia una camiseta. Esto es algo muy especial, muy emotivo. Es el equipo de toda tu vida, donde te criaste y creciste como jugador. Estoy acá y voy a jugar contra quién sea, respetando a todos los rivales. Somos un equipo muy grande, pero tenemos que demostrarlo ascendiendo.

—¿Qué torneo imaginás?

—Por lo que me comentaron, es un torneo duro, difícil, luchado. No hay que subestimar a nadie. Estamos en esta categoría y debemos respetar a todo el mundo, pero estamos obligados a demostrar en la cancha que somos mejores que los demás.

—¿El tema pasará por convivir con esta presión de ascender en un año?

—Sí, sí, asumo esa presión. No hay excusa para nada. Todos tenemos que saber que no hay otra que ascender. Andá a decirle al hincha de Central que el equipo se va a quedar tres o cuatro años en la B. Con el nombre no vamos a ascender. Pero hay que preparase y capacitarse para jugar contra cualquier equipo en la cancha que sea.

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